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» Diario Cordoba
Fecha: 16/10/2025 16:40
Claudia Goldin (Nueva York, 1946) recibió hace unos días con satisfacción la noticia de los nuevos premios Nobel de Economía -Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt-, colegas de profesión y, el primero, historiador económico como ella. Hace tres años fue Goldin la galardonada por la academia sueca, que reconoció sus estudios pioneros sobre la brecha de género. Fue la primera vez que un Nobel reconocía las aportaciones en materia de paridad y Goldin se convirtió así en la tercer mujer en la historia de los 'nobeles' en ganar uno. Atiende a EL PERIÓDICO desde la facultad de Economía y Empresa de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), donde ha acudido para impartir la lección inaugural del curso. Hace 30 años de su principal obra 'Understanding the Gender Gap'. ¿Cómo ha evolucionado la brecha de género durante los últimos 30 años? Puedo hablar de los datos que mejor conozco, que son los de Estados Unidos. Tal vez a tu audiencia le interese más España. No puedo hablar de España porque no la he estudiado durante ese periodo. En Estados Unidos, la mayoría diría que ha habido una especie de estancamiento desigual en la participación laboral. Hemos llegado a un punto en que las personas que no están en la fuerza laboral suelen ser quienes tienen hijos pequeños. Pero hay un grupo que ha aumentado mucho: las mujeres mayores de 55 años. ¿Qué descubrió? Edité un libro llamado 'Women Working Longer' donde documentamos eso. Vimos que las mujeres nacidas en 1940 [hoy tienen 85 años] aumentaron mucho su presencia en facultades de Derecho y Medicina. Así que, cuando llegaron a los 50 y 60 años, tenían carreras profesionales más consolidadas que las generaciones anteriores. En resumen, desde finales de los 80 y 90, el grupo con mayor aumento en la participación laboral fue el de las mujeres mayores de 55 años. Los demás grupos se mantuvieron bastante estables. Durante los últimos años Estados Unidos ha avanzado en la dirección correcta en cuestión de paridad ¿Qué indicadores considera más relevantes para evaluar ese progreso, más allá de la participación laboral? Creo que el progreso se mide por si las personas pueden hacer lo que quieren hacer. Ese es, para mí, el mejor indicador. Y mi sensación es que cada vez más mujeres logran lo que desean hacer. Desde alrededor de 1982, en EEUU el número de mujeres y hombres que se gradúan de la universidad es el mismo. Desde los años 70 vimos un gran aumento de mujeres en Derecho, Medicina y, un poco más tarde, MBAs y doctorados. Las nacidas antes seguramente querían hacerlo, pero no pudieron. Así que podemos decir que avanzamos en la dirección correcta. ¿Y cree que hoy seguimos avanzando en esa dirección correcta? No veo que vayamos en la dirección equivocada, aunque en EEUU muchos lo piensen. No lo reflejan los datos. La prensa se fija mucho si un número sube un poco o baja un poco, pero como historiadora económica sé que esas cifras varían bastante. No puedo decir que avancemos justo como me gustaría, pero tampoco que vayamos terriblemente mal. Claudia Goldin, premio Nobel de Economía, en el campus Ciutadella de la UPF en Barcelona / Irene Vilà Capafons / EPC Y en otras economías occidentales, donde gobiernan partidos de derecha, ¿eso no es una amenaza para la igualdad? La gente vota por esos partidos. Incluso las mujeres conservadoras quieren respeto en el trabajo y buenos sueldos No digo que no sea democrático, le pregunto si amenaza la igualdad o no. Incluso las mujeres conservadoras quieren respeto en el trabajo, buenos sueldos, poder cuidar bien a sus familias y no sufrir acoso sexual. Eso lo quieren todas, sean de izquierdas o de derechas. ¿Entonces no diría que Trump o los partidos populistas son una amenaza para la igualdad de género? En cierto sentido, sí, porque no creen en un gobierno federal fuerte. No apoyarán políticas nacionales de permisos parentales pagados, por ejemplo. Entonces algunos estados los tendrán y otros no. ¿Y es posible avanzar sin políticas nacionales? Sí, es