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Parana » AnalisisDigital
Fecha: 26/10/2025 16:48
En el programa de televisión “Memoria Frágil” que se emite todos los sábados a las 20:30 por Canal 9 Litoral, y también disponible en YouTube (http://www.youtube.com / @memoriafragiltv16), se abordaron los clubes que cerraron sus puertas.A través de los testimonios de Daniel Elías, Hugo Grassi, Manuel Arrias, Oscar Cerrudo, Paulo Sauthier, Sebastián Britos, Gino Meucci y Tomás Parkinson, se reviven esas historias que son parte de la memoria de una comunidad que todavía anhela los encuentros de amistades y camaradería. Los clubes barriales que desaparecieron Hubo un tiempo en que cada barrio tenía su club, lugares donde se mezclaban el deporte, la amistad y los sueños. Donde la pelota, el básquet o la paleta eran una excusa para encontrarse cada día. Donde ese club barrial servía para contener a los más chicos, para darles un lugar, un deporte para practicar sin pedirle nada a cambio, para sacarlos de las tentaciones de la droga o el alcohol. En Entre Ríos y, en especial en Paraná, muchos de esos clubes hoy ya no están. Otros siguen estando, pero solamente con algunas actividades sociales y muy lejos de lo que eran hace décadas. Sebastián Britos “Los otros clubes que hicieron fútbol, como Salta y Banfield, por ejemplo, me estoy acordando de ellos… Salta y Banfield, que también jugaron torneos de la Liga Paranaense en la segunda categoría, y, con el tiempo, fueron desapareciendo. Esto se debió, principalmente, a que no hubo una renovación de dirigentes en esos clubes. Gente grande, que siguió por los años… por los años, bueno, gente que -con el tiempo-, también fallecieron muchos de ellos. Hoy están, casi todos esos dirigentes están fallecidos, están muertos, así que eso fue otra de las situaciones por la cual no tenían más atractivo que el fútbol. Y ahí también, en el fútbol, son cuestiones económicas que te van llevando. Nunca tuvieron una cancha, por ejemplo, siempre jugaban en canchas prestadas, tanto uno como otro, dos entidades que también estaban acá en la zona céntrica, y, sin embargo, se fueron yendo porque, bueno, la gente elegía otra cosa, elegía otro tipo de deportes, elegían entidades que tuvieran más actividades. Por eso, esos clubes tenían poquitísimos socios, no llegaban a cien ninguno de los dos, y eso fue que hizo que esos clubes desaparecieran. Había otra entidad, que era El Club Paraná, que, por ahí -qué sé yo- mucha gente se olvida de lo que fue El Yacht Club Paraná, que estaba ya cerca de la Bajada de San Martín, en el en la zona de la Costanera, que, con la reforma de la Costanera, esa entidad que estaba sobre el río también desapareció. Así se realizaban muchas actividades náuticas y que, también, tenían una cantidad de socios bastante respetables. Pero, que, de todas maneras, no alcanzaba para poder cubrir ni tampoco tener un lugar posterior para poder desarrollar las distintas actividades. Ese fue otro de los clubes que ya no existen en la ciudad de Paraná”. Manuel Arrías “Hay muchísimos de rugby. Obviamente, vos sabés que es una de mis especialidades periodística, pero también hay otros clubes que la gente ni siquiera sabe. El mejor club que hay en este momento en Paraná y desde hace mucho tiempo es el Club Atlético Estudiante… El Club Atlético Estudiante estuvo desaparecido 3 años, desde el 52 al 55. Porque primero fue intervenido y ahí se fundó la pluma, por la insignia de los estudiantes que tenía la pluma, y también se formó después albinegro. Pero, después, no solamente fue intervenido, sino que se apropió el gobierno, se lo usurpó y se lo dio a la Unión Estudiante Secundario, la UES. Me acuerdo patente, debe haber sido el 22-23 de septiembre del ´55, que es una manifestación impresionante de Plaza de Mayo por Avenida Rivadavia, ahora Alameda de la Federación. Fuimos a tal club y, sin mediar palabras, los más atrevidos, los nuestros, digamos, se treparon a la reja y los echaron, no te digo a patada, pero pasó cerquita y, bueno, ese fue el hito de lo que habían sido los clubes que fueron, de alguna manera, por política, algunas veces, en este caso; otras veces por mala administración, otras veces porque era imposible que subsistieran y otras veces por la cantidad impresionante que hay. En Paraná encontrará un club cada 3 cuadras. Acá, en la otra cuadra nomás, está un club que, me acuerdo, se llamaba Catamarca o algo por el estilo, que ahora quedó en cantina nada más. Y 2 cuadras más allá sobre Laprida estamos, vamos a ponernos en el lugar, estamos en Santiago del Estero y Cervantes. Hay un club que se llama Laprida, que llegó a jugar en la primera división A del fútbol local. Y prácticamente desapareció. Creo que tiene una cancha de bocha, 2 canchas de bochas y una cantina, y es todo lo que tiene. Ahí jugó un récord nacional de los 100 metros libres. Fue el primer entrerriano que bajó el minuto: Juan Carlos. Jugaba de arquero en ese equipo. En esa época se hacían todos los deportes. Yo nadaba, jugaba al básquet, jugaba al rugby. Bueno, al final me quedé con el rugby, pero era así para todos, ¿viste?”