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  • Hoy el antiimperialismo consiste en enfrentar a la nueva Doctrina Monroe de Donald Trump

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    Fecha: 27/10/2025 08:25

    Si gana Milei ganan los yankis "Permítanme decirlo: en el regreso a la democracia no debatimos con suficiente hondura lo que fuimos durante la dictadura cívico militar. Sé que es complejo y requeriría un extenso debate. Nos acogimos a estrategias políticas algo sumisas que me agobiaron siempre. Entonces, creo que hay que caminar por otros lugares, llaves artísticas, políticas y, sobre todo, imaginación. Si esa búsqueda está, no podemos hablar de derrota. Es otro sendero, es un camino fructífero". Liliana Herrero Fragmento de texto para presentación del libro El temblor de las ideas, de Diego Sztulwark. Para leer al Pato Donald En el ya famoso relato de Edgar Allan Poe astutamente denominado “Los hechos en el caso del señor Valdemar”, publicado por primera vez en diciembre de 1845 en la revista American Whig Review, el escritor estadounidense jugó con la ambigüedad del título hasta admitir que era un trabajo puramente imaginario. En su trama, Poe describe el interés creciente en el mesmerismo (que derivaría más adelante en la hipnosis), una pseudociencia consistente en imbuir al paciente en un estado de duermevela mediante la influencia del magnetismo, señalando que, hasta donde él sabía, nadie había mesmerizado a un voluntario en el umbral de su muerte, curiosidad que lo lleva a conjeturar sobre sus efectos en un moribundo. En esa ficción, Valdemar es un enfermo terminal de tuberculosis, que consentirá realizar dicho experimento. Así, mientras cae en trance, afirma primero que está muriendo, luego que está muerto. Su hipnotista lo deja en un estado mesmérico durante siete meses, durante los cuales carece de pulso y respiración perceptible, y su piel se aprecia pálida y fría. Cuando aquel científico intenta despertarlo, todo el cuerpo de Valdemar degenera instantáneamente, según el relato, en “una masa casi líquida de odiosa y repugnante descomposición”. En la realidad argentina actual, el magnate que ocupa la Casa Blanca semeja al citado mesmerista, y el panelista de Intratables que frecuenta la Casa Rosada a su paciente, el desdichado señor Valdemar, absolutamente dependiente de la seudoexistencia en que el otro lo mantiene. Pero aquí también vale la pena detenerse a considerar en qué circunstancia se encuentra quien, en la referida escena, parece detentar un poder omnímodo sobre el otro. A ese respecto, en los últimos días miles de personas salieron a las calles en ciudades de todo Estados Unidos, entre ellas Nueva York, Washington y Miami, bajo el lema "No Kings" ("No queremos reyes"), para protestar contra lo que consideran un autoritarismo creciente del presidente Donald Trump. Las manifestaciones fueron convocadas de forma simultánea en más de 2.500 ciudades y municipios de los cincuenta estados del país, convirtiéndose en la mayor protesta desde el regreso de Trump al poder en enero pasado. Se trató de la segunda edición de la movilización "No Kings", tras la celebrada el 14 de junio, que coincidió con el cumpleaños del mandatario y que - según los organizadores - reunió a unos cinco millones de personas. Por su parte, el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, convocó a una huelga general masiva en rechazo a lo que denominó la "tiranía" del presidente estadounidense y la "avaricia de los ultrarricos". Como si eso fuera poco, decenas de periodistas de diversos medios de comunicación que cubrían temas militares entregaron sus credenciales de acceso y se retiraron llevándose sus equipos del Pentágono, rechazando las restricciones impuestas por el gobierno de Trump a su trabajo. Entre las nuevas reglas se incluía ser expulsados por reportar información, sea clasificada o no, que no haya sido aprobada por el secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth. A su turno, una periodista preguntó al líder republicano: “¿Qué tiene para decirles a los agricultores estadounidenses que sienten que el acuerdo beneficia más a Argentina que a ellos?”