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» El Santafesino
Fecha: 22/10/2025 02:33
Con resultados concretos, la UNL reafirma su compromiso con la sostenibilidad ambiental. Con la suma de tecnología y gobernanza, en el último año se ahorraron 180 millones de pesos en el consumo energético. Facebook Twitter WhatsApp En el marco del Día Mundial del Ahorro Energético, la Universidad Nacional del Litoral (UNL) reafirma su compromiso con la sostenibilidad ambiental a través de su Proyecto Institucional de Gestión Eficiente de la Energía, que busca promover un uso racional, eficiente y responsable de los recursos energéticos en todos los ámbitos universitarios. En este sentido, se presentó un informe al Consejo Superior con datos concretos de las líneas de acción encaradas. Al respecto, Ignacio Schneider, director de Sostenibilidad y Gestión Ambiental aseguró que “la UNL sigue consolidando sus acciones de gestión eficiente de la energía. Durante el último año, se afianzó un sistema de gestión energética que combina el fortalecimiento de la gobernanza, la incorporación de tecnología y la participación de la comunidad universitaria”. Acciones y ahorros Con más de 50 edificios distribuidos en seis ciudades del centro-norte santafesino, el desafío es considerable: solo en 2024, la energía eléctrica representó más del 44% de los gastos de funcionamiento de la Universidad y fue responsable de más del 50% de sus emisiones de gases de efecto invernadero. Frente a este panorama, se implementaron medidas concretas que permitieron evitar gastos por más de 180 millones de pesos en el último año, gracias a la revisión de los contratos de suministro eléctrico y la adopción de un régimen de contratación estacional, que ajusta la potencia contratada a la demanda real de cada período, en cada suministro. “Dentro del informe destacamos distintas acciones, algunas relacionadas con la revisión de la contratación, se han desarrollado distintas estrategias para el análisis de cada uno de los suministros. A partir de la sistematización de esta información y de trabajar con los responsables energéticos locales en cada edificio, nos ha permitido elaborar estrategias y guías que, concretamente, han significado un ahorro sustancial del orden de 180 millones de pesos”, puntualizó Schneider. Monitorear los consumos Otro eje fundamental del proyecto es la incorporación de tecnología de telemedición. Actualmente, la universidad cuenta con más de 25 sensores instalados en distintos edificios y servicios concesionados, que permiten monitorear en tiempo real los consumos eléctricos, detectar picos de demanda y mejorar la planificación de usos energéticos. Esta información se integra a la plataforma de Gestión de Energía UNL, una herramienta que sistematiza datos de facturación, gestiona incidencias y genera indicadores útiles para la toma de decisiones institucionales. Al respecto, Schneider especificó que “sumado a la incorporación de tecnología, por ejemplo, hoy contamos con más de 25 dispositivos de medición en tiempo real en los distintos edificios; es información que nos permite tomar decisiones acompañado de instancias de capacitación con el personal y, por supuesto, la sensibilización, la concientización con la comunidad”. Formación y participación La formación y la participación también son pilares de esta política. A través de cursos de capacitación, más de 60 agentes del personal no docente participaron en instancias de formación en eficiencia energética, mantenimiento de equipos y diagnóstico de consumos. Además, se involucra a la comunidad estudiantil a partir de prácticas profesionalizantes. En la Escuela Industrial Superior, por ejemplo, se llevó adelante un relevamiento participativo en el que se analizaron más de 100 espacios y 1.000 equipos eléctricos y se generó un protocolo de diagnóstico replicable en otros ámbitos. Estas experiencias fortalecen el vínculo entre gestión, docencia y formación profesional, e integra el aprendizaje con la acción concreta. Finalmente, Schneider recordó que en el Plan Institucional Estratégico de la Universidad la sostenibilidad ambiental es un eje transversal: “en este marco tenemos un proyecto institucional de gestión eficiente de la energía en la UNL, y desde este proyecto hemos elaborado un informe al Consejo Superior que sintetiza distintas acciones realizadas en los últimos 12 meses. El objetivo concreto es promover el uso racional y eficiente de la energía tanto por su impacto económico como por su impacto ambiental”, subrayó. El Proyecto Institucional de Gestión Eficiente de la Energía de la UNL fue aprobado por el Consejo Superior mediante la Resolución N° 177/25, forma parte del Subprograma de Gobernanza Ambiental y se inscribe en los objetivos del Plan Institucional Estratégico 100+10, donde la sostenibilidad ambiental es un eje transversal. El Día Mundial del Ahorro de Energía se celebra cada 21 de octubre para fomentar el uso eficiente de los recursos energéticos y promover la sostenibilidad. Fue establecido por el Foro Energético Mundial en 2012 con el objetivo de generar conciencia sobre el impacto ambiental del consumo de energía y la necesidad de adoptar prácticas de ahorro. Por ello, la UNL invita a reflexionar sobre la importancia del ahorro de energía como un acto cotidiano y colectivo. El uso racional y eficiente no solo representa una decisión técnica y económica, sino también una responsabilidad ambiental y social que contribuye a un futuro más sustentable; estas acciones buscan consolidar una cultura energética sostenible que involucre a toda la comunidad universitaria.
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