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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 26/10/2025 20:35
La longevidad actual exige revisar los hábitos que influyen en la plenitud y sentido de la vida adulta (Imagen Ilustrativa Infobae) La medicina y la ciencia se concentraron durante décadas en lograr que las personas vivan más y mejor, pero el debate sobre el sentido de la longevidad cobró aun mayor vigencia con la aparición del término “joyspan”, propuesto por la geriatra Kerry Burnight. Según explicó en un artículo de TIME, el enfoque plantea que la satisfacción y el bienestar se vuelven esenciales no solo para sumar años, sino para que esos años cuenten. “Si canalizamos todo ese dinero, tiempo y energía en la búsqueda de la longevidad, solo para llegar a esos años adicionales y darnos cuenta de que en realidad no los estamos disfrutando, ¿cuál es el sentido?”, advirtió Burnight. Aquí, un repaso por sus postulados y por cuatro hábitos para disfrutar de una vida larga y feliz, según la ciencia. El trabajo de Kerry Burnight se desarrolla a partir de miles de casos. La geriatra propuso el término “joyspan” como el tercer componente de la vida larga, junto con “lifespan” (cantidad de años que se vive) y “healthspan” (los años en los que se conserva una buena salud). Así lo explicó: “Joyspan, como su nombre indica, describe la experiencia de bienestar y satisfacción en la longevidad”. El análisis de distintos casos clínicos reveló la incidencia de la curiosidad y la participación social en el bienestar (Imagen ilustrativa Infobae) La médica relató que encontró la raíz de este concepto tras décadas de observar sufrimiento en sus pacientes más longevos. Sostuvo: “Lo que me motivó fue ver tanto sufrimiento. Durante los primeros veinte años de mi carrera, seguía viendo personas solas, desplomadas en sillas de ruedas, que decían: ‘Ya no tengo propósito en mi vida’”. Esa realidad llevó a Burnight a cuestionar el “enfoque en la cantidad de años” y a plantear una visión que ponga énfasis en la “calidad” de esos años ganados. “Joyspan se centra en la calidad de tu larga vida, y no es solo casualidad, no es solo genética. Son esos pequeños hábitos y perspectivas diarias que adoptamos. Depende de nosotros inclinarnos hacia el envejecimiento”, dijo la experta. Cuatro hábitos para una vida larga y feliz Burnight sistematizó sus hallazgos en el libro “Joyspan: The Art and Science of Thriving in Life’s Second Half”, publicado en 2025. La publicación presentó una síntesis de los hábitos más efectivos para envejecer con satisfacción. Observaciones recientes confirmaron que personas activas mental y socialmente alcanzaron mayor bienestar conforme avanza la edad (Imagen Ilustrativa Infobae) “Es muy claro. La investigación lo agrupa en cuatro áreas: crecer, conectar, adaptar y dar. Todas son verbos, porque todas requieren esfuerzo”, explicó Burnight. Detalló que el secreto reside en “pequeñas elecciones diarias” que, así como mejoran la salud física y reducen riesgos, también pueden transformar la trayectoria emocional y social en la vejez. La propuesta de Burnight establece que estas áreas operan de manera similar al ejercicio o a los hábitos alimentarios en la promoción de la longevidad. 1- Crecer: la búsqueda constante de aprendizaje La especialista remarcó el valor del crecimiento personal, que definió como la actitud de “esperar crecer, esforzarse por el propio crecimiento y proponerse hacer cosas difíciles, incómodas, novedosas y divertidas”. Señaló: “Eso va a hacer que seas una persona mayor diferente de la que dice: ‘Ya no puedo hacer nada. Solo puedo quedarme en casa’”. El envejecimiento saludable fue asociado a la combinación de motivación personal y vínculos afectivos nutritivos (Imagen ilustrativa Infobae) Sugirió que el crecimiento empieza “con la curiosidad”, como preguntarse “¿qué diablos es bitcoin?” o buscar aprender nuevas habilidades. Burnight propuso que “cuando somos niños, nos impulsan a intentar cosas difíciles todo el tiempo. Cuando somos mayores, dejamos de hacer eso, por lo que necesitamos retomar el hábito de esforzarnos”. 2- Conectar: la importancia de los lazos sociales La calidad de las relaciones ocupa un lugar central en la estrategia de joyspan. La geriatra indicó: “Las personas que destacan en la conexión invierten tiempo en nuevas y viejas relaciones”. Describió la necesidad de ser “ese amigo”, el que llama, el que acompaña, el que recuerda fechas importantes. Frente a la soledad, Burnight relató que responde a sus pacientes: “Cuéntame sobre las invitaciones que has extendido. Cuéntame sobre las personas a las que has texteado”. El modelo joyspan integra descubrimientos médicos y psicológicos aplicados a la longevidad (Imagen ilustrativa Infobae) 3- Adaptar: la respuesta ante los desafíos El envejecimiento presenta desafíos físicos, personales y emocionales. Para Burnight, la capacidad de “adaptarse” destaca por encima de las circunstancias objetivas. “Vas a tener que lidiar con cosas difíciles, y cuando lo hagas, puedes decir: ‘Tengo una elección sobre cómo atiendo esto’”, explicó la especialista. Citó una frase de Henry Miller: “No hay nada malo en la vida misma. Es el océano en el que nadamos, y nos adaptamos o nos hundimos hasta el fondo”. La estrategia se basa en recursos como la escritura, la meditación y la gratitud. “Veo una y otra vez cuando las personas se despiertan por la mañana y repasan todas las cosas negativas. Esto es lo opuesto. Se despiertan y agradecen el café, la almohada suave, la llamada pendiente o el gato que pueden acariciar”, ejemplificó Burnight. 4- Dar: el efecto multiplicador de la generosidad Kerry Burnight propuso intervenciones que facilitaron la autonomía y el sentido de propósito en la vejez (Imagen Ilustrativa Infobae) En el cuarto pilar, dar, la autora recomendó establecer “una meta diaria de generosidad, un pequeño gesto amable”. Propuso acciones concretas como “ayudar a una madre soltera vecina a cuidar a los niños durante la cena”. Al hacerlo hábito, dijo, “uno se siente tan bien como la persona que recibe la ayuda”. La médica compartió el caso de una paciente centenaria: “Tengo una paciente que casi tiene cien años, y es la mejor oyente del mundo. Sus hijos, sus nietos y sus enfermeras pelean por estar con ella porque es una oyente tan comprometida. Cuando la veo, pienso: ‘Dios mío. Incluso si tengo todos estos desafíos, podría ser como ella, porque tiene algo que dar, y lo está dando’”. Un cambio posible a cualquier edad La madre de Burnight, por ejemplo, tras modificar sus hábitos en la vejez, cambió completamente su experiencia vital. “Hace veinte años, mi mamá comenzó estas prácticas y la vi cambiar el curso de su vida. Ahora tiene noventa y seis años. Vive sola, y es la mejor versión de sí misma que ha tenido”, narró la especialista. La realidad de la madre de Burnight incluyó problemas de salud, reemplazos de rodillas, bancarrota y la pérdida de su esposo. Sin embargo, según la geriatra, “es hermosa, radiante y divertida, y la gente no puede tener suficiente de ella. Y no es única. Hay millones de personas que lo están logrando, y es posible para todos nosotros”.
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