20/10/2025 12:50
20/10/2025 12:50
20/10/2025 12:49
20/10/2025 12:49
20/10/2025 12:49
20/10/2025 12:49
20/10/2025 12:47
20/10/2025 12:47
20/10/2025 12:46
20/10/2025 12:46
» Derf
Fecha: 20/10/2025 09:51
El Gobierno de Javier Milei se adentra en la recta final de las elecciones parlamentarias del próximo domingo con una volatilidad en el frente financiero que en las últimas semanas intentó frenar por todas las vías, sin demasiado éxito. El viernes, pese a los anuncios de intervención del Tesoro americano en el dólar oficial y en la brecha, todas las cotizaciones cerraron con alzas superiores al 3%: el oficial volvió a los $1.475 en los bancos y en el mercado financiero el CCL terminó a $1.531, por encima del techo de la banda de flotación. El precio del dólar marca la desconfianza del mercado justamente respecto a la sostenibilidad del esquema de bandas más allá del próximo lunes. Ni los anuncios de Donald Trump, ni la promesa de una ayuda «redoblada» para Argentina que rondaría los US$ 40.000 millones, ni la venta directa del Tesoro de Estados Unidos en el mercado doméstico consiguieron corregir las expectativas, que para muchos analistas de la City se encuentran «desancladas». Esto se evidencia en la descoordinación entre las tasas más cortas en pesos y el precio del tipo de cambio. Del lunes al miércoles de la última semana, los rendimientos en moneda local de más corto plazo volvieron a superar el 100%, lo que obligó al Tesoro argentino a «liberar más liquidez» en la licitación de deuda de mitad de semana y lo que seguramente explicó finalmente parte del salto del dólar del viernes. Esta nueva inyección de pesos es la que presionó sobre el tipo de cambio sobre el final de la semana. En la City, estiman que, por orden del Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, se vendieron más de US$ 350 millones en las últimas ruedas. «El volumen operado volvió a ser significativo y similar a los de fines de abril con la liberación de las restricciones cambiarias», apuntaron en la consultora LCG. «Descontábamos que la demanda de cobertura previa a las elecciones sería relevante, algo que Bausili estimó en torno a 40% del M2 en la charla que dio a inversores esta semana organizada por Atlantic Council. Pero sin oferta del agro (que, como se esperaba liquida ahora a razón de apenas US$ 25 millones diarios), las ventas vienen de parte del Tesoro americano y de aquellos privados que apuestan al carry trade considerando que ahora hay un gigante dispuesto sostener el tipo de cambio». Sin contar con esta ayuda «extra» el poder de fuego del Tesoro argentino se volvió casi nulo. Sin embargo, los analistas de LCG estiman que, además de los US$ 325 millones que restaban de las compras que el organismo hiciera producto de la «liquidación express del agro», el Tesoro podría haber sumado en los últimos días otros US$ 120 millones aprovechando «la oferta» de Scott Bessent. En paralelo, en las últimas cinco ruedas el Central perdió US$ 888 millones de sus reservas, sin haber intervenido directamente en el mercado de cambios. Con todo, este «colchón» parece demasiado «flaco» como para afrontar los vencimientos de deuda cercanos los US$7.000 millones que debería cancelar el Gobierno argentino de aquí a fin de año. Por eso, el mercado espera que los anuncios de ayudas financieras se concreten los antes posible, de modo de aportar cierta tranquilidad en ese frente. «En los próximos días se esperarían anuncios no solo en materia comercial, sino también en el frente financiero, vinculados a mayores definiciones con respecto a la implementación del swap y sobre el nuevo préstamo por US$20.000 millones que se estaría negociando en coordinación con el Tesoro estadounidense, con participación de JPMorgan, Bank of America, Goldman Sachs y Citigroup. Con solo cinco ruedas antes de los comicios, el mercado se mantiene en modo defensivo y a la espera de mayores precisiones», señalaron en la consultora Invecq. Con este marco, en el mercado esperan que la volatilidad de los últimos días se acentúe hacia el viernes. Gustavo Araujo, Head of Research de Criteria, comentó: «La pregunta central sigue siendo qué sucederá el 27 de octubre por la mañana. La respuesta depende de la distancia entre expectativas y realidad, así como de la interpretación que el mercado haga sobre la posición estadounidense. Una sorpresa electoral favorable para el gobierno podría generar una reacción alcista inmediata, reforzando la expectativa de continuidad de la asistencia estadounidense y estabilidad relativa. Por el contrario, una derrota significativa pondría en duda la asistencia concreta de EE. UU. y la capacidad política para avanzar en reformas estructurales durante la segunda mitad del mandato».
Ver noticia original