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» Misioneslider
Fecha: 24/10/2025 07:30
La mirada sincera de Alice Neel Andy Warhol está encogido, con una cicatriz que le parte el abdomen y una faja para sostenerlo. Los tonos son de quirófano: helados. Valerie Solanas le disparó en The Factory, semillero de artes y delirios que él lideraba en Nueva York. “Warhol ya no era el ícono inalcanzable, era un hombre frágil, y eso es lo que quise mostrar. La vulnerabilidad también es belleza”, explicó Alice Neel. Así retrataba Neel. No pintaba rostros, pintaba vidas. Se definió perfectamente: “Soy una coleccionista de almas”. Andy Warhol por Alice Neel. Foto: archivo Alice Neel usó estrategias expresionistas pero es mejor definirla por su capacidad para mirar sin prejuicios y con una ternura áspera. De hecho, Warhol fue casi una excepción en la obra de Neel, aunque a esa pintura se la considera entre sus creaciones maestras. Héroes y miserables Alice Neel era blanca. Nació en 1900 y fue criada en Colwyn, un pueblito de Pennsylvania. Su vida estuvo marcada por pérdidas. “Fueron golpes que nunca superé del todo. Pero el dolor también me dio una profundidad para mirar con compasión real”, declaró. Georgi Arce, de 1955. Archivo Alice Neel no iba a parar hasta el final. Poco después, conoció al puertorriqueño Santiago Negrón y se fue a vivir con él al Harlem latino. “Seguí pintando”, dijo ella. “Solía trabajar cuando el bebé dormía”. Honestidad brutal Alice Neel vivió en un Harlem repleto de desigualdades raciales y económicas que pocos querían mirar. «Chicos dominicanos de la calle 108», de Alice Neel. Foto: archivo Alice Neel dejó en sus cuadros espejos para reconocernos sin desconocer a los demás. Esa es la gran lección que su legado seguirá ofreciendo, con el sello Neel de honestidad brutal. Una vez le preguntaron a Alice Neel qué hay que tener para ser artista. «Hipersensibilidad y la voluntad del diablo. Nunca rendirse», respondió. Como en la vida.
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