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» Elterritorio
Fecha: 26/10/2025 09:12
La actriz aborda situaciones que viven las mujeres, los mandatos y las etiquetas que le siguen imponiendo, la menopausia y lo que pasa en su propio cuerpo domingo 26 de octubre de 2025 | 6:05hs. Solly ensayando ‘Eva furiosa’. Reírse para pasarla bien. Reírse de uno para esquivar las burlas. Reírse para resistir, para vivir. El humor cura, dice la actriz y comediante Solly Galván (38), y ella lo sabe bien porque fue su espada a lo largo de su existencia y hoy es la herramienta principal que tiene arriba del escenario, donde aborda desde la risa -y desde la lágrima también- temáticas que tienen que ver con la mujer, los mandatos y las etiquetas que le siguen imponiendo, la menopausia, de su propio cuerpo. Nació bajo el nombre de Soledad pero ya está eternizada como Solly, seudónimo que le regaló Buki Rosa. Este gigante del teatro misionero, que fue su maestro y mentor, le obsequió además el amor por la profesión. Ella lo recuerda y se emociona, al igual que a Fernando, con el que empezó a incursionar por los caminos del humor y al que envía un beso al cielo cada vez que se sube al escenario. “El interés está desde siempre, desde chica me gustó mucho el arte. Hago un monólogo sobre eso en el que me río de que yo le pedía a mi mamá para estudiar danza, baile, teatro y ella me mandaba a estudiar computación, inglés y ese tipo de cosas que me iban a servir para la vida. No digo que no, pero en definitiva uno siempre termina siendo lo que le hace feliz”, reafirma. Temáticas que interpelan Ponerle el cuerpo al público, desnudar el interior no es fácil. Leer los rostros y las posturas para dar un vuelco en el relato tampoco es sencillo. Eso lo fue aprendiendo con la práctica y la formación. En sus inicios tocaba temas comunes como la relaciones maritales, el sexo, la suegra. Pero luego la búsqueda mutó y hoy son otros los temas que la atraviesan; y la vida misma, esa cotidianidad es su fecunda fuente de contenido. “Hoy me baso en otro tipo de cuestiones sociales que tienen que ver con la mujer, su lugar en la sociedad, hablo mucho de la diferencia en el trato en el trabajo. Tengo monólogos que hablan de las etiquetas sociales, o sea, por qué una mujer de 40 años no puede vestirse de determinada forma, por qué no se encuentra ropa para nosotras, por qué no podemos ir a ciertos lugares, por qué mis hijas se espantan si voy a un boliche, cuando en realidad tengo todo el derecho de ir”, relata. Como mujer de 48 años que atraviesa la premenopausia, Solly también repara en esa cuestión y la amalgama con la política -rama que desarrolla en otra parte de su quehacer profesional que tiene que ver con una radio que toca temas de actualidad-. “Y de repente nació un monólogo que tiene que ver con la actualidad argentina y con mi cuerpo, que mis hormonas me quieren hacer un paro porque no tienen suficiente como para seguir viviendo y funcionando”, expresa. La actriz y comediante estaba preparando la obra Eva furiosa, pero los ensayos se interrumpieron por un problema de salud que atraviesa, pero aún allí, en la habitación del sanatorio, toma con gracia lo que le sucede por estos días y anota en el chat de WhatsApp consigo misma los ribetes de esa experiencia que seguramente pronto esbozará sobre un escenario. Mboyeré del humor Solly arranca a incursionar en el humor junto con Fernando Rosa, su gran amigo, en la Sala Mandové Pedrozo. Forman en 2010 el club de humor Sin Quebranto, que dirigía Fer. Pero después eso se disolvió y siguió sola, aunque encontró la solidaridad de otros humoristas y comediantes como Octavio Rodz y Ezequiel González que le abrieron las puertas de su grupo. Hace unos años, en tanto, nace Mboyeré del Humor, un espacio que rescata a los chicos que habían estado en el primer club con Fer y no tenían lugar para desplegar lo que hacían. Pero Mboyeré se transformó en un festival que sumó distintos tipos de humor desde lo teatral, el stand up, monólogos, aunque hubo magia, clown, inclusive puestas infantiles. Este año el evento tiene previsto salir en noviembre. Solly dice con convicción que hay vida y talento en Misiones con temáticas que identifican y empatizan. Pero todavía es difícil el acompañamiento del público. “Tantas temáticas tan copadas que hay para ver de obras de teatro, que es una lástima que vos vayas a una función y encuentres 30 personas. No es lo mismo ver una obra de teatro de Buenos Aires que habla de los problemas de los trenes, que por ahí ver una obra de teatro que tiene que ver con el colectivo, el río, con la gente que estaba viviendo cerca del río y ya no, la frontera”. Reír para sobrevivir “Creo que el humor es lo que te ayuda a sobrellevar todo en esta vida. Si hay algo constante en mi vida es la obesidad. Yo ya nací con cinco kilos y medio, imaginate, toda la vida sufrí mucho del bullying, no solamente por ser una niña gorda, también por ser una niña con pocos recursos”, cuenta. Para Solly el humor es una forma de ver lo que nos pasa de una manera más amena. “Se ríe y se llora al mismo tiempo en la vida. Ahí está el secreto, si yo me río de mí, corto o pongo una barrera cuando el otro se ríe de mí, porque ya no me afecta, porque ya encontré el humor y lo gracioso de lo que me pasa. Creo que eso es valioso”, resalta. Eso es lo que intenta transmitir con sus experiencias sobre las tablas, que alguien pueda sentirse identificado y descargar, con la risa o con el llanto, da igual. “Siempre digo el humor sana, y la gente se ríe y me dice que los que te sanan son los médicos. Y obvio, lo que yo digo es que te sana el alma, te sana la angustia”, cerró Solly, la que ríe y llora, pero nunca deja de ver el humor en las cosas que le pasan. Compartí esta nota:
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