. Daniel Elías “El Club Atlético Argentino fue un club que existió en la ciudad de Paraná, fundado allá por los años ´50, si mal no estoy informado. Y si mal no recuerdo, y que fundamentalmente fue generado por un grupo de militares… de militares, que venían de practicar el deporte de la paleta. Esto… es decir, la paleta que le llamaban la Paleta Vasca o la paleta de frontón. Esto, es decir, el deporte que se practicaba con una paleta de madera y fundamentalmente una pelotita… una pelotita muy chiquita, negra, de altísima velocidad. Este club -que funcionó desde el comienzo en calle Dean J. J. Álvarez 33 en la ciudad de Paraná, si mal no recuerdo, es decir, pasando a pasitos de avenida Ramírez-, tenía un predio enorme… un predio que tenía algo así… estaba sobre calle Dean J. Álvarez, si tenía un predio que tenía algo así como unos 80 metros de ancho por unos 90-100 metros de largo. Adelante tenía todo un espacio libre que con una gran arboleda y atrás tenía un bar que había que bajar porque tenía el aprovechando el desnivel. Tenía un gran bar que tenía un lindo salón y al lado algo así como un pequeño quincho. Y finalmente tenían la gran cancha de paleta. La cancha de paleta era la única cancha en la ciudad de Paraná y casi la única en la provincia, que era una cancha abierta, es decir, con el techo al descubierto, pero cubierto con alambrado. Y era única porque tenía pared larga a la derecha, es decir, una pared que llegaba hasta el fondo, cosa que no era usual en las canchas abiertas. A la izquierda, entre la pared de la derecha llegaba hasta el fondo, y atrás tenía un paredón, que era la parte de atrás de la de la cantina. Por lo tanto, era cancha abierta, pero con pared larga y completa a la derecha, y una pared de rebote atrás, una pared que la de atrás tendría unos 5 metros y algo. Transformaba en una cancha única y tenía además 2 tambores, es decir, los tambores son pequeñas ochavas que tienen la pared del frente, donde obviamente la pelota como es una ochava, la pelota cuando pega ahí no sale despedida hacia atrás, sino que pican las paredes laterales. Es como para dar un matiz al juego. También era muy particular esto, porque tenía 2 tambores, algunas canchas tenían solo uno. Y en el costado izquierdo era totalmente abierto, así es que tenía, digo, no tenía pared, tenía solo la pared del comienzo y al costado era libre… Bueno, una cancha muy característica con muchas particularidades. No era fácil jugar ahí y los que jugábamos ahí teníamos la habilidad de conocer muy bien la cancha”. Tomás Parkinson “Bueno, para mí es un orgullo, una pasión fue empezar en el Club La Salle. Yo venía del colegio junto con Jorge Rodríguez y otros ex alumnos… y bueno tuvimos un gran cultivador de la cultura de la educación y del deporte que fue el hermano Reynaldo Estanque -junto con Carito Rodríguez y otros socios, Coco Martínez, Lucho Almada-, que dieron inicio al Club La Salle y que fue simbólicamente en los papeles se fundó el club en el 75 como Club La Salle. Pero, los iniciadores fue el hermano Reynaldo y Carito Rodríguez y Danilo Etienot; también otro ex alumno del colegio. Y ahí empezamos tempranamente en el ´71 a competir en la Liga, en el torneo de la primera división B; donde hicimos grandes campañas donde llegamos a ascender en el ´77 que fuimos bicampeones en el Torneo de la Liga y en el Torneo Iniciación. Después competimos en Primera A jugando contra los más grandes, inclusive ganándole a Patronato en cancha de ellos 3 a 1 con muy buen suceso. Nos seguía mucho público. Usábamos los colores en esa época de Holanda: naranja y negro… que eran colores de sensación porque Holanda jugaba muy bien al fútbol y lo mismo hacía La Salle”. En Paraná había un club cada tres cuadras, pero muchos ya no existen. Estudiantes, por ejemplo, estuvo desaparecido durante tres años -de 1952 a 1955-, por una intervención política; otros directamente se desvanecieron. El mapa deportivo de la provincia cambió con los años. Clubes que alguna vez fueron centros sociales, deportivos y culturales, se convirtieron en baldíos o en simples recuerdos. Oscar Cerrudo “Yo llegué al club junto con mi hermano, mi padre. Yo tenía entre 8 y 10 años. Siempre trabajé para el club, hasta inclusive cuando mi padre se enfermó seguí trabajando en el club. El club se fundó el 14 de octubre de 1944 por Carlos Nader, Eduardo Nader, Calandra, toda esa gente vieja del club. Fue la época dorada que tenía el Club Salta, que estaba en calle entre San Juan y Salta, por Rosario del Tala. Ahora en ese predio está una escuela privada. Todo eso era el predio que tenía el Club Salta, que le dijeron que se lo daban por los 99 años o hasta que el dueño falleciera. Y con la opción de comprar ese predio. No se compró por comprar una mesa de billar… el presidente que teníamos no tenía cabeza. Y ahí se perdió y entramos a deambular por distintos lados. Pero, gracias a Dios tengo la satisfacción de decir que salimos tres años campeón de primera B para ascender a la A. Dentro de todo, nos manejamos muy bien. En el año 70 ascendimos en el 69… 72 y bajamos en el año 76. En el año 74 éramos punteros del campeonato de la Liga. Pero, como el Club Salta no tenía cancha, siempre jugábamos de visitante, por más local que fuéramos, éramos visitantes. Entonces, suspendieron el campeonato porque ya no nos podían agarrar ni con Paraná, ni Patronato, ni Belgrano. Ninguno de ellos, nos podían alcanzar en los puntos. Entonces, el señor Perete, que era el presidente de la Liga Paranaense, se le ocurrió suspender el campeonato”. Paulo “Pepe” Sauthier “Por el momento, no están participando, pero que realmente desapareció como sede, como no cumple ninguna función de nada, hasta que por ahí se pueda rearmar alguna vez Club Salta. Es un club que con mucha historia y que me tocó participar, debutar