. Y la respuesta que obtuvo fue durísima: “Argentina está luchando por su vida, señorita. Usted no sabe nada al respecto (…) Si puedo ayudarles a sobrevivir en un mundo libre... me gusta el presidente de Argentina. Creo que está haciendo todo lo que puede. Pero no haga (le dijo a la cronista) que parezca que les va muy bien. Se están muriendo. ¿De acuerdo? Se están muriendo“, remató con crudeza. Lo primero que nos invitan a expresar sus declaraciones es “con amigos como esos, quién precisa enemigos…”. Y, recapitulando sobre la introducción de esta nota, lo segundo que se nos ocurre es advertir que un presidente malherido en el Norte está jugando a mantener con vida a un “par” suyo que ya es un zombi en el Sur. Las Fuerzas del Cielo a punto de convertirse en Fuerzas del Limbo En el contexto descripto, Argentina asiste a una elección intermedia que, tanto por arbitrio del oficialismo como de la oposición, ha ido adquiriendo relevancia nacional, con la inestimable colaboración de un desembozado injerencismo imperial pocas veces visto hasta la fecha, del que - por si faltaba mayor evidencia - acabamos de ser testigos con el arribo a Ezeiza de dieciocho jets ejecutivos, de los cuales doce trajeron a la reunión del JP Morgan en Buenos Aires a su titular, Jamie Dillom; a Condoleezza Rice, ex secretaria de Estado de los Estados Unidos y socia del citado banco; a Tony Blair; y a Amin Nasser, director ejecutivo de Saudi Aramco, para encontrarse, entre otros, con Marcos Galperin (Mercado Libre), Eduardo Escasany (Galicia), Armando Loson (Albanesi), Horacio Marín (YPF) y Mariano Bosch (Adecoagro), a fin de diseñar nuestro futuro entre quienes tienen realmente el poder de hacerlo. Un escenario al que la improvisada y endeble administración libertariana, más afecta a interpretar la realidad nacional mediante el Tarot o las profecías de Solari Parravicini que desde la ciencia política, llega maltrecha, y - “si para muestra basta un botón” - con una Karina Milei al filo de comparecer al Congreso llevada por la fuerza pública, para declarar sobre la estafa de la criptomoneda Libra. De este modo - y a pesar de haber ganado tiempo gracias a un tuit de Scott Bessent -, más allá de los comicios, a La Libertad Avanza le espera una espinosa agenda hasta diciembre, que incluye las modificaciones de la ley que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), pedidos para que asistan funcionarios, la votación de una eventual Defensora del Niño y una feroz puja por el Defensor del Pueblo, entre otras cosas a considerar. Estas cuestiones fueron instaladas adrede y con un hilo cronológico por opositores férreos y dialoguistas. Nada al azar. Es decir, un ramillete de iniciativas que bien podría haberse saldado tiempo atrás y ahora quedó a punto gatillo en la Cámara alta. El más delicado es el de los DNU, un instituto regulado desde 2006 por una norma que empujó la hoy condenada - con prisión domiciliaria - Cristina Kirchner, sobre el que diversas administraciones hicieron uso y abuso. Fue la respuesta más potente - peor que la insistencia de vetos - a todos los “mimos” enviados por Javier Milei desde que inició su gestión hacia el denostado Congreso. Además, la última edición del Coloquio de IDEA, donde se congregaron un centenar de empresarios y un puñado de políticos, dejó un mensaje claro respecto a las necesidades que tiene elgobierno nacional de construir consensos con la oposiciónuna vez que pasen las elecciones legislativas del 26 de octubre. Hubo coincidencia en el ámbito empresarial y político respecto a ese escenario futuro. A todo esto, Mauricio Macri aceptó diluir el amarillo PRO en una alianza violeta y evitar una estrepitosa caída en medio de la polarización que enfrenta a libertarianos con peronistas. Su segundo paso apunta a liderar la liga de nuevos aliados que el Gobierno necesitará si quiere aprobar el Presupuesto, además de las reformas laboral y tributaria, en un Congreso que le seguirá siendo adverso después de la elección en ciernes. Aun así, en medio de las proyecciones hacia el nuevo escenario legislativo que se abrirá en diciembre, el PRO condiciona su estrategia parlamentaria, en gran medida, a las señales y hechos concretos que encare la Casa Rosada post elecciones. Por ahora, el partido amarillo se encamina a reforzar su bloque propio y evitará formalizar un interbloque con La Libertad Avanza (LLA), pese a los acuerdos electorales y el diálogo reabierto entre Milei y Macri. Sin ir más lejos, el macrismo bajó en La Matanza a cerca de