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» Elterritorio
Fecha: 24/10/2025 19:19
Juan Oscar Baungart cumple prisión perpetua por el femicidio de Angélica Suárez, cuyo cadáver fue encontrado dentro de una valija en el arroyo El Soberbio. A pesar de las pruebas en su contra, insistió en su inocencia y aseguró que hace ocho días que no come. jueves 23 de octubre de 2025 | 19:00hs. El 3 de octubre de 2019, Juan Oscar Baungart -hoy de 35 años- fue condenado a la pena de prisión perpetua por el femicidio de Angélica Suárez (20), cuyo cadáver fue hallado el 6 de julio del 2016, dentro de una valija, en el cauce del arroyo El Soberbio. En el juicio que se ventiló en el Tribunal Penal Uno de Oberá se expusieron las pruebas que comprometieron y sentenciaron al imputado. Pero lo que terminó por derrumbar cualquier coartada de Baungart fue el relato del principal testigo del caso: el remisero que lo trasladó desde su domicilio hasta el puente del arroyo donde el asesino descendió con la misma valija en la cual hallarían el cadáver de la víctima. En tanto, este jueves el femicida condenado se contactó con este medio para informar que inició una huelga de hambre en reclamo por lo que considera la vulneración de sus derechos. “El día 15 de octubre comencé con la huelga de hambre porque el Tribunal nunca me informó sobre los planteos que hice. Tampoco el defensor oficial me da respuestas. Estoy preso por un delito que no cometí y no se respetan mis derechos”, insistió vía telefónica desde el complejo penitenciario de Oberá, donde purga su condena. Asimismo, se quejó porque las autoridades carcelarias no habrían seguido el protocolo institucional que requiere este tipo de medidas de fuerza por parte de un interno. “Se niegan tomar un acta donde diga que empecé una huelga de hambre para darme asistencia médica y judicial. Estoy en el módulo B con 15 compañeros que son testigos de que hace ocho días sólo tomo agua”, aseguró Baungart. La pena más grave En el juicio de 2019, el femicida de Suáre, quien tuvo un hijo con Angélica Suárez, fue sentenciado a la máxima pena tras ser encontrado culpable de los delitos de “homicidio agravado por haberse cometido contra la persona con quien mantenía una relación de pareja y desobediencia a un funcionario público en concurso real”, esto último porque al momento del hecho estaba vigente la exclusión de hogar y prohibición de acercamiento por una denuncia previa por violencia doméstica contra la misma víctima. Angélica Suárez (20), la víctima. Baungart -quien hasta último momento negó la acusación- escuchó el veredicto en absoluta calma y apenas evidenció un gesto de resignación. En su alegato, la fiscal Estela Salguero aseguró que el acusado “planificó con astucia” el crimen, al tiempo que enumeró las pruebas en su contra. En tal sentido, citó que a partir de las declaraciones de varios testigos se comprobó que Baungart y Suárez tenían problemas de pareja y que la víctima mantenía una relación sentimental con su entrenador de boxeo, de nombre Walter. Asimismo, ponderó “la coherente y clara declaración” de Miguel Ángel Pereyra, el remisero que sentó las bases para la imputación, puesto que indicó que trasladó a acusado desde su casa hasta el puente del arroyo El Soberbio, donde Baungart descendió con la valija en la cual después hallaron el cadáver. “Angélica tenía una relación con su entrenador (…) Baungart era muy celoso y la pareja vivía en constante conflicto”, subrayó la fiscal. El testigo clave Miguel Ángel Pereyra recordó que entre el 1 y el 16 de junio del 2016 trabajó en la remisería de su familia, circunstancia que una tarde (el 13 de julio) tomó un pasajero en un supermercado mayorista local. “Yo trabajaba en el primer turno y me dirigí al supermercado Ceferino, donde me esperaba este señor (Baungart). Cargamos su mercadería y nos fuimos por avenida San Martín hasta el barrio Itatí, donde vivía. Me indicó que estacione frente a la casa, bajó sus cosas y le pregunté si ya estaba, ante lo cual me pidió que avance hasta el garage porque quería cargar unas herramientas, pero el auto tocaba abajo. Entonces buscó una valija, cargó en el baúl y me dijo que tenía que llevar unas herramientas hasta una carpintería, pasando el puente. Llegamos al lugar, bajó la valija mientras que yo le sostenía la tapa del baúl porque si no se cerraba, me pagó y se fue por un trillo”, detalló ante el Tribunal. Remarcó que en el lugar no existe ninguna carpintería y agregó un dato estremecedor: “Él dijo que tenía herramientas en la valija, pero hizo mucha fuerza para alzarla y se notaba que estaba pesada”.
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