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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 22/10/2025 05:16
Las apps de citas para mayores de 50 redefinen el amor en la madurez: tecnología, vínculos y nuevas formas de encontrarse. La búsqueda de pareja en la madurez experimenta una transformación significativa gracias a la irrupción de las plataformas digitales, que adaptan sus servicios para responder a las necesidades de los usuarios mayores de 50. Las aplicaciones de citas dejaron de ser una rareza y se consolidan como una alternativa real y eficaz para quienes desean iniciar una nueva relación sentimental en esta etapa de la vida. El auge de las plataformas responde a una demanda creciente: cada vez más personas de la generación silver buscan compañía, amistad o amor, y encuentran en la tecnología un aliado para superar las barreras tradicionales. La psicóloga Ileana Mateo (matrícula 2713) analiza cómo estas herramientas digitales pueden ser tanto un recurso de revitalización emocional como un escenario de frustración y soledad. “Lo clave de su impacto dependerá de la posición subjetiva con la que cada uno se sostenga frente a la mirada del ‘otro digital’: si se busca reconocimiento, y se depende del match, del like, esto puede generar frustración, ansiedad, enojo, angustia, malestar; o si se apela al uso de las mismas como un recurso para buscar un encuentro, un diálogo, pueden revitalizar el deseo y puede ser el inicio de un vínculo.” Las apps de citas pueden ser un recurso de revitalización emocional, pero también en ciertos casos un escenario de frustración y soledad (Imagen Ilustrativa Infobae) El fenómeno de la exposición digital multiplica la vulnerabilidad emocional. “En el último tiempo escuché más cierta queja en relación al vacío que generan las mismas, donde lejos de ser un espacio de conexión se vivencia un espacio de exhibición, el otro como una figurita totalmente despersonalizado y eso genera cansancio y soledad. Es decir, muchos entran con la ilusión de encontrar un vínculo pero rápidamente esta se desvanece, aumentando el malestar del desencuentro, y es así como se suben o bajan la aplicación con cierto malestar”, describió Mateo. Entre las opciones más populares destaca Ourtime, una aplicación diseñada específicamente para mayores de 50 años. La plataforma se distingue por un cuidado marcado en la seguridad y la personalización. Cada usuario puede definir con detalle sus preferencias y expectativas, mientras Ourtime permite filtrar perfiles por intereses, ubicación y valores, haciendo más probable encontrar alguien afín y evitar encuentros que no aporten nada. El panorama internacional muestra una oferta diversa de servicios orientados a este segmento. Según la revista Glamour, aplicaciones como Hinge y Match también cuentan con una base significativa de usuarios mayores, aunque su enfoque no es exclusivo para este grupo etario. En estos casos, la clave está en ajustar los filtros de edad y preferencias para maximizar las posibilidades de encontrar perfiles compatibles. La experiencia de cada usuario puede variar según la plataforma. Conviene mirar con atención la facilidad de uso, la calidad de los perfiles y la rapidez del soporte al cliente, esos detalles que deciden si una interacción fluye o se queda en suspenso. El asesoramiento personalizado y los servicios de 'matchmaker' ganan relevancia entre adultos mayores que buscan pareja. Algunos servicios ponen el foco en el asesoramiento personalizado en la búsqueda de pareja para adultos mayores. La figura del “matchmaker” o intermediario profesional puede resultar útil para quienes valoran la confidencialidad y prefieren delegar parte del proceso de selección. Este enfoque reduce la ansiedad que genera la exposición pública y permite acercarse a los encuentros de manera más cuidadosa, adaptada a las expectativas de cada persona. Las plataformas de citas contribuyen al bienestar emocional y social de los adultos mayores. Pero no siempre cumplen con el deseo. La seguridad y la privacidad constituyen preocupaciones recurrentes entre los usuarios de mayor edad. Las aplicaciones especializadas suelen implementar medidas adicionales para proteger la información personal y evitar fraudes. El control de perfiles falsos y la verificación de identidad son aspectos que los usuarios valoran especialmente, ya que contribuyen a generar un entorno de confianza. La era del ‘mercado amoroso’ La psicóloga subraya que estas plataformas modifican la forma de acercarse al otro, especialmente en la madurez, cuando los lazos sociales suelen reducirse. “En la madurez, donde muchos lazos se han reducido —por jubilaciones, duelos, cambios familiares o cierta retracción social—, estas herramientas pueden abrir un espacio de palabra y posibilidad: reintroducen la curiosidad, el juego y el intercambio.” No obstante, advierte sobre el riesgo de que el encuentro quede subsumido por la lógica del mercado amoroso: “Un lugar donde el otro se transforma en un objeto a elegir, consumir y/o descartar. Allí, no hay socialización, hay