en ese equipo, y en su momento que yo estaba, me habían contado que en calle Tala había habido una sede muy linda, que fue uno de los mejores momentos, qué sé yo. Pero cuando yo participé, el punto de encuentro de jugadores era en la casa del presidente, por el cual tenía un emprendimiento familiar del que teníamos espacio como para cambiarnos y todo, ¿viste? Y, bueno, ese sí, ese club, seguramente, una persona, algún otro idóneo en el tema te va aclarar cuando dejó de existir… Yo no me acuerdo, yo jugué tres años, pasé a otros clubes, seguía perteneciendo a Salta porque yo pasaba por préstamo, y, este, pero bueno, no tengo exactitud, yo creo que esa esa información la van a conseguir cuando desapareció (…) Y, realmente, fue en mi casa… mi comienzo, estuve muy bien tratado, fueron tres años hermosos, que,, gracias a ellos, a ese club, me potencié. Porque yo no esperaba hacer carrera de futbolista porque jugaba al básquet. Y se me juntaron… una vez tuve que viajar a San Jorge a un campeonato. Viajé un viernes, mi padre me fue buscar un sábado porque jugábamos contra Banfield, en cancha del Ministerio, que iba puntero Banfield. Jugué, a la noche el auto que me iba a llevar se rompió y mi papá me llevó… no, mi papá no, creo que el ´Chano´ Martínez, creo, el papá del hijo del ´Coto´ jugaba con nosotros, y me llevó para jugar las finales. Y en ese momento tuve que tomar la determinación de elegir y, bueno, elegí el fútbol. Y gracias a Salta, después tuve… fui competitivo… también fui competitivo ahí, pero es el club que quiero… quiero mucho, y de ahí buscaron otros clubes más -digamos- más importantes por la estructura, infraestructura de cancha, esas cosas, y, bueno, voy a estar eternamente agradecido al Club Salta. Y el impacto fue fuerte. Incluso, no hace mucho tiempo, hubo una pequeña intención para ver si se podían juntar -y yo ya con esta edad, ¿no es cierto? - para ver qué se podía hacer por el club. Ya uno está trabajando en el fútbol y ya no tenía tiempo para hacer esas cosas. Así que, bueno, está desaparecido. Y no creo que, salvo después de esta nota, que aparezca alguien y lo quiera refundar, pero por el momento está así el tema. Estoy… me golpeó un poquito”. Hugo Grassi “Bueno, en la ciudad de Paraná tenemos varios en la en la historia paranaense, ¿no? Nosotros tenemos el Club Hindú, que muchos lo van a recordar, que fue muy recordado por el tema del básquet. Así que ellos tuvieron mucho tiempo en el básquet, y de una de un día para otro desapareció. Más allá de que hubo gente que intentaron recuperarlo, que la Municipalidad le cedió un predio ahí en la avenida Ejército, para ver si podía recuperar, pero las instalaciones se perdieron todas. Así que hoy en el camino no tenemos nada e Hindú se perdió, así que ese es uno de los de los clubes emblemáticos de la ciudad, que la verdad que lo sentimos todos. Y cuando decimos lo sentimos porque creemos que los clubes son fábricas de buenas personas. Cada vez que perdemos una institución y perdemos una fábrica, porque todos los chicos, toda la gente que pasa por un club va a recordar siempre su paso por el club y va a recordar siempre las amistades que han tenido y la tienen de por vida. Así que lo que ellos cosechan, el deportista que cosecha o el dirigente que cosechan los clubes es eso, valores, disciplinas, educación, de eso se trata. Y después tenemos otro club más, que es el Club Argentino, que muchos lo recordarán, que estaba en calle Dean J. Álvarez. Ese lo perdimos también por la justicia, por ahí porque hubo una demanda y la dirigencia se retiró y todas las comunicaciones llegaban ahí, llegaban ahí. Ahora, cómo la justicia, en Paraná nos conocemos todos; es decir, ´che, ¿quién es el presidente? … Envíen las comunicaciones al presidente para ver si podemos hacer algo´. No, no se pudo hacer nada, se vencieron los plazos y, bueno, fue a remate y lamentablemente se perdió esa institución. Así que La Salle también, que estaba en calle Salta. La Salle que también era un club de fútbol. La verdad que contenía también a muchos chicos, con mucha categoría, también eso de los clubes que se fueron perdiendo, ¿no? El Club Hípico, también lo pueden recordar, porque estaba en el Acceso Norte. Bueno, ahí una mezcla de papeles, de sesión que no se encontró cuando se dio y vinieron los familiares y también a reclamar y, bueno, ahí también de vuelta no pudieron justificar que eso había pasado para el club”. Gino Meucci “Todo recuerdo… los mejores amigos, compañeros de la vida, deportivamente para mí. El club empezó en el año 71. Yo venía de otro club, empezaron los chicos de allá, los exalumnos de La Salle. El padre Reinaldo fue quien los agrupó, y después los amigos de los exalumnos los juntamos también, y empezamos a armar el grupo. Y así seguimos hasta el día de hoy (…) Se juntan, no solamente del La Salle, algunos también amigos del fútbol, y se arriman, la junta del grupo, porque, sinceramente, es un grupo extraordinario. Los jugadores, los técnicos que tuvimos, ´Pocho´ Montero, que en paz descanse (…) después los muchachos eran Alberto Díez. Todos hicieron el grupo, todos hicieron para que esto llegara a ser. Lamentablemente el tiempo… éramos un club de amateur, nadie cobraba, nos manteníamos solos, y llegó un momento que no se pudo más. Lamentablemente”. Si hablamos de una entidad emblemática que desapareció, fue el Hindú Club; que estaba en el histórico y amplio lugar de calle San Martín al 1300. Dedicado al básquet con