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  • Gotas de cambio: Estrategias para ahorrar agua en las tareas del hogar

    Parana » El Once Digital

    Fecha: 24/10/2025 12:30

    El agua es, sin lugar a dudas, uno de los recursos naturales más valiosos y finitos del planeta. En un contexto global marcado por el estrés hídrico y la necesidad imperante de la conservación, la responsabilidad de su uso eficiente comienza en el espacio más íntimo: el hogar. El agua es, sin lugar a dudas, uno de los recursos naturales más valiosos y finitos del planeta. En un contexto global marcado por el estrés hídrico y la necesidad imperante de la conservación, la responsabilidad de su uso eficiente comienza en el espacio más íntimo: el hogar.   Adoptar una cultura de ahorro de agua no es solo una medida de conciencia ecológica, sino una estrategia inteligente que se traduce directamente en la sostenibilidad de los ecosistemas y en una reducción palpable en los costos de los servicios. Contrario a la creencia popular, el mayor consumo de agua no siempre proviene de actividades recreativas o industriales, sino de hábitos cotidianos y fugas silenciosas que se dan en el baño y la cocina.   Por ello, la implementación de hábitos sencillos y ajustes de bajo costo en la infraestructura doméstica puede generar un impacto drástico y positivo. Convertir el ahorro en una práctica consciente requiere conocimiento sobre dónde y cómo se está desperdiciando el recurso. A continuación, se presenta una guía práctica y esencial con estrategias específicas para optimizar el uso del agua en las áreas de mayor consumo del hogar. Desde la recolección de agua en la ducha hasta la instalación de dispositivos de bajo caudal, estas "gotas de cambio" son los pasos fundamentales que transformarán su rutina en un modelo de eficiencia y responsabilidad ambiental.   El baño: Priorizar la ducha breve y recolectar   El baño es, indiscutiblemente, la zona del hogar que registra el mayor consumo de agua. Muchas marcas, tales como Domec y Samsung, están comprometidas en desarrollar electrodomésticos de alta eficiencia que representen un ahorro de energía y de recursos.   Sin embargo, desde lo personal se pueden realizar acciones para mitigar este gasto, la primera regla de oro es priorizar la ducha breve en lugar del baño de tina, ya que llenar una bañera puede requerir hasta 250 litros, mientras que una ducha eficiente se mantiene por debajo de los 100. Se recomienda limitar la duración de la ducha a un máximo de cinco minutos. Un hábito de ahorro crucial y muy simple es la recolección del agua fría que sale de la regadera mientras se espera a que alcance la temperatura deseada. Al colocar un balde o un recipiente debajo, se pueden capturar varios litros que, de otro modo, se perderían por el desagüe.   Esta agua recolectada es perfectamente útil y puede ser reutilizada de diversas maneras: desde mirar plantas o jardines, hasta limpiar pisos o, de forma muy práctica, para rellenar la cisterna del inodoro. Con estas sencillas acciones, se reduce estrictamente el volumen de agua consumida sin afectar la higiene personal.   El lavabo: Cerrar el grifo es esencial   En el lavabo, la mayor pérdida de agua proviene de la inercia de dejar el grifo abierto, permitiendo que el agua corra sin ser utilizada activamente. El principio fundamental de ahorro aquí es cerrar el grifo mientras se realizan tareas que no requieren el flujo continuo de agua.   Este simple cambio de hábito aplica a rutinas como cepillarse los dientes, enjabonarse las manos o afeitarse. Por ejemplo, al cepillarse con el grifo abierto se pueden desperdiciar hasta seis litros de agua por minuto, mientras que llenando un vaso con agua se gasta menos de medio litro.   Otra medida de bajo costo y alta eficiencia es la instalación de aireadores o reductores de caudal en los grifos. Estos dispositivos se enroscan en la punta del grifo y mezclan el agua con aire. De esta forma, mantienen la sensación de presión y el confort para el usuario, pero reducen el caudal de agua consumida hasta en un 50%, haciendo que cada gota sea más eficiente.   La cocina: Lavado inteligente de alimentos y vajilla   En la cocina, la clave para el ahorro de agua está en evitar el flujo constante y en maximizar el uso de los electrodomésticos eficientes. Se trata de eliminar el desperdicio generado por el agua que corre sin un propósito directo.   Para el lavado de frutas y verduras, el método más eficiente es utilizar un recipiente o llenar parcialmente el fregadero (usando un tapón) en lugar de hacerlo bajo el grifo abierto. El agua resultante, rica en nutrientes y limpia, puede ser inmediatamente reutilizada para regar las plantas, cerrando así un ciclo de ahorro.   En cuanto a la vajilla, el consenso de los expertos es que los electrodomésticos eficientes son la mejor opción respecto del ahorro, siempre que se utiliza correctamente. En sintonía, los modelos modernos de los lavavajillas Whirlpool, por ejemplo, están diseñados para operar con mucha menos agua y energía que el consumo que se genera al lavar los platos bajo un grifo corriente.   Es esencial usarlos solo cuando esté a carga completa y evitar el prelavado manual de los platos, ya que los ciclos del lavavajillas están optimizados para eliminar residuos sin necesidad de ese gasto de agua adicional. Si lava a mano, use un recipiente con agua y jabón para el lavado, y otro con agua limpia para el enjuague.   El inodoro: Uso eficiente de la cisterna   El inodoro es una de las fuentes de consumo de agua más significativas en el hogar, ya que las descargas pueden consumir un gran volumen de litros con cada uso. Por ello, la gestión eficiente de la cisterna es fundamental.   La primera medida es simple, pero crucial: evitar arrojar residuos (como papel higiénico, toallitas o colillas) al inodoro para prevenir descargas innecesarias que malgastan agua. Además, si es viable, la instalación de un mecanismo de doble descarga o cisterna de doble volumen permite elegir entre una descarga parcial (para líquidos) o una total (para sólidos). Esta elección reduce el consumo de agua a la mitad en la mayoría de los usos.   Si la sustitución de la cisterna no es una opción, se puede implementar una solución temporal y sencilla: colocar una botella de plástico llena de agua o un ladrillo dentro del tanque. Esto reduce el volumen de agua que el tanque puede contener, forzando un menor consumo por descarga, sin afectar la funcionalidad esencial del inodoro.   Fugas y mantenimiento: Reparar a la brevedad   El inodoro es una de las fuentes de consumo de agua más significativas en el hogar, ya que las descargas pueden consumir un gran volumen de litros con cada uso. Por ello, la gestión eficiente de la cisterna es fundamental.   La primera medida es simple, pero crucial: evitar arrojar residuos (como papel higiénico, toallitas o colillas) al inodoro para prevenir descargas innecesarias que malgastan agua. Además, si es viable, la instalación de un mecanismo de doble descarga o cisterna de doble volumen permite elegir entre una descarga parcial (para líquidos) o una total (para sólidos). Esta elección reduce el consumo de agua a la mitad en la mayoría de los usos.   Si la sustitución de la cisterna no es una opción, se puede implementar una solución temporal y sencilla: colocar una botella de plástico llena de agua o un ladrillo dentro del tanque. Esto reduce el volumen de agua que el tanque puede contener, forzando un menor consumo por descarga, sin afectar la funcionalidad esencial del inodoro.

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