uso y descarte, en donde no hay un registro del otro en tanto otro sino del otro en tanto objeto. Esto es muy degradante y aplastante y es una forma de violencia.” La diferencia generacional y la falta de madurez emocional afectan la experiencia en plataformas de citas. (Freepik) El desafío, según Mateo, reside en que el usuario no quede reducido a una mercancía afectiva ni al imperativo de “gustar”, sino que logre apropiarse de la herramienta como un recurso singular. “El punto clave es cómo uno se posiciona frente a la herramienta y si esta puede habilitar o no la experiencia humana de encuentro, el deseo y la palabra. De hecho, la mayoría de las relaciones que prosperan a raíz de estas plataformas tienen que ver con que mediante la misma se construyó un puente de diálogo, una vía de acceso para conocer al otro, su historia, donde se puede ir más allá de la imagen apostando a la palabra.” Qué se busca y qué se encuentra en las app de citas “En muchos casos, lo que se busca es reconectar con el lazo, volver a ocupar un lugar en la escena del deseo y de la palabra, entretenerse o simplemente tener un encuentro sexual”, detalló Mateo. También señaló que, tras duelos, separaciones o transformaciones familiares, se busca en la virtualidad un nuevo escenario de intercambio. “Muchas mujeres en el consultorio se quejan que encuentran a hombres casados allí y que esto no los frena a la hora de buscar el encuentro. Utilizan la plataforma para abrir la puerta a la infidelidad.” La exposición digital en la madurez puede aumentar la soledad y el cansancio emocional. Qué pasa después de un duelo El impacto emocional de estas experiencias puede ser profundo, especialmente cuando existen historias previas de pérdidas o fracasos. “Cuando uno tiene 50 años o más viene con historias de fracasos, heridas, rupturas, fallidos que si los mismos no se han elaborado o trabajado pueden ser perjudiciales a la hora de revincularse. El otro día una paciente me decía: ‘Hay mucha gente rota, que hace daño, como una forma de drenar su dolor y eso me da miedo’”, compartió Mateo. Para quienes han atravesado la viudez o la pérdida de una pareja, la especialista considera que estas plataformas pueden ser un recurso viable, siempre que el duelo haya sido elaborado. “El tema en estos casos creo que es poder hacer el duelo, con todo el proceso de elaboración y tiempo que el mismo implica. El riesgo es que la plataforma opere como una forma maníaca de negar la pérdida y aturdirse en nuevas relaciones”, advirtió. La interacción digital, según la psicóloga, puede ser un punto de partida, pero no reemplaza la presencia física. “Yo creo que la interacción digital siempre puede ser un inicio, un puente, pero para consolidar relaciones significativas necesitamos la presencia, el cuerpo, la interacción real con el otro. El encuentro presencial con el otro genera miedos, incertidumbre, conlleva asumir otros riesgos pero también abre la puerta a lo que nos hace humanos, el contacto íntimo, es lo que nos conecta a la vida.” La interacción digital puede ser un puente, pero no reemplaza la importancia del encuentro presencial. El mandato social de permanecer activo y deseante atraviesa a los usuarios de todas las edades, pero en la madurez puede adquirir matices particulares. “El sujeto contemporáneo —también en la madurez— está capturado por el mandato del disfrutar, de seguir deseando, de no retirarse de la escena del consumo amoroso. En ese sentido, muchas veces la búsqueda no nace del deseo genuino, sino del imperativo social de permanecer activo, atractivo y conectado”, explicó Mateo. Así, las plataformas “se vuelven espejos del malestar en la cultura contemporánea: ofrecen compañía, pero también refuerzan la soledad; prometen encuentros, pero multiplican la fugacidad." Los desafíos emocionales en la era de gosthing “No se trata de cerrar o de abrir apps sino de poder preguntarnos realmente qué deseamos, qué buscamos en una app, qué lugar le otorgamos a la plataforma. El problema es que muchas veces consumimos en automático sin preguntarnos qué es lo que buscamos”, reflexionó la psicóloga. El fenómeno del ghosting, frecuente en estos entornos, puede resultar especialmente doloroso para los mayores de 50 años. “El ghosting es una experiencia que duele porque deja sin palabras e instala la pregunta ‘¿qué hice mal?’. Es la desaparición del otro sin explicación, un vacío que desorienta y confronta al sujeto con su propia falta de control sobre el deseo ajeno. Puede reactivar viejas heridas: recuerdos de rechazo, abandono o pérdida que parecían ya elaborados”, describió Mateo. “Una estrategia reparadora es poner palabras al dolor, no esconderlo ni negarlo, hablarlo, escribirlo, nombrar la herida. No para encontrar una explicación del otro, sino para tramitar lo que a uno le pasa. Nombrar es elaborar; callar, en cambio, es quedar capturado por la ausencia”. En tiempos donde los vínculos parecen medirse, Mateo recuerda: “Vale recordar que amar es un acto incierto e incontrolable.”
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