grandes jugadores, llegó a competir incluso en la Liga Nacional B. Pero, las deudas y la falta de apoyo lo hicieron desaparecer definitivamente. Y hoy se transformó en una amplia playa de estacionamiento con un espacio para gimnasio. Sebastián Britos “Por ahí, si hablamos de una entidad emblemática de la ciudad de Paraná que desapareció, fue el Hindú Club, una entidad dedicada exclusivamente al básquet, principalmente, por ahí tuvo vóley en alguna oportunidad, pero se basaba en el básquetbol. En la parte deportiva salieron muchísimos jugadores muy buenos, selecciones entrerrianas, paranaenses, y, además, con participación en la Liga, en lo que hoy sería en la Liga Argentina, la segunda categoría del basquetbol argentino. En ese momento, era la Liga B, por invitación, en la década del ´80, a fines del ´80, llegó a jugar en esa categoría. Pero, bueno, situaciones económicas, a raíz de esa situación, hizo de que Hindú, con el tiempo, a los pocos años desapareciera. Financieramente, económicamente, le fue muy mal, no era un club de tener gran cantidad de socios ni los apoyos económicos correspondientes. Y, en consecuencia, dejó primero esa categoría porque defendió, lo invitaron a hacer una tercera categoría del básquetbol argentino, que fue la Liga B posterior, y allí también no le fue bien. Entonces, tuvieron que empezar a sacar fondos de donde no tenían… los problemas con los bancos, y así hizo que Hindú desapareciera definitivamente. Le dieron otro lugar, que está por allí en Avenida Ejército, cerca del puente del arroyo Antoñico, pero que nunca la explotaron, en definitiva. Fue, al principio, un entusiasmo, de momento, pero nunca la explotaron. Hoy hay un lugar que es un Polideportivo Municipal, donde van los chicos del barrio. Pero, bueno, eso fue una de las situaciones por la cual desapareció Hindú, que, te digo, emblemático, ¿por qué? Por lo que recién te expresaba. Fue el primer campeón, por ejemplo, del torneo de la Asociación Paranaense, en el año 32. A partir de allí, ganó cinco campeonatos más; representó a Paraná en varias oportunidades en campeonatos entrerrianos y tuvo muy buenos jugadores. Esto en lo que respecta a la zona céntrica”. Manuel Arrías “Ministerio estaba prácticamente en el puerto, y bueno, se han tenido que reinventar de alguna manera para para seguir subsistiendo. Que es valiosísimo, porque son dirigentes que hay que sacarse el sombrero porque otros han tirado la toalla, así nomás. Eso es lo que respecta que me acuerdo… ¡ah!, en Paraná hay otra más que es Albatros. Luego se transformó en Álamo y finalmente dejó de existir Álamo y ahora es Echagüe, que tiene la cancha de rugby yendo por La Papelera de Entre Ríos, prácticamente para ir al túnel subfluvial, tiene ahí la cancha el Atlético Echagüe Club. Pasaron ser… era propiedad del Atlético Echagüe Club ese terreno, y bueno, y quedó formalizado como club. Después, en Diamante, hubo un caso bastante raro, y que yo antes de tiempo lo relaté con lujo de detalle… de Club Colegiales, que fue fundado por el profesor Vergara, donde jugaron los mellizos Vergara, famosos jugadores de esa época de rugby, y que luego se transformó en Diamantino. Y tiene la particularidad que salió campeón de esa Unión del Rugby y del Río Paraná, que era lo que en aquel momento nucleaba algunos clubes de Santa Fe, los clubes de Paraná y Diamantino”. Daniel Elías “Esta cancha nace a instancia de grupos de militares… porque, fundamentalmente, la Fuerza Aérea como el Ejército -que tenían destacamentos aquí en Paraná- solían tener canchas en sus destacamentos. Entonces, muchos militares jugaban a la paleta y jugaban a la paleta en canchas abiertas. Fueron ellos los que junto a otros vecinos fundaron este club, lo construyeron a este club, y diría que fue el club donde muchos ex y militares de actividades y retirados se divirtieron durante muchos años jugando a la paleta. Yo me crié en ese club desde los 8 años, hoy tengo 60. Así que desde los 8 años sería, desde el ´73, más o menos, hacia el ´88-´89, lo concurrí. Fui casi 15 años a ese club. Me crié en ese club jugando a la paleta. Siempre jugué de delantero y con un apodo que me pusieron, claro, todos mis compañeros de juego me llevaban entre 15 y 20 y 30 años. Realmente era “el pichón” del club, y como yo vivía agachado porque me daba cierta cosa que las pelotas pasaron a tanta velocidad y yo jugaba adelante, me decían “El tero”. Porque me agachaba como se agachan los teros, así que en el club me conocían como “El Terito”. Bueno, la particularidad de este club, que este grupo de militares, muchos de los cuales se fueron retirando de las Fuerzas muy jóvenes, se pasaron muchos días, muchas tardes jugando a la paleta, y la verdad que se hizo un lugar de gran confraternidad, de 1 o 2 asados por semana”. Oscar Cerrudo “Sí, sí, se puede. Yo… ese tiempo andaba, estaba el ´Choclo´ Ayala, que era el subsecretario de Deporte, acá. Yo fui, hablé con él, me dijo que me iba a ayudar, que lo que estuviera al alcance de él, bolos, camisetas, pantalones, medias, todas esas cosas, él me iba a ayudar a reconstruir el club otra vez. Pero, bueno, ya no se pudo por el sistema de que la gente te dice sí, sí y después se borran. Entonces, dice mi mujer, ¿para qué vamos a empezar otra vez de nuevo a pelear? Y a andar con uno y con otro y con mala cara y tal… entonces déjalo ahí. Y bueno, lo dejé ahí, chau, listo. No se pudo hacer más, pero si yo tuviera gente que realmente quiere trabajar, pero ya