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» Notife
Fecha: 20/10/2025 20:31
El último acto de Rocky en Buenos Aires guardaba una sorpresa que ningún libreto podría haber anticipado. Entre el sonido de los aplausos, la emoción contenida y la multitud de espectadores puestos de pie, Ian Delbino —un niño de nueve años de Humboldt, Santa Fe— se convirtió en protagonista central de una noche inolvidable. Nació con agenesia, una condición que implica la ausencia congénita de ambos miembros inferiores, pero desde sus primeras palabras y pasos supo que su vida estaría marcada por la fuerza, la pasión y una tenacidad fuera de lo común. Desde los diez meses, utiliza prótesis adaptadas: algunas pensadas para las rutinas diarias, otras especialmente diseñadas para que nada le impida correr tras una pelota o sentir en la piel la velocidad del atletismo. Ama el fútbol, vive el atletismo con entrega y arroja cada gota de esfuerzo como si cada día fuese una final. ¿Quién podría decirle lo contrario? Ian Delbino, un ejemplo de vida. El joven deportista que emocionó a Nico Vázquez, Dai Fernández y todos los presentes en Rocky. Video Nico Vázquez pic.twitter.com/R83B8wG5P9 — Revista PRONTO (@Revista_PRONTO) October 20, 2025 La familia Delbino aprendió rápido cómo enfrentar la adversidad. Junto a Ian, pusieron en marcha la campaña #CelebremosLasDiferencias, una invitación a visibilizar y abrazar la diversidad, y a desmontar de raíz cualquier mirada que limite los sueños de quienes nacen o crecen con diferencias de extremidades. Quisieron sembrar conciencia y recogieron admiración, respeto y una comunidad cada vez más unida. La imagen compartida por Ian Delbino de esa impactante noche Las últimas horas escribieron una página imborrable en la historia familiar. Ian, su madre Marilina y su hermano Lautaro viajaron hasta la ciudad de Buenos Aires y ocuparon una butaca privilegiada en el Lola Membrives para presenciar Rocky, la celebrada obra con Nico Vázquez en el papel protagónico. Pero el momento decisivo llegaría al terminar la función: el actor camina por el pasillo, junto con la actriz Dai Fernández, entre la gente, dejándose llevar por el calor del público. Allí, entre las filas, aguardaba Ian. Fue un instante: Nico se acercó, miró a Ian y, sin dudarlo, lo tomó del brazo. Lo invitó a acompañarlo en ese trayecto tan cargado de simbolismo, y, acto seguido, lo levantó en brazos. Juntos, avanzaron por el pasillo ante una sala colmada de emociones. En esa secuencia -reflejada en uno de los videos que rápidamente circularon en redes sociales-, el joven Ian, con su prótesis en evidencia, levanta el puño al aire mientras la multitud estalla en un aplauso interminable. “Lo importante es volver a levantarse”, dice la leyenda que acompaña la imagen, convertida en testimonio de la superación cotidiana. Puede interesarte El propio Nico Vázquez compartió su experiencia poco después, y con palabras tan sinceras como potentes, dejó en claro el mensaje de la noche: “Siempre digo que Rocky somos todos, porque nos caemos y nos levantamos. Porque la vida no siempre es fácil, nos pasan cosas buenas y otras no tan buenas, pero siempre hay que levantarse. Anoche vino Ian Delbino a quien quiero y admiro mucho, junto a su mamá hermosa y su hermano Lautaro. Mientras salíamos, como Rocky y Adrián por el pasillo, como cada noche, lo invitamos a Ian a acompañarnos. Todo un teatro se llenó de emoción. Y una vez más entendí que de eso se trata: podemos caernos, pero siempre hay que levantarse y seguir avanzando”. Ian Delbino es parte del seleccionado juvenil de atletismo adaptado (Crédito: IG brianlopexx.ph) La gratitud y la admiración se multiplicaron con la voz de Dai Fernández, quien no pudo ocultar lo que sintió: “¡Qué hermoso tenerlos ahí! ¡Un placer gigante conocerlos personalmente. Son una familia hermosa”. Puede interesarte El eco de aquella ovación sigue latiendo. No es solo el acto de un artista solidario, ni el valor inusual de un niño con corazón de atleta. Es el símbolo de una comunidad que quiere mirar distinto y mejor. Ian Delbino —el niño que desafía la adversidad, que convierte la lucha diaria en alegría colectiva, que inspira campañas y derriba barreras— se convirtió, por una noche y para siempre, en el Rocky de todos.
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