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  • De fundar “Varones Unidos” a perpetrar un plan criminal: el doble femicidio y la apología del odio a las mujeres

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 16/10/2025 04:39

    Luna Giardina y Mariel Zamudio fueron asesinadas. El pequeño hijo de Luna quedó huérfano La denuncia no era falsa. Era una alerta que no se escuchó. Luna avisó que tenía miedo. No la leyeron. La denuncia no fue suficiente. No la protegieron. El pedido de auxilio no llegó. No la custodiaron. No la ayudaron. Ni a ella, ni a su mamá, ni a su hijo. Lo único falso es que las denuncias falsas (que pueden ser excepcionales) son un peligro. El peligro son los femicidas y no escuchar a las denunciantes. Terminar con la protección a las víctimas. Y hacer apología de un discurso contra las denunciantes de violencia de género. Pablo Rodríguez Laurta es uruguayo, tiene 39 años y formaba parte de la agrupación “Varones Unidos”. Es investigado por el asesinato de Luna Giardina, de 26 años, y de Zoraida Mariel Zamudio, de 54, la madre y la abuela de su hijo de (ahora) seis años. El crimen se produjo el 11 de octubre. El padre secuestró al niño y se lo llevó en remís. El chico lloraba durante el viaje y pedía por su mamá, mientras vomitaba y tenía un preocupante color amarillo. Incluso después del asesinato Laurta le contaba que ella “le cagó la vida”. En una violación a la orden de la Justicia de Córdoba, una supuesta licenciada en Comunicación quería llevar al niño a Uruguay con la excusa del festejo de su cumpleaños El hombre que se creyó dueño de la vida de una mujer se seguía victimizando después de arrebatarle la respiración y de dejar a su hijo huérfano. No es un crimen más. Son tres. Y es el alerta que muestra que desalentar las denuncias de violencia de género es un gatillo de odio. El 9 de octubre, dos días antes del asesinato, contrató a un chofer, Martín Palacio, de 49 años, al que aparentemente ya conocía de otro viaje. Se presume que le habría robado el auto y asesinado. Su vehículo apareció quemado. Por el incendio hubo que evacuar a 130 personas y se arruinaron 14 autos. En La Casa del Encuentro —una organización que lucha contra toda forma de violencia hacia las mujeres, niñas y niños— contabilizan a esos asesinatos como femicidios vinculados ya que se producen para causarle daño a su mujer. Las víctimas de la violencia contra las mujeres no son únicamente las mujeres, también su hijo, también un chofer. No importa quién se interponga en el camino o a quién haya que lastimar, lo que importa es causar daño a una exnovia o a la madre del hijo. El tuit de Pablo Laurta que decía que había "histeria" por el femicidio y la violencia de género Pablo Laurta fue detenido en Gualeguaychú, el domingo 12 de octubre, en el hotel “Berlín”. Pidió cotización a varias agencias de remises para llegar a Puerto Yeruá y, desde ahí, iba a intentar cruzar en lancha a Uruguay. Su error criminal fue ese llamado. El error de las fronteras de Argentina es no tener alertas frente a un violento y no proteger a las víctimas. Estuvo a un paso de trasladar de país al niño por el que la Justicia de Córdoba ya se había pronunciado: debía vivir con su mamá, en Argentina. Ahora ni siquiera puede quedarse con su abuela que también fue asesinada en su casa de Villa Serrana, en Córdoba. Pero está con integrantes de la familia materna. En Argentina la ley le quita la responsabilidad parental a los femicidas. Pablo Laurta junto a Agustín Laje en la presentación de su libro en Uruguay Laurta tenía un arma en la habitación y cinco celulares a los que les cambiaba el chip para no ser detectado. “Estamos frente a una verdadera mente criminal metódica”, apuntó el ministro de Seguridad de Entre Ríos, Néstor Roncaglia. Luna intentó protegerse. La desprotegieron. Ella lo denunció en el 2023. Un año más tarde, él fue detenido y estuvo preso durante un mes por violar la orden de restricción para que no se le