lo hubiese fundado hace rato otra vez. Este club es un club muy viejo de acá de Paraná, a donde en sus mejores épocas se hacían los mejores bailes a la sesión de gente de buena plata. Ellos hacían los bailes de carnaval, todo… no era cualquier club”. Los clubes son como fábricas de buenas personas, que se pierden cada vez que cierra las puertas una institución. El cierre de un club empobrece al barrio, pero también a la sociedad. Es la memoria colectiva la que se desvanece. La pelota paleta fue durante décadas un símbolo del deporte entrerriano. En Paraná, la cancha del Club Argentino alojó héroes anónimos, campeones y generaciones que crecieron entre asados, amistad y respeto. Daniel Elías “Bueno, este club tuvo vida hasta que esta generación de militares, fueron dejando de jugar, no pudieron seguir participando, no pudieron seguir platicando el deporte. Lamentablemente, dejaron la conducción y la conducción fue asumida por, bueno, por justamente quienes administraban las cantinas y así que diría que la pelota paleta pasó a ser un deporte secundario en el club de actividad secundaria y la que quedó como preponderante fue justamente el juego clandestino. Y este club tuvo un final muy triste, muy, muy triste. Yo me desentendí, ya digo, muchos años antes, y me vuelvo a enterar de la vida del club, muchos años que mi papá ya después había dejado de ser presidente y demás, porque pasó que un cantinero acomodado o acomodado con alguna autoridad poco ética, le entabla un juicio al club aduciendo que había sido empleado del club, Y por lo tanto, este juicio laboral se lo inicia el club, las autoridades del club a sabiendas de este juicio no contestan el club, el juicio lo gana este cantinero y bueno, lo gana sin oposición de nadie. Unos ex socios y yo diría, los viejos que quedaban compañeros de mi padre, ya cuando inclusive mi padre estaba muy mal de salud, me fueron a ver como abogado a ver qué podía hacer, ya tenía sentencia firme, fecha de remate, era imposible… Imposible salvarlo y, bueno, hicimos algunos intentos, hicimos algunas contestaciones, tratamos de prorrogar el remate, metimos algunos escritos extemporáneos, nada… nada pudo detener el remate que se produjo hará unos 15 años allá por el 2010-2012”. Tomás Parkinson “La verdad que esa fue una gran gestión de nuestro presidente Héctor Melzi, papá del ´Chino´ que justo encontró una persona que había ofrecido su terreno y bueno, como en La Salle éramos jugadores, socios, dirigentes, hacíamos todas las funciones y se juntaron cuotas para pagar ese terreno allá en Juan Báez; un lugar que hoy realmente es un maravilloso lugar por todos los servicios que llegan por el asfaltado… y, bueno… ahí no alcanzamos a inaugurar la cancha para jugar en la Liga, en la competencia, pero sí íbamos a entrenar. Un terreno de una hectárea y cuarto aproximadamente, una linda medida… muchos clubes no tenían terreno y nosotros el club La Salle con los pocos socios que teníamos… teníamos ese predio que era un gran patrimonio. Y que con el tiempo, después cuando se terminó el Club La Salle y que prácticamente fue el ´71 hasta el 86-87 que dejó de funcionar, quedó ese terreno y creo que tuvimos una muy buena idea porque con nosotros jugaba Héctor Moretti en la Cuarta División y él siempre estuvo trabajando con el grupo de padres de APA Fadil y nosotros donamos ese terreno al Municipio con la condición de que se construyera el CEMI, el Centro Municipal de Integración… con talleres laborales para chicos con discapacidad… creo que para nosotros es un orgullo también haber donado eso y la utilidad que se le dio en la comunidad a ese espacio que los políticos comprometieron su palabra y ahí se levantó el CEMI para los talleres laborales de estos chicos. Creo que fue un acto humanitario y muy generoso, muy solidario del Club La Salle; con esa condición… si no volvía otra vez ese terreno al Club La Salle”. Sebastián Britos “En la provincia de Entre Ríos, seguramente que hay muchos más de estos clubes, que, generalmente, son las entidades que han tratado o querido hacer una actividad mayor a la que podían en ese momento y que, lamentablemente, no llegaron, ¿no? Y, económicamente, fue lo que los mató a muchos. En este país hemos sufrido las cuestiones económicas con vaivenes terribles, que por ahí estás allá arriba y, de golpe, estás muy abajo. Y eso es lo que le ha pasado a esa entidad, que no pudieron sostenerse. Eso fue uno o sigue siendo hoy, uno de los grandes problemas que tiene el deporte, no solamente en la provincia de Entre Ríos, sino, prácticamente, en todo el país. Si uno recorre la cartelera, por ejemplo, los clubes que tuvieron actividades durante los años de deporte en la República Argentina, que se tienen archivos, y sabés que son cerca de 200 clubes en todo el país han dejado de tener actividades por esa situación, y estoy hablando de toda la Argentina, ¿no? Y yo estoy dando cuatro ejemplos aquí, en la ciudad de Paraná, que son los que, lamentablemente, ya no existen”. Manuel Arrías “Los clubes en Entre Ríos y en la Argentina, los clubes amateurs vamos a llamarles, tienen un gran problema: no hay política deportiva a nivel nacional que sea importante y beneficiosa para los clubes. Tienen que mendigar, que la luz le baje un poco el precio, que creo que acá en Paraná, en Entre Ríos existe, y otras veces tienen que andar mendigando que le den para poder terminar un piso o hacer un quincho. Todo lo que yo te dije eran canchas abiertas. La