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  • Repudiable: estudiante se disfrazó de mujer abusada en el viaje de egresados a Bariloche

    Parana » El Once Digital

    Fecha: 16/10/2025 01:30

    El adolescente se puso un vestido con roturas y se pintó la entrepierna con sangre. El video despertó enojo por la banalización de un tema tan sensible. El descargo de sus compañeros. Estudiante se disfrazó de mujer abusada en viaje de egresados. Un aberrante video se viralizó en las últimas horas y generó un fuerte repudio en redes sociales al mostrar a un alumno del IPET 267 de Bell Ville, Córdoba, disfrazado de “mujer violada” durante el viaje de egresados en Bariloche. Tras el caso en Entre Ríos, boliche de San Juan generó polémica al simular el secuestro de una joven Las imágenes, difundidas desde la cuenta de Instagram de la promoción, captan al adolescente vistiendo un vestido rasgado y con el cuerpo pintado con manchas rojas que simulaban sangre; en su espalda se alcanzaba a leer la palabra “violada”. El clip dura apenas unos segundos y concluye cuando otro compañero ingresa al cuadro haciendo gestos que aluden a un abuso, mientras ambos ríen en complicidad con quien filma. Ver esta publicación en Instagram Una publicación compartida por Diario EL NORTE (@diarioelnortesn) La difusión del video generó una ola de críticas por la trivialización y la banalización de un tema tan sensible como la violencia sexual. Usuarios de redes exigieron la identificación y sanción de los responsables, al considerar que un acto así reproduce estereotipos y naturaliza mecanismos de violencia. Doble femicidio, redes sociales y discurso público: “La violencia de género no tiene camiseta”   Reacción institucional: el descargo del IPET 267   Frente al escándalo, la división del colegio emisora del viaje emitió un comunicado en el que sostuvo que “este hecho está desligado de nuestra institución, acompañantes y no representa los valores enseñados”. Aseguraron ser “conscientes de la gravedad de lo sucedido” y pidieron disculpas públicas: “Somos adolescentes y entendemos que es un tema delicado y que no debemos fomentarlo”.   El descargo buscó deslindar responsabilidad institucional, insistiendo en que la conducta fue individual y no refleja la postura del establecimiento.   La otra división responde y exige sanciones   Al mismo tiempo, la otra división del colegio emitió un duro pronunciamiento repudiando el accionar de los compañeros involucrados. En su mensaje afirmaron estar “conmocionados por la violencia de las imágenes”, y calificaron como “insuficiente” el comunicado institucional que busca desligarse del episodio.   “El comunicado deslinda responsabilidad y entendemos que es insuficiente para justificar la violencia”, indicaron. Asimismo, rechazaron que se presente esto como “una cosa de adolescentes”, recordando que muchos estudiantes ya son mayores de edad.   Expresaron que esta conducta forma parte de “una manera de mirar el mundo, de naturalizar las violencias contra nuestros cuerpos, de creer que algunos pocos tienen la licencia de reírse de cualquier cosa”. Advirtieron que, más allá del viaje, muchos estudiantes no participaron ni viajaron, pero igualmente están siendo señalados.   En ese sentido aclararon: “La promo 25 no son un grupo de estudiantes irresponsables que dejaron nuevamente a nuestra escuela expuesta a la mirada social que nos condena. Los ‘canarios’ somos estos otros… que día a día nos educamos para ser mejores en un mundo muy complejo”. Y exigieron una revisión y sanción de los responsables: “Nos despegamos de ellos y abrazamos a nuestra escuela y docentes que nos están conteniendo en tan tremenda situación”.   Contexto y posibles consecuencias   El hecho revive un debate sensible sobre violencia simbólica, burlas sobre abusos sexuales y la responsabilidad educativa en viajes de egresados y actividades estudiantiles. Que estudiantes opten por disfrazarse con temas ligados al abuso es una señal de alarmante normalización de la violencia sexual en el ámbito social.   Desde organizaciones de derechos humanos y educativas se suele advertir que este tipo de representaciones reproduce la invisibilización de las víctimas y refuerza clichés misóginos. En casos similares, se han promovido acciones correctivas como charlas obligatorias, sanciones disciplinarias y revisión de reglamentos escolares.   Qué se espera ahora   La sociedad, padres y organismos de represión de violencia de género seguirán la evolución del caso con atención. Queda por saberse si la institución impondrá sanciones fuertes, si las redes sociales permitirán identificar plenamente a los protagonistas, y si el episodio derivará en una instancia educativa —con talleres o capacitaciones— para abordar el tema de la violencia simbólica.   Por ahora, el episodio ya dejó una huella mediática intensa: un video viral que recorrió múltiples perfiles, despertó indignación y forzó una respuesta institucional secundaria. Queda por ver si esa respuesta será acompañada de acciones concretas que vayan más allá del repudio formal.

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