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CABA » Plazademayo
Fecha: 17/10/2025 16:53
Con una votación histórica en el Senado, Uruguay legalizó la eutanasia y se convirtió en el tercer país de América en reconocer el derecho a una muerte digna. La norma contempla casos de enfermedades incurables y sufrimientos insoportables. La Cámara de Senadores de Uruguay aprobó este martes la ley de eutanasia, también conocida como ley de Muerte Digna, convirtiéndose en el tercer país de América en legalizar esta práctica. La votación tuvo 20 votos afirmativos y 31 en contra, con apoyo transversal, aunque limitado, por fuera de las fuerzas tradicionales. El proyecto había sido impulsado inicialmente por el exdiputado colorado Ope Pasquet en marzo de 2020 y recibió media sanción de la Cámara de Representantes dos meses atrás. En esta ocasión, el Frente Amplio votó de forma unánime a favor, al igual que Pasquet y otros senadores suplentes del Partido Colorado. Por el Partido Nacional, solo Graciela Bianchi acompañó la iniciativa. La nueva ley establece un marco legal que permite a personas mayores de edad, psíquicamente aptas, que padezcan enfermedades terminales o sufrimientos físicos o psíquicos considerados insoportables, acceder al procedimiento de eutanasia de forma regulada. Una legislación inspirada en Europa y con base en los derechos humanos Inspirada en las normativas de países como Bélgica y Países Bajos, donde la eutanasia está legalizada desde 2002, la ley uruguaya define el paso a paso del procedimiento. Incluye salvaguardas médicas, instancias de reflexión y supervisión profesional, con el fin de evitar abusos y garantizar el consentimiento libre e informado de los pacientes. El texto aprobado especifica que podrán solicitar la eutanasia los ciudadanos uruguayos, naturales o legales, y extranjeros residentes habituales en el país. De esta forma, Uruguay se convierte en pionero en la región, sumándose a Colombia y Canadá, los otros dos países americanos con legislaciones similares. En un momento en que el debate sobre la muerte digna y la autonomía del cuerpo humano cobra fuerza en América Latina, esta sanción representa un avance significativo en materia de derechos individuales y bioética. La votación también refleja una sociedad cada vez más dispuesta a discutir temas antes tabú, como el final de la vida, desde una perspectiva humanista y respetuosa.
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