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Concordia » Hora Digital
Fecha: 21/10/2025 22:57
Los sueños con contenido erótico reflejan aspectos emocionales, vínculos personales y deseos internos, según especialistas en psicología y neurociencia. Despertar tras un sueño sexual suele generar sensaciones variadas como desconcierto, curiosidad o inquietud. Aunque comúnmente se piensa que estos sueños expresan deseos inconscientes, los expertos advierten que su significado es mucho más complejo y personal. Lejos de ser simples manifestaciones de impulsos reprimidos, los sueños sexuales pueden ofrecer pistas sobre emociones, relaciones interpersonales y anhelos de crecimiento individual. Un estudio realizado en 2019 con casi 3.000 adultos indicó que alrededor del 18% de los sueños reportados contenían contenido erótico. Más recientemente, una investigación de 2025 con más de 300 estudiantes universitarios en Estados Unidos mostró que más de la mitad, especialmente los hombres, reconocieron haber tenido sueños sexuales. Sin embargo, interpretar estos sueños de forma literal puede ser engañoso. Antonio Zadra, profesor de psicología e investigador en el Centro de Investigación Avanzada en Medicina del Sueño de la Universidad de Montreal, explicó a TIME que no existe una correspondencia directa entre lo que ocurre en el sueño y su significado real. Según Zadra, “los sueños relacionados con el sexo pueden ser metáforas de la intimidad, de cómo nos perciben los demás, o reflejar tensiones y barreras en las relaciones”. Esta idea se apoya en la hipótesis de la continuidad, que sostiene que los sueños suelen reflejar preocupaciones y pensamientos de la vida cotidiana. La psicología del sueño sugiere que la frecuencia de los sueños eróticos puede estar vinculada al tiempo que una persona dedica a fantasías sexuales durante el día, aunque no siempre es así. En ocasiones, estos sueños señalan deseos ocultos, necesidades emocionales o el anhelo de desarrollarse en nuevas facetas personales. Gary Toub, psicólogo clínico citado en el medio mencionado, afirmó que los sueños sexuales “buscan ayudar a las personas a sentirse más completas, mostrando piezas faltantes de sí mismas”. Para Toub, el sexo en los sueños puede simbolizar la unión de diferentes partes de la personalidad del soñante. Los escenarios más comunes en estos sueños incluyen encuentros con exparejas, amigos, figuras de autoridad como jefes o celebridades, situaciones en lugares públicos o inusuales, e incluso infidelidades propias o de la pareja. Los especialistas coinciden en que interpretar estos sueños literalmente es un error. Por ejemplo, soñar con tener sexo con un amigo o jefe podría indicar el deseo de incorporar alguna cualidad de esa persona, como la compasión o la autoridad, o bien la necesidad de conectar emocionalmente o buscar aprobación. En el caso de soñar con una persona del mismo sexo, si el soñante es heterosexual, esto podría simbolizar el deseo de desarrollar cualidades como la creatividad o la espiritualidad. Otros ejemplos incluyen sueños de masturbación, que pueden reflejar la búsqueda de mayor placer en la vida diaria, o sueños de infidelidad, que podrían estar relacionados con el deseo de crecimiento personal y la exploración de aspectos internos no reconocidos. Cuando el sueño involucra a la pareja siendo infiel, Zadra advirtió que la reacción emocional al despertar puede ser intensa, pero esto no implica necesariamente sospechas reales de engaño. Más bien, podría señalar la necesidad de mayor atención o cercanía en la relación, o indicar que algún aspecto de la misma requiere cuidado. La interpretación de los sueños sexuales debe alejarse de diccionarios de sueños y explicaciones universales. Jeanette Raymond, psicóloga clínica en Los Ángeles, subrayó que “no existe un significado universal para cada símbolo o acción en un sueño; el sentido suele estar en la experiencia personal del soñante”. La vividez y el recuerdo de estos sueños suelen indicar que contienen mensajes importantes sobre asuntos no resueltos o necesidades actuales. Para analizarlos, Raymond recomendó comenzar por identificar las emociones experimentadas al despertar, ya que sensaciones de consuelo, por ejemplo, pueden estar relacionadas con la superación de inseguridades en una relación. Zadra sugiere reflexionar sobre la identidad de las personas presentes en el sueño, las cualidades que representan y el contexto emocional de la experiencia onírica. Preguntarse por qué surge ese sueño en un momento determinado puede ayudar a descubrir aspectos desconocidos de uno mismo. Toub añadió que los sueños emplean un lenguaje antiguo de metáforas y símbolos, y que su desciframiento puede revelar mensajes valiosos sobre la vida personal. Dado que interpretar los sueños puede ser complicado en solitario, Raymond aconseja plasmar imágenes del sueño en dibujos o compartir la experiencia con alguien de confianza para facilitar la comprensión y establecer conexiones entre el contenido onírico y la vida cotidiana. Los sueños sexuales pueden convertirse en una herramienta para el autoconocimiento y la mejora de las circunstancias personales. Estos sueños ocurren durante la etapa de movimientos oculares rápidos (REM) y representan expresiones del subconsciente, permitiendo que la mente despliegue escenas fantásticas o explore deseos, temores e inquietudes personales. Lucía Crivelli, jefa de Neuropsicología en Adultos de Fleni y doctora en Psicología especializada en Neurociencia Cognitiva Aplicada, explicó en una nota reciente de Infobae que los sueños aparecen entre cuatro y seis veces cada noche y cumplen un papel crucial en la creatividad y la gestión emocional. Según la especialista, los sueños no son relatos aleatorios, sino puentes entre recuerdos actuales y pasados que activan áreas cerebrales asociadas con la creatividad, libres de la intervención del pensamiento racional. “Durante el sueño, se desactiva la corteza frontal dorsolateral, permitiendo que nuestras funciones cerebrales florezcan sin ser interrumpidas por la lógica”, detalló. Recordar varios sueños durante la noche no suele ser indicio de un descanso de calidad, advierten especialistas en sueño. El neurofisiólogo Eduard Estivill explicó en el podcast B3tter que esta situación suele asociarse a interrupciones en los ciclos de sueño, especialmente durante la fase REM, en la que surgen los sueños más vívidos. Estivill señaló que cuando una persona recuerda numerosos sueños en una sola noche, probablemente haya experimentado despertares breves o “microdespertares”, lo que indica que el sueño no fue profundo ni reparador. Estas interrupciones, que suelen pasar desapercibidas, ocurren principalmente en la fase REM, responsable de aproximadamente un 25% del tiempo total de descanso, según la National Sleep Foundation. Para quienes las experimentan, la calidad del sueño disminuye y puede traducirse en cansancio al despertar. El envejecimiento también influye en la memoria de los sueños. A medida que las personas envejecen, el sueño se vuelve más ligero y fragmentado, lo que explica por qué los adultos mayores recuerdan sueños con mayor frecuencia. Estivill señaló que este cambio debe considerarse una señal de menor profundidad en el descanso y un aspecto importante para la salud. Además, el entorno emocional afecta la calidad del sueño: el estrés y la ansiedad aumentan la frecuencia de despertares y pueden intensificar los recuerdos de sueños o provocar pesadillas. Shelby Harris, psicóloga especializada en medicina conductual del sueño, indicó que las personas ansiosas o deprimidas tienden a recordar sus sueños con mayor frecuencia, probablemente porque se despiertan más a menudo.
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