de Hindú, la de Estudiantes, todas eran canchas abiertas. Algunas como la de Olimpia, que yo empecé a jugar ahí a los 4 años, así que imagínate cuánto hace, eran de polvo de ladrillos. Pero, bueno, era todo muy recién iniciado, ¿cierto? Pero, bueno, yo creo que tiene que haber una política sustentable para los clubes. Dejar de apoyar tanto a los clubes profesionales, porque lo que reciben los clubes profesionales, y no estoy hablando ni de River, ni de Boca, ni de Lanús, ni de Banfield, estoy hablando en Paraná, es impresionante… Impresionante lo que reciben y lo que han recibido, y cuando se acabó hay alguna excepción… hay alguna excepción, pero cuando se acabó ese beneficio que recibían, se acabó la participación. Tenemos casos. No quiero hacer nombres porque no me gusta, pero en la Liga Profesional argentina había un club paranaense que la luchó muchísimo, pero, finalmente la tuvo que ceder porque se acabaron los recursos y se acabó todo. Eso es más o menos lo que te puedo contar. Después te podría contar que en Concordia hubo un club también de rugby, que en principio se llamaba Regatas, y luego se llamaba Espinillo. Todavía se llama Espinillo ahora. Era la misma gente, pero primero estuvo en un club, digamos, se metieron con el rugby, y después se apartaron e hicieron un club aparte. Y así te podría hablar de muchos clubes más, sobre todo, de automovilismo. Hay muchos clubes, muchos clubes que antes tenían… eran circuitos de tierra, pero muchos clubes que prácticamente desaparecieron. Cuando se dejó correr en la tierra, prácticamente desaparecieron. Así que eso es todo lo que te puedo decir”. Hugo Grassi “Nosotros, hoy por hoy, tiene acá en Paraná tiene lo que es el Club y tiene la Federación. Nosotros lo estamos haciendo conocido en toda la provincia. Contamos con la parte legal, la parte contable, tenemos muy buena relación con lo que es Personería Jurídica. Es decir, estamos llevando adelante un proceso de amistad y todo lo que tiene algún inconveniente, la verdad que Personería Jurídica -hoy por hoy- está muy accesible. Yo recuerdo cuando nosotros empezamos hace 15-20 años atrás, ir a Personería Jurídica era un cuco, y la verdad que hoy es muy agradable, los últimos que han pasado de directores han hecho un acercamiento y nos han atendido en alguna en algunas cuestiones. Hoy, en este momento, seguramente va a salir en estos días la carga de lo que son las asambleas a través online, es decir, que eso favorece a que la gente que vive en otros lugares de la provincia, que no está cerca para estar físicamente, lo pueda cargar, así que eso va a favorecer muchísimo en la demora, porque eso hacía que venía un dirigente a traer una documentación de una asamblea, que son 8 puntos que hay que cumplir, y donde le faltaba uno o una coma o lo que sea, no lo recibía. Y me parece bien que como buen criterio no lo reciban, porque si no ese expediente quedaba dormido y no tenía su curso. Y eso que hacía que el dirigente se volviera y después tal vez lo mandaba con otro, al tiempo y tal vez… entonces ya, directamente no avanzaban con eso. Y ese era uno de los puntos que teníamos en falencia para que los clubes estén normalizados”. La desaparición de un club no solo deja un espacio vacío, se lleva consigo amistades, historias y sueños. Cada nombre borrado del registro es un pedazo del deporte entrerriano que se apaga. El club era punto de encuentro de familias, el refugio de los jóvenes que compartían deportes con compañeros de la escuela. Daniel Elías “Tuvo inclusive otros hermanos que no me voy a acordar el apellido, que eran del Club Belgrano, que muchísimos años fueron campeones argentinos también, después brillaron cuando aparece el pádel, se transformaron en jugadores de pádel, esos hermanos que no voy a recordarlo me quedan jugadores del Club Belgrano y fueron los primeros héroes también del padre a nivel nacional… Irigoytía de apellido, ahí me acordé, los jugadores del Club Belgrano. Y bueno, la pelota vasca prácticamente se ha perdido en Entre Ríos… es un deporte que fue desapareciendo y ustedes podrán encontrar, si van ahora a Dean J. J. Álvarez al 33, está cerrado. Sé que la cancha está totalmente destruida, está en el corazón de una manzana céntrica de la ciudad de Paraná. Es realmente un desperdicio. Un monumento al descuido, un monumento al desperdicio, a la muerte de un deporte muy noble como era la pelota paleta. Y lamento mucho que además fue un muy lindo centro de recreación, con muchísimas historias, con muchísimas horas de compartir fraternidad, asado. Por qué no decir algún exceso de alcohol, pero de esos sanos, esos excesos que permiten que los amigos se hagan más amigos, que se sientan más compañeros, que prolonguen las charlas, que tengan un espacio para quererse, para migarse, para hablar de fútbol, de política, de deporte, y después cada uno iría a su casa con toda la paz que a veces provoca ese ese leve exceso”. Hugo Grassi “Y miedo real es no poder cumplir con las obligaciones que tenemos. Es decir, nuestros chicos vienen a las instituciones, nuestros jóvenes vienen, y por ahí la demanda económica es muy grande. No se olviden que para para abrir una cancha de fútbol hoy, necesitamos casi un millón de pesos. Entonces, el dirigente se preocupa para… y ese es el miedo que tiene de no poder juntar o de dejar, como ha pasado, hay clubes que no participan en la Liga por una cuestión económica, ¿no? Entonces, han dejado de lado eso. Y tanto pasa también con el