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» Diario Cordoba
Fecha: 16/10/2025 16:47
Los ayuntamientos del país tienen en general unas cuentas saneadas. Llevan años cumpliendo unas estrictas normas sobre la gestión del dinero público que contrastan con la ligereza con que se comportan, en materia fiscal, las administraciones de mayor rango, especialmente el Estado. Las entidades locales, vistas en su conjunto, tienen superávit, su deuda es manejable y cumplen con la regla de gasto. Aunque siempre hay excepciones, claro. Esta situación, si bien no es nueva, ha sido expuesta este jueves en Córdoba por quien quizás sea la mayor autoridad del país en el ámbito fiscal: la presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) Cristina Herrera. Lo ha hecho en el marco del 4º Congreso sobre Control Interno Local organizado por la Diputación y el Ministerio de Hacienda, con la presencia de cerca de 700 secretarios, tesoreros o interventores procedentes de todo el país. Inauguración del IV Congreso sobre Control Interno Local, con Pablo Arellano (interventor general del Estado), Enriqueta Chicano (presidenta del Tribunal de Cuentas), José María Bellido y Salvador Fuentes. / Víctor Castro Herrero ha explicado la situación actual de las finanzas del sector local, "mucho más favorable" que la que presentan la Administración Central, la Seguridad Social o las comunidades autónomas. Tres elementos explican, según su discurso, "su continua solvencia financiera desde hace muchos años, propiciada desde la Ley de Estabilidad". Esa norma se aprobó en 2012, en un contexto de profunda crisis económica, y estableció una estrictas reglas sobre cuestiones macroeconómicas como el techo de gasto, la deuda o el déficit de las administraciones públicas. Tres factores clave Los ayuntamientos "han cumplido con el superávit presupuestario salvo en 2022, cuando se suspendieron las reglas fiscales", dijo Herrera. Ese es el primer factor clave, ya que explica la sostenibilidad de las cuentas públicas. En resumen, viene a decir que los ayuntamientos gastan cada año un poco menos de lo que ingresan. Los datos de Airef indican que ese beneficio anual es de 3 o 4 décimas sobre el PIB y "este año esperamos que cierren en superávit, si bien algo inferior a 2024". Aunque los números puedan parecer muy pequeños, en realidad "destacan frente al déficit del resto de subsectores", explicó la presidenta del organismo de vigilancia. Cuando se gasta menos de lo que se ingresa, no se engorda la bola de la deuda pública. Ése es el segundo factor que explica el saneamiento de las cuentas municipales: "Este superávit continuado lleva a una posición financiera saneada". Los números de Airef indican que la ratio de deuda de los ayuntamientos está en el 1,4% del PIB, que este año podría quedarse en el 1,2%. De nuevo, porcentajes tan bajos sólo cobran sentido si se comparan por ejemplo con lo que debe el Estado español, por encima del 100% de todo el PIB nacional. Para entenderlo, significa que el país debería estar más de un año sin gastar absolutamente nada (ni obras, ni pensiones, ni sueldos de funcionarios y ni siquiera los intereses de los préstamos) para liquidar toda su deuda de golpe. Impensable, pero otros países democráticos están aún peor, con Japón a la cabeza. Finalmente, la presidenta de Airef ha destacado el "cumplimiento histórico de la regla de gasto" por parte de los ayuntamientos, que desde 2012 han seguido las normas en el 77% de los ejercicios, frente a un 40% en el caso de las comunidades autónomas y un 36,5% en la Administración Central. Los problemas en los ayuntamientos Un ejemplo práctico de la boyante situación de los ayuntamientos es el caso concreto de Córdoba capital. Cerró el ejercicio del año pasado con un superávit de 32 millones de euros (sobre un presupuesto superior a los 400 millones) y sus cuentas bancarias tienen un saldo positivo de más de 180 millones. En cuenta la deuda, ronda los 160 millones de euros pero se va reduciendo cada año, y en cualquier caso es muy inferior a su disponibilidad de dinero. A pesar de todo, las entidades locales no están exentas de problemas en la gestión del dinero público. Tanto el presidente de la Diputación, Salvador Fuentes, como el alcalde de Córdoba, José María Bellido (ambos presentes en el congreso), coincidieron en señalar la dificultad de ejecutar los presupuestos a tiempo. Nunca se cumple el 100% de lo que se ha puesto negro sobre blanco, ni siquiera cuando se dispone de una mayoría suficiente (en el primer caso) o absoluta (en el segundo). Fuentes, fiel a su estilo directo, reconoció que "no podemos montar presupuestos que sean cuentos, que luego no podamos cumplir". Belllido, por su parte, indicó que "nos cuesta llegar a la ejecución presupuestaria y en materia de contratación", por lo que pidió reformas legislativas que ayuden a cumplir los plazos. La oposición aprovecha la baja ejecución presupuestaria para hacer crítica política, pero esta situación es independiente del partido que gobierna. Ninguno abarca el 100% de los objetivos anuales, ya que el problema es estructural. La idea es que de este congreso salgan ideas y reflexiones que ayuden a las administraciones públicas a mejorar en este aspecto.
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