19/10/2025 03:42
19/10/2025 03:42
19/10/2025 03:39
19/10/2025 03:38
19/10/2025 03:37
19/10/2025 03:35
19/10/2025 03:35
19/10/2025 03:35
19/10/2025 03:35
19/10/2025 03:35
» Elterritorio
Fecha: 19/10/2025 00:48
Los sospechosos de captar por redes sociales y secuestrar a dos menores fueron imputados por grooming. No descartan delitos más graves y se aguardan pericias. sábado 18 de octubre de 2025 | 22:45hs. En una fábrica abandonada, hallaron y detuvieron a 3 hombres que permanecían con la menor. //Foto: Polmis. Quedan incógnitas por resolver en el caso por rapto y grooming contra dos adolescentes rescatadas el martes pasado en Garupá. Lo que se conoce desde entonces, tras un amplio operativo policial y de Infantería que se desplegó esa mañana, despertó alarmas no sólo en familiares y vecinos del barrio Ñu Porá, donde una de ellas fue hallada, sino en organizaciones sociales de todo el país que hoy posan sus ojos en la investigación que se instruye en Misiones. Entre las pocas certezas hasta la fecha, la Justicia ya avanzó en la toma de pruebas y medidas para resguardar la integridad de las víctimas y encontrar a los culpables. Por este caso hay seis hombres detenidos -entre ellos, dos policías-, que ayer por la mañana comparecieron ante el juez Juan Manuel Monte para contar su versión de los hechos y responder preguntas de las autoridades. Según pudo confirmar El Territorio tras consultar con fuentes dentro de la pesquisa, en el Juzgado de Instrucción Uno de Posadas sólo uno de los sospechosos decidió declarar: se trataría del sargento Enrique M. (43), quien se desligó de los hechos. Los demás - Pedro G. (37), Eugenio A. (63), Samuel N. (63) y Matías C. (19) y Cristian Rolando M. (38)- por recomendación de sus defensores, se abstuvieron y atendieron en silencio a las pruebas que los vinculan hasta el momento con este delito. Todavía restan informes médicos y de otras características para confirmar si las jóvenes fueron abusadas o si habrían sido vulneradas bajo efecto de drogas. Por esto, todos los sospechosos quedaron inicialmente imputados por grooming. Sobre la situación de los agentes policiales, desde la Jefatura de la provincia confirmaron que ya se iniciaron sumarios administrativos. El Código Penal Argentino sólo prevé condenas de hasta 4 años de prisión para los adultos que contactan a un menor de edad a través de internet, con el fin de someterlo o afectar su integridad sexual. Sin embargo, fuentes consultadas reiteraron que la investigación apenas empieza y que se requieren otros elementos probatorios y exámenes para determinar si existieron delitos más graves. Esto podría cambiar la carátula del caso y complicar la situación de los acusados. En tanto, los seis sospechosos permanecerán detenidos en comisarías jurisdiccionales en Posadas, mientras continúan las labores judiciales y el peritaje de celulares que fueron secuestrados en el allanamiento de la ex fábrica Envasadora Misionera en Ñu Porá. Allí, una menor de 13 fue rescatada y otra de 14 logró salir horas antes, después de -se presume- dos días extraviadas del hogar Papa Francisco de la capital. Se investiga abuso El procurador general Carlos Giménez advirtió en una entrevista radial al día siguiente del operativo en Garupá que “el delito de grooming es la puerta de entrada de otros más graves, como abuso o corrupción de menores”. Si bien la causa se maneja con sensibilidad y hermetismo, desde la Justicia no descartan ninguna línea investigativa y los recursos están puestos en determinar si las menores fueron atacadas o si fueron víctimas de material de abuso sexual infantil (Masi). Mismas o mayores dudas le quedaron a Ernesto, padre de la adolescente que logró escapar de la fábrica en Ñu Porá, quien acusó en charla con El Territorio que “no me dijeron nada de nada, me enteré todo por los medios y por mi hermana que me avisó que ‘la nena se escapó otra vez’”. El hombre recalcó que en reiteradas oportunidades intentó revincularse con su hija, aunque una orden de restricción judicial lo impide. Esto luego de que en 2020 fuera denunciado por abuso, lo que disparó una serie de medidas de protección que llevaron a que la menor fuera reubicada con otras familias hasta llegar al hogar. Pero, según contó, lo ocurrido en Garupá le ocasionó mayor desconfianza en la seguridad de la institución y reclamó su tenencia: “Quiero recuperar a mi hija y saber si estos tipos la tocaron”.
Ver noticia original