acercara. Fue tan macabro que estuvo escondido tres días debajo del tanque de agua de la casa de ella para espiarla. No fue suficiente para que la cuidaran. La decisión judicial para impedir el contacto vencía el 10 de octubre. La burocracia no sirve cuando es lenta o es demasiado leve para proteger la vida de las que están en riesgo, lo saben, lo advierten y son ignoradas y desamparadas. Pablo Laurta fue el creador de la página antifeminista "Varones Unidos" y decía que era inversor en Uruguay Lo dejaron en libertad y escapó a Uruguay. La frontera con Argentina la paso ilegalmente, el 7 de octubre, sin ninguna dificultad, remando en canoa como si migraciones fuera una brisa que no lo tocaba, sin ser detectado y sin que la alerta protegiera a las víctimas. Se tomó un micro, también, sin ningún problema. Ningún antecedente le impidió viajar por el país. Fue a Concordia, en Entre Ríos. Contrató un auto, con Palacio como chofer, para ir hasta Rafaela, en Santa Fe. Las cámaras de seguridad muestran a Laurta al volante a partir de ahí. El cuerpo del conductor apareció decapitado, sin la cabeza ni los brazos, envuelto en una bolsa de basura. El auto apareció incendiado en las afueras de Córdoba. Ella tenía un botón antipánico que no llegó a activar. No funcionó la seguridad de Argentina, ni la protección en un caso de alto riesgo. “Desde que comenzamos la relación me manipulaba y me obligaba a hacer cosas que yo no quería, como tener relaciones sexuales cuando yo no quería, ir a Uruguay cuando yo no quería, no me dejaba tener redes sociales, no me dejaba tener celular y no me dejaba trabajar”, había advertido Luna. El peor enemigo de una mujer es un femicida, aunque Laurta tuiteaba que era "ella misma" El contexto de Argentina no es inocuo. Se eliminaron todas las políticas de protección a las víctimas de violencia de género. Se mostró como un logro terminar con “el curro de la violencia de género”. La desprotección es grave. La apología de la desprotección es una invitación a matar. Además se dejó trascender que La Libertad Avanza (LLA) pretende derogar la tipificación de femicidio del Código Penal en el Congreso de la Nación. Y se quiere avanzar con el endurecimiento de las penas a las supuestas denuncias falsas, una acción que busca intimidar a las víctimas para que no denuncien por temor a las represalias judiciales, penales, económicas y sociales por pedir ayuda frente a la violencia o los abusos sexuales. Pablo Laurta tenía una obsesión por criticar al feminismo. Y hablaba de la protección a las mujeres Los femicidios no son excepciones, son sistemáticos y está creciendo su crueldad como reflejo de la crueldad discursiva y social. En Argentina, en solo cinco días hubo ocho femicidios según La Casa del Encuentro. Luna Giardina, Mariel Zamudio, Diana Magalí Mendieta, Adriana Miriam Velázquez, Mariana Belén Bustos, Solange Edith Johnson, Mónica Viviana Salguero y Ayelén Bordón son las víctimas que en menos de una semana perdieron la vida por ser mujeres. A ese conteo se agregó el crimen de Gabriela Barrios, de 20 años, que fue asesinada en Avia Terai, Chaco. La enterraron en un pozo. El problema de la violencia de género no se puede volver a tapar. Pablo Laurta está detenido por el asesinato de la mamá y de la abuela de su hijo y es el creador de "Varones Unidos" “Varones Unidos” es una agrupación uruguaya que niega la violencia de género, se victimiza de las supuestas falsas denuncias y confronta con el reclamo de derechos de los feminismos. Es una organización surgida de la llamada “batalla cultural”. A Laurta se lo ve en un acto organizado para que hablaran Agustín Laje y Nicolás Márquez, dos de los ideólogos de la apología contra los feminismos. Laje alegó, a raíz de este caso, que lo invitan a muchas charlas y que condena la violencia contra las mujeres. La periodista uruguaya Ana Laura Pérez escribió en X que Laurta era conocido por ser “un estafador de poca monta que se vendía como especialista en sitios