mil fiscales que tiene en el partido más populoso del distrito, acusando a los libertarianos de mal manejo de fondos para la fiscalización y temiendo que se repita un escenario catastrófico semejante al del 7 de septiembre. Como es de dominio público, en más de una reunión el lobista estadounidense Barry Bennett marcó ante integrantes de la Casa Rosada y actores de la oposición dialoguista que el oficialismo debía configurar una suerte de armado de gobernabilidad para poder impulsar esas reformas tributaria y laboral que le solicita el mercado para incrementar las inversiones privadas en el país. Este pedido configura uno de los componentes que hacen a la interna del Gabinete por estas semanas. Al llamado a ampliar las condiciones de gobernabilidad el asesor presidencial Santiago Caputo lo recibió de parte de los asesores informales de Trump, aunquetodas las tribus del Gobierno comparten el diagnóstico de que la gestión de Milei debe transitar hacia un esquema de mayor diálogo con la oposición. Oportunamente, el Presidente respondió en forma afirmativa y categórica al periodista Esteban Trebucq, cuando este le preguntó si el asesor presidencial tendría después de las elecciones un “rol central” en el gabinete. Esa respuesta provocó un tembladeral interno. No tanto por la definición en sí, sino porque los dichos estuvieron precedidos por una ofensiva interna feroz a cargo del consultor, que arremetió contra las cúpulas de la Jefatura de Gabinete, la Cancillería y la presidencia de la Cámara de Diputados. Guillermo Francos, al que desde la jefatura del PRO consideran la voz más racional del Gobierno, está harto de las operaciones. Es una incógnita qué lugar tendrá en la reorganización del Gabinete de la que tanto se habla por estas horas. El ministro Lisandro Catalán, su protegido, se mantiene en un segundísimo plano en plena mención de la construcción de acuerdos de gobernabilidad con las provincias y aliados. Francos se recluyó estos días puertas adentro y guardó un prudente silencio después de afirmar que era hora de que Caputo blanqueara su rol y empezara a “firmar”. No se sabe si lo hizo para hacerle un favor o para exponerlo. En resumidas cuentas, ya sobre la elección, con la renuncia del canciller Gerardo Werthein y el anuncio en igual sentido del Ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona - hartos ambos del desmanejo oficial -, no cabe la menor duda de que La Libertad Avanza llega a estos comicios remando sobre un Alka Seltzer, y con el único sustento de sus amigos del Norte, ansiosos por disponer de nuestras tierras raras. En el ámbito gremial, abusando de su proverbial “templanza” ante el peligroso desfiladero en que se desliza el país, la Confederación General del Trabajo espera un resultado adverso para el Gobierno en la elección y se prepara para negociar la reforma laboral En tal tesitura, cerró la campaña proselitista con un plenario en la sede platense de la CGT, donde no solo participaron los popes y candidatos de Fuerza Patria, sino también el gobernador Axel Kicillof. La agenda de reformas que propone la gestión libertariana, y que ya avanzó en la búsqueda de consensos con algunos gobernadores y bloques parlamentarios, es la que más preocupa a las centrales obreras, que ya anticiparon que Sergio Palazzo y Huguito Moyano trabajan en su propio proyecto para sopesar tales iniciativas que, en su visión, buscan recortar derechos. Simultáneamente, puertas adentro de la CGT, Hugo Moyano se convirtió en una suerte de árbitro de la pelea que se desató para conformar la nueva conducción. Dirigentes de los dos sectoresen los que quedó dividido el gremialismo buscan el apoyo del líder del Sindicato de Camionerospara así sumar un aliado de peso que definala dura interna en curso. Por un lado, la flamante corriente que promueve la llegada al triunvirato cegetista de Cristian Jerónimo (empleados del vidrio), liderada por Gerardo Martínez (UOCRA) y Andrés Rodríguez (UPCN), quiere convencer a Moyano de respaldarla. Por otro lado, es inminente el contacto con la alianza de “los Gordos” y el barrionuevismo,que objeta a Jerónimo. En todo caso, la novedad en dicho ámbito consiste en que alrededor de 500 dirigentas sindicales de más de 34 gremios de todo el país participaron del Encuentro de Mujeres de la CGT, una jornada de debate y organización que expresó