posible. ¿Puede poner algún ejemplo? Sí. Tenemos unos 18 estados con sus propias leyes de permiso parental pagado. ¿Puede poner alguno más? Algunos municipios ofrecen guarderías subvencionadas o gratuitas. Claudia Goldin, premio Nobel de Economía, en el campus Ciutadella de la UPF en Barcelona / Irene Vilà Capafons / EPC ¿Entonces las políticas nacionales no son tan determinantes? No necesariamente. En los años 20, EEUU aprobó la compensación laboral por accidentes laborales en todos los estados, pero no a nivel federal. Somos un país muy grande. Nueva Jersey tiene la población de Suecia; Nueva York y California juntas, la de Alemania. Trump es peligroso por apoyar a antivacunas, frenar la investigación sanitaria y perjudicar a las universidades ¿Entonces Trump no es tan importante, ni para bien ni para mal? Sí lo es, pero quizá no de esa forma. Es muy relevante, y potencialmente dañino, por apoyar a antivacunas y frenar la investigación sanitaria. También por perjudicar a universidades líderes mundiales. Ahí es donde veo los mayores peligros. En España el Gobierno ha ampliado el permiso por nacimiento a 19 semanas. ¿Cree que es una buena política para la igualdad de género? No conozco bien la política. Cuando un trabajador asalariado tiene un hijo, ambos padres tienen 19 semanas pagadas para poder cuidar de él. ¿Ambos padres? Sí. Las primeras seis semanas tras el nacimiento son obligatorias. ¿Y su salario? El permiso por nacimiento por hijo de 19 semanas es una política cara, que va en la buena dirección El 100% del salario está cubierto por el Estado. Eso es una política muy cara. ¿Qué significa "obligatorio"? Que los progenitores no pueden trabajar. ¿Y nadie trabaja desde casa? Algunos lo hacen, pero en teoría no deberían. En EEUU, las universidades empezaron dando permisos solo a las madres. Luego vieron que también debían dárselos a los padres. Dos investigadores analizaron los datos y descubrieron que los hombres publicaban artículos durante su permiso, y las mujeres no. Claudia Goldin, premio Nobel de Economía, en el campus Ciutadella de la UPF en Barcelona / Irene Vilà Capafons / EPC En España, los estudios dicen que muchos padres usan el permiso para ver el fútbol. Detectaron un pico de permisos de paternidad durante el anterior Mundial. Así que no se puede obligar a la gente a cuidar a sus hijos. Pero al menos se avanza en la dirección correcta, aunque es una política muy costosa que EEUU no adoptará. ¿Pero cree que es una política eficiente? Depende de cómo se defina eficiencia. Puede ser útil, pero no necesariamente eficiente. Yo no diseño políticas, pero diría que va en la dirección correcta. Reducir la jornada a 37,5 horas no es viable, ¡yo trabajo 72 horas! En España también existe un debate sobre reducir la jornada máxima laboral. El Gobierno quiere pasar de las actuales 40 horas semanales a 37,5 horas. No entiendo esa medida. No es aplicable a todo el mundo, solo a unos empleos concretos. En la universidad no es aplicable. ¿Por qué no es aplicable? ¡Por que yo trabajo 72 horas a la semana! ¿Cree que reducir la jornada ayuda a reducir la brecha de género? Tal vez, si está bien diseñada y en ocupaciones donde sea viable. Pero reducir las horas no garantiza igualdad. Forzar a la gente a trabajar menos no funciona: vimos que los hombres usaban ese tiempo para escribir artículos o ver fútbol. ¿Entonces no es partidaria de este tipo de políticas? Soy partidaria de las políticas bien diseñadas. No puedo decir que limitar a 37,5 horas semanales la jornada laboral logre algo concreto. Prefiero políticas pensadas para ocupaciones con horarios impredecibles o con exigencias que perjudican la vida familiar y afectan más a las mujeres. ¿Podemos hablar de transparencia salarial? Podemos, pero no tengo mucho que decir. Entonces, ¿sobre inteligencia artificial? ¿Cómo afectará la IA a la brecha de género? No puedo responder. Será distinto según la ocupación. Ni los expertos lo saben con certeza. ¿Alguna intuición? Mi intuición no importa. Lo que importa es analizar caso por caso.
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