web e inversiones”. Otro punto de la construcción de la masculinidad de la machósfera: un bro que apunta a invertir como una lotería y dispara contra las mujeres no importa a qué costo ni si se mata y se deja huérfano al propio hijo. Pablo Laurta alardeaba en redes de ser antifeminista, rompecorazones y tener éxito con las mujeres El caso es emblemático porque demuestra no solo la responsabilidad del Estado por ignorancia (no saber que la violencia de género es un problema social), por inacción (no hacer nada para proteger a las mujeres víctimas), por responsabilidad (suprimir programas de ayuda a víctimas) y por omisión (no actuar cuando una mujer denuncia). El doble femicidio de Córdoba es más grave porque muestra las consecuencias del negacionismo del femicidio, el desmantelamiento de las políticas públicas de protección a las víctimas y, todavía más grave, el efecto de la ideología de odio contra las mujeres. No todos los que tengan discursos de odio antifeministas, lean libros, vayan a conferencias, marchen o escriban en redes sociales son potenciales asesinos. Pero los que son capaces de asesinar se ven estimulados y aplaudidos por esos discursos. Los mensajes antifeministas no son inocuos. Incentivan y aumentan la violencia, justifican el odio, teorizan contra la protección de las víctimas, desprotegen a mujeres y exponen a los niños. Los comentarios misóginos y racistas de Pablo Laurta en redes sociales El relato de la madre de Pablo Laurta que dice que desconoce a su hijo, que pide condena perpetua, que refleja el dolor de lo que fue capaz de hacer y que asevera que el niño tenía que estar con su madre y que sus amigos están perplejos es un rastro más de un fenómeno social. El acelerador de la violencia no fue su familia, sino la ideología antiderechos. No alcanza con la familia, con los amigos, la influencia de la machósfera y los movimientos misóginos, las redes sociales de hombres que odian a las mujeres, puede generar ideas que, aunque otros factores no lo justifiquen, lleguen a disparar la violencia más extrema y el dolor más profundo. “Varones Unidos” tiene 117.000 seguidores en Facebook y sostiene que cuando una mujer presenta una denuncia “encuentra un sistema judicial dispuesto a aceptar sus afirmaciones con escasa o nula exigencia de pruebas”. Lástima que no fue así. Pablo Laurta, en una exposición en el Palacio Legislativo de Uruguay con "Varones unidos" La denuncia no alcanzó para salvarle la vida a Luna. Lo más llamativo es que “Varones Unidos” surgió en el 2015, el año de las marchas multitudinarias de Ni Una Menos, en Argentina y Uruguay, y que su nombre completo es “Varones Unidos por una Masculinidad Positiva”. Ojalá. Pero un doble femicidio no lo es. “La psicopatología de la autora del secuestro internacional extorsivo del caso Pedro Laurta, es clave para comprender que las falsas denuncias y los secuestros parentales no surgen de la nada sino que son manifestaciones delictivas extremas de patrones más amplios de violencia femenina: comportamientos coercitivos, hostigamiento y acoso”, escribió el propio Laurta sobre su hijo y su expareja en el sitio de “Varones Unidos”. En el texto “Narrativas sobre denuncias falsas: una investigación sobre desinformación y violencia de género”, realizado por Mariana Cianelli, Stephanie Demirdjian, Marina Santini y Yamila Silva, en el medio uruguayo La Diaria, se muestra como “Varones Unidos” busca atacar la Ley 19.580 de violencia basada en género. En La Diaria el antropólogo Pablo Camacho explicó su tesis basada en “Varones Unidos”: “Ellos intentan pararse siempre en la posición de decir que el feminismo lo que generó fue una serie de excesos”, subrayó. Se puede traducir en el latiguillo “se pasaron tres pueblos”. Pero ahora una madre y una abuela están muertas, un niño es huérfano y un chofer fue decapitado por un violento que pudo pasar por más de tres pueblos de Argentina sin ser frenado.

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