básquet, que no se pueden cubrir los gastos fijos, la luz, ¿no es cierto? Es decir, que por ahí los gimnasios tienen esa problemática. Hoy tenemos un 45 por ciento que el Estado provincial nos reconoce, hay un porcentaje importante también por un medidor de cada club que no bonifica, así que más o menos hemos conseguido cosas. La Policía, el borderó, que le llaman para poder participar, antes pedían cuatro, y ahora van los cuatro y pagamos dos. Es decir, que por ahí somos medianamente bien atendidos, pero por ahí no alcanza. El miedo que tenemos nosotros es eso: no podés llegar a cubrir. Y no te olvides que, si el dirigente no llega por cualquier motivo, y por ahí te castigan por todos lados, no vayan a creer que el trabajo dirigencial es así. Nosotros elegimos esto, pero seguramente a algunos no le puede gustar, y hoy las redes sociales está facilísimo hablar atrás de un teléfono, atrás de una computadora, y te critican por todo lado y sin saber cómo es la situación de un dirigente”. Manuel Arrías “No hay una política, porque si hubiera una política definida, no tenés necesidad de andar pidiendo ayuda. Porque si pedís ayuda habiendo una política definida es porque hiciste las cosas mal. Pero, si vos hiciste todas las cosas bien, posible y fuiste haciendo de a poco las cosas, suponte Ministerio que se tuvo que cambiar del puerto… está bien… le dieron el terreno que tienen actualmente, pero tuvieron que construir todo, tuvieron que liberar todo, tuvieron que hacer todo, ¿entendés? Y no sé si tuvieron ayuda oficial. Tilcara nunca tuvo sede con cancha propia, digamos, y cuando llegamos -vos que conocés Tilcara-, no había un solo árbol, ni un solo árbol. Ahora tiene un árbol impresionante, hermosísimo como ha quedado el club, y tuvimos que nivelar toda la cancha número uno. Ahora Tilcara tiene cuatro canchas oficiales y una cancha de césped sintético de hockey. Entonces, ¿viste? … alguna vez hubo alguna pequeña ayuda, pero… pequeña ayuda. Y así ha pasado con todo. Tiene que haber una política definida de los clubes. Si no hay una política definida de los clubes va a seguir pasando esto en todos los órdenes (…) Lo que pasa es que una vez desaparecido el club, salvo el caso de Estudiante que te decía al principio, que fueron tres añitos nomás que estuvo desaparecido, una vez que el club desaparece es muy difícil volver a resucitar. Mirá lo que le pasó a Belgrano. El Club Atlético Belgrano tenía la mejor ubicación, frente a la feria, una manzana entera, y ahora creo que le quedó un pedazo de cantina, el frontón de pelota-paleta y una pileta. Y después tienen la cancha, no sé dónde, lejos… pero bueno, está bien, se hicieron las cosas mal ahí. Pero, ¿cómo hacés para resucitar eso? Imposible, imposible resucitar. Hay clubes que son ejemplos, Paracao es uno de ellos. Paracao lo que ha crecido es impresionante. A mí me llama la atención, lo que ha crecido Rowing, lo que ha crecido es impresionante, lo que tiene allá en Yarará es monumental. Y así podemos seguir con otros clubes como Universitario… Universitario es un club que no lo nombran mucho, pero tiene desde siempre educa a la gente del barrio”. Sebastián Britos “En una situación difícil como la que se está hoy, la gente, la familia, prefiere gastar ese dinero en otras cosas, no en un club. Por ahí hay socios temporarios en los distintos clubes, principalmente en los clubes de verano, y, entonces, participan, qué sé yo, cinco meses, seis meses de esas actividades, y después, prácticamente, dejan de ir a los clubes, dejan de pagar para para otras sus gastos para otra cosa. Hoy me parece que la situación económica no da para eso, porque la gente no tiene dinero, no le sobra el dinero para ese tipo de cosas. ¿Qué se puede hacer? Uno busca o cree que la gente se va a asociar a una entidad por ciertas cosas, pero vos tenés que darle atractivo. En verano están las piletas, algunos clubes tienen pileta de invierno, donde también van a van a nadar, durante la temporada invernal, pero, de todas maneras, hoy por hoy me parece que es muy difícil la situación en ese sentido. Las empresas antes hacían otro aporte económico más grande, hoy despiden empleados, no pueden hacerlo, lamentablemente. Y así se va dando ese tipo de situaciones. Creo que no pasa por una estabilidad económica como para decir, puede ir la familia al club, no pasa por eso. Entonces, eso es algo que está impidiendo, justamente, de que puedan tener ese gasto extra. Y lo que te decía de las empresas que también, es decir, no están en condiciones de poder tener un sustento económico para las entidades, por más que simpaticen con cada una de las entidades, ¿no?”. Hugo Grassi “Sí, todos estamos en esa condición. Si hay clubes, como, por ejemplo, el Club Argentino, que se perdió la sede por un embargo, por un remate, porque los que estaban trabajando, es una historia media larga, ahí se instalaron los dos que hicieron… vivían ahí, hicieron… Y por eso un poco la crítica a la Justicia, La gente vivió cuatro años ahí adentro, usurpó la institución, y eso no… cuando se hizo el descargo no se valoró nada, no se puso nada en el tapete. Digamos, argumentaron como que estaban cuidando a la entidad… bueno, vos no podés estar de sereno las 24 horas. Es decir, que hay un montón de cosas que la justicia no te tiene en cuenta en esto. Por eso nosotros consideramos que por ahí pasa un poco cuando se aplican esta decisión, o la demanda o la justicia que no nos contesta, que no está muy a