un proceso de crecimiento dentro de la Confederación y apunta a la incorporación de mujeres en la mesa del triunvirato. "Una mujer en el Triunvirato no es una concesión ni un símbolo vacío, sino el reconocimiento político de una realidad que se organiza día a día, que milita con compromiso y que sostiene, en cada rincón del país, la fuerza vital del movimiento obrero”, explicó la dirigenta Maia Volcovinsky, co-secretaria de Derechos Humanos de la CGT y Secretaria Adjunta de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación (UEJN) Más allá de los dilemas cupulares, tras la toma de la fábrica “Acerías Berisso” - en plena cuna del 17 de octubre de 1945 -, y ante la amenaza patronal de convocar a la fuerza pública para su desalojo, los familiares de los trabajadores se acercaron al lugar para brindar apoyo a sus seres queridos en este momento de tensión. En tal sentido, todos lamentaron que la empresa continúe con una postura no conciliadora ante tan justo reclamo, consistente en el pago de dos quincenas que llevan sin cobrar. Ante este escenario, la decisión de los obreros es la de continuar con la toma hasta que se les brinde una solución. Paralelamente, promediando el mes en curso, se realizó de manera virtual la Audiencia sobre Agua, Clima y Energía del Tribunal de los Pueblos y de la Naturaleza contra el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) Dicho Tribunal es una iniciativa de la campaña internacional ¡Alto al FMI - BM! ¡Reparación YA!, lanzada al cumplirse estas instituciones 80 años. La Audiencia reunió a comunidades, movimientos sociales, organizaciones y especialistas desde Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Haití y Perú, quienes evidenciaron cómo los créditos, condicionamientos y programas de ajuste neoliberal promovidos por estos organismos financieros han generado violaciones de derechos humanos, deterioro ambiental y profundización de las desigualdades sociales. Participaron además los integrantes del Jurado Popular del Tribunal, David Abdulah (Trinidad y Tobago) y Camille Chalmers (Haití), la fiscala Verónica Heredia (Argentina) y por la Secretaría del Tribunal, Beverly Keene (Arg.) A considerable distancia de los enjuagues palaciegos, los pueblos de Nuestra América no olvidan ni perdonan a sus opresores. Un peronismo que hace campaña mimetizándose con su adversario Si coincidiéramos en que al Gobierno libertariano solo puede rescatarlo la asistencia de Washington - en un momento en el que, como se comentó antes, por allá las cosas tampoco andan demasiado bien -, habrá que creer o reventar que el mismo hará lo posible por ganar o ganar estas elecciones intermedias, con buenas o malas artes. Por lo demás, al Gran País del Norte no le resulta para nada indiferente - más aún ante la inminente renovación de autoridades en algunos países de la región - perder el control de esta importante franja geopolítica del Cono Sur. Las encuestas más prudentes hablan de un humor social adverso a la gestión anarcocapitalista, pero no descartan un posible empate técnico en las urnas. Con la honrosa excepción de algunas fuerzas aún de escasa gravitación electoral, como el FIT - U - que milita consecuentemente junto a lxs trabajadorxs formales e informales, e integró la valerosa Flotilla Global Sumud visibilizando a Gaza como el Auschwitz del Siglo XXI -, la Unidad Popular de Claudio Lozano, o el Partido Socialista Auténtico de Mario Mazzitelli, la clase política argentina, con su entreguismo, su mediocridad, o su ineptitud, por ahora ha puesto candado a una transformación social de fondo. En tal contexto, un peronismo institucional posicionado a singular distancia de la sentencia de Evita cuando afirmó que dicho movimiento sería revolucionario o no sería nada, eludiendo esgrimir propuestas programáticas, se recuesta sobre un riesgoso perfil supuestamente doctrinario. No parece ser otro el fundamento que, lejos de toda efeméride que lo justifique, motivó la organización del acto que la CGT regional La Plata realizó en homenaje a José Ignacio Rucci. Sabido es que no se trata de la reivindicación de una figura irrelevante en la historia del movimiento obrero organizado en general ni del peronismo en particular. En consecuencia, un movimiento que se reivindica policlasista y - por ende - ajeno a la lucha de clases, mal va a echar en el olvido a un titular de la CGT que, por mandato del General Perón, constituyó la pata sindical del Pacto Social que propiciaría reconstruir la Comunidad Organizada durante su tercera presidencia. Tampoco es un detalle menor recordar que, en el marco de todo lo antedicho, hoy una hija de Rucci (Claudia) trabaja con Victoria Villarruel en Nación, y un hijo (Aníbal) lo hace con el “Cuervo” Larroque en Provincia. De modo que, si para imponerse en la batalla bonaerense el gobernador Kiciloff requería del apoyo de la central obrera… pues “favor con favor se paga”. Pero de aquí en más no se puede seguir escribiendo escudado en una mal entendida “objetividad”: Quien firma esta nota integró la organización a la que la historia atribuye la ejecución de aquel carismático dirigente gremial santafesino que, como otros pares suyos, tuviera un destacado desempeño a lo largo de la primera resistencia peronista. Es más, aunque materialmente dicha muerte no corresponda a la organización político militar Montoneros, sus cuadros hemos asumido por omisión tal responsabilidad, como parte de una experiencia generacional que afrontó grandes tensiones al interior del movimiento, las cuales en algún momento se intentaron resolver militarmente, tanto por parte de la guerrilla como por parte de ciertas cúpulas sindicales de entonces. No obstante, aunque poco aporte a la reparación de algunas heridas del pasado, dada la dimensión política que Rucci adquiría a pocos días de que el General fuera reelegido presidente con el 61,86% de los votos, a ojos de este cronista su ejecución constituye uno de los errores políticos más graves de la insurgencia argentina, partiendo de la base de que de ahí provinieron las balas. Dicho esto, que solo pretende honrar una verdad parcial, y en modo alguno hacer un acto de contrición en procura de lavar culpas indelebles, en momentos tan difíciles para la Nación, constituye una decisión muy poco feliz traer a la palestra en plena campaña electoral a una figura por demás controvertida, cuyo grupo de choque está comprobado que actuó en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza evitando a sangre y fuego que, a su regreso definitivo al país, el líder de las grandes mayorías enfrentara una multitud encabezada por las organizaciones revolucionarias de la época, y cuya figura - tal como puede comprobarse en fotografías de fácil acceso a través de las redes sociales - apañó organizaciones de cuño fascistoide absolutamente dedicadas a la cacería de militantes pertenecientes a la izquierda propia y ajena al movimiento. Más aún en circunstancias en que la militancia peronista ha sido invitada a componer “nuevas canciones”. Todo lo cual nos habilita a inferir que, en caso de allanarse el camino hacia una nueva oportunidad histórica para el peronismo, esta versión del movimiento que se viene incubando promete sintonizar con las demandas generales de un sistema que precisa que los descamisados de ayer y de hoy no hagan olas. No faltará quien aduzca que el fundamento de este gesto que consideramos injustificado aspira a arrebatarle a una vicepresidenta alineada con la peor tradición golpista de nuestra historia la figura de un dirigente sindical que alguna vez se le plantó en TV al mismísimo Agustín Tosco. Sin embargo, la verdad histórica que unos y otros reclamamos incluye a muchxs compatriotas que hicieron por la causa nacional tanto o más que Rucci, y que, mientras el peronismo institucional cierre filas para escamotear el origen de la represión paraestatal que prologó a la dictadura oligárquico militar genocida - incluyendo en ese contexto la firma del decreto de “exterminio de la subversión” que estamparon conspicuos figurones del justicialismo como Carlos Ruckauf, que aún se pavonea por los medios dando consejos para el futuro -, mal podrá constituirse en la fuerza necesaria para desandar el camino de disolución nacional a que hoy nos conduce este gobierno lacayo del Imperio. Con estas modestas reflexiones, y bregando sin descanso por dignificar a los más humildes en cada frente de militancia, seguimos considerando que ninguna consigna sintetiza mejor el norte que hoy se impone al campo popular como “la Patria dejará de ser colonia o la bandera flameará sobre sus ruinas. - Por Jorge Falcone-La Gomera de David

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