favor de las instituciones. Capaz que haya que hablar con los jueces y decirles: ´muchachos, lo que significa una institución deportiva´. No es únicamente una institución deportiva, con todo lo que tiene atrás. Es decir, nosotros tenemos muchísimos abogados en los clubes, y clubes que están de presidente también, en los clubes saben bien. Pero, ellos la tienen re clara a esta situación. Pero, a veces el que la tiene que resolver no la tiene clara”. Manuel Arrías “Fundamentalmente, creo que lo que hay que buscar es… no sé si una ley… pero, ojalá fuera una ley, y ojalá fuera una ley nacional, que existió en algún momento y no sirvió para nada porque estaba mal hecha. Pero, yo lo he instado inclusive a algunos legisladores amigos que uno tiene, de hacer algo en Entre Ríos. Y siempre ha quedado ahí en el sí, cómo no, me parece bien, qué sé yo, creo que hay que hacer eso. Por lo menos que sea… hay países donde la publicidad que se da a los clubes, prácticamente se descuenta íntegramente de lo que la empresa debe pagar como impuesto. Acá no… acá tiene que hacer trampa para que eso pase. ¡Es así! Lo digo sin ningún problema. Entonces, parte de eso debería ser a nivel nacional, porque es donde más pican, ¿no es cierto? pero si la provincia puede hacer algo a partir de ahí, sería bárbaro (…) Por suerte creo que en la mayoría de los clubes que han crecido en Paraná, tenemos gente responsable, honesta, que es fundamental, que no se queda con la plata que va para el club, que la pone toda ahí… y muchas veces pone muchísima plata más de la que podría estar sacando de alguna manera. Los clubes crecen con la voluntad y la pasión de los dirigentes y de los socios, por supuesto”. Sebastián Britos “Hoy, un ejemplo, es Universitario, que estaba a la quiebra total a que le rematen la entidad y, sin embargo, cambia de presidente, cambian la Comisión Directiva y así, poco a poco, con lo que te estoy diciendo, con las cuestiones de rifas, de bingo, de venta los fines de semana, de comida, por ejemplo, ha ido sustentándose y ha ido haciendo obras, inclusive, que muchas entidades no lo pueden hacer. Pero, bueno, te estoy dando como un ejemplo, que hay varios acá, ¿no? Pero te estoy dando un ejemplo de lo que ha sido. O, qué sé yo, te voy a hablar de otro, pero no es de hoy, sino de hace un tiempo, del Club Paracao, que también, en un barrio muy grande, lo supo explotar bien… mucha gente se fue a vivir para ese lado, y, bueno, entre las piletas y las actividades deportivas, para cada uno es un club que hoy se puede decir que está bien, más allá de que, por ahí, todos puedan tener algún problemita económico, ¿no?”. Hugo Grassi “Nosotros en la provincia ya hemos, este año hemos armado cuatro instituciones deportivas. Así que… y hemos recuperado otra más, en Gualeguaychú hemos recuperado lo que es el Club El Potrero, que está pegado a Gualeguaychú. Eso es lo que hemos hecho nosotros. Pero, por ahí hay quienes lo hacen por afuera… está un club en Concordia, club de combate y otras disciplinas… Clodomiro Ledesma, que es una localidad también cerca de Concordia, también se conformó como club. Es decir, que constantemente se están conformando, y ahora en Diamantes estamos por conformar un Club de Newcom y de la tercera edad, de golf croquet y me parece excelente que se conformen. Y bueno… además, aparte de formar a los clubes, también se arman las asociaciones y las federaciones, así que esto es un continuo. Y bienvenido sea, porque cada club que se forma, volvemos a lo mismo, se crea una fábrica de buenas personas (…) Hay clubes en la provincia que figuran como club tanto, ¿no? Club El Ombú. Entonces, pero funciona con el nombre, pero no tienen papeles, nunca hicieron nada. Es decir, vamos a empezar, y la asociación y la liga tendrían que decirle, muchachos, los que quieren participar en esto tiene que tener documentación. Es decir, eso es lo que pretendemos, ¿no es cierto? Que las asociaciones, de alguna manera, digan, te podemos esperar, te podemos ayudar, tenés estos elementos, lo que sea, para que se normalice. Pero es por una cuestión legal también, para protegerse uno mismo como persona, porque esos clubes que están manejados así medio, digamos, sin papeles, corren el riesgo, si llega pasar algo y van a buscar a la persona, a la persona, una, dos o tres que estén al frente, lo van a buscar, igual que las agrupaciones, todos los demás que andan así, medio que organizan tipo de torneos y lo demás, si no tienen documentación, olvídense que lo va a proteger alguien en eso, Y la persona tiene que saber, tiene que saber que no es por un deseo de decir, vamos a armar un torneo. No, pero no se puede armar lo que sea, ¿entendés? Y eso tendría que estar medio prohibido, por una cuestión de que al que le llegue a pasar algo no está cubierto, y los seguros tampoco te protegen porque no tenés una institución que te lo pida. Entonces, yo creo que por una cuestión de sentido común tendrían que estar controlados”. El esfuerzo cotidiano sostiene las instituciones deportivas, el trabajo invisible de socios y dirigentes es lo que sostiene al deporte entrerriano. Y no todo se perdió, algunos clubes lograron reinventarse. Los que sobrevivieron lo hicieron con trabajo, amor y pertenencia. Y siguen cumpliendo ese rol social, con el mismo objetivo que alguna vez generó su creación, para salvar a cientos de chicos. Memoria Frágil: Los clubes barriales que desaparecieron
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