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  • Alertan que el cambio climático acelera el deterioro de los sitios naturales que son Patrimonio Mundial

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 14/10/2025 16:42

    El cambio climático amenaza al 43 por ciento de los sitios naturales del Patrimonio Mundial, diez puntos más que en 2020 / REUTERS/Alessandro Cinque/Foto de archivo La conservación de los sitios naturales más valiosos del planeta enfrenta una situación crítica. Un nuevo informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) revela un aumento acelerado de los riesgos que afectan a estos lugares, en particular por el avance del cambio climático, la proliferación de especies exóticas invasoras y la aparición de patógenos que alteran ecosistemas completos. El documento, presentado en la cuarta edición de la serie “Perspectiva del Patrimonio Mundial”, constituye la evaluación más amplia y sistemática realizada hasta el momento sobre estos espacios, y muestra con datos concretos que la tendencia es negativa en muchos casos. La investigación abarca un período de diez años y se apoya en cuatro ciclos de evaluaciones globales realizadas desde 2014. Este enfoque permite observar cómo evolucionaron las condiciones de conservación en más de 270 sitios naturales de Patrimonio Mundial. Los científicos utilizan kayaks para remolcar sensores alrededor del hielo en la boca del fiordo helado de Ilulissat en Groenlandia. (MARK HOPWOOD) Uno de los hallazgos más contundentes es que el cambio climático se convirtió en la amenaza más frecuente, al afectar al 43 % de estos lugares. En 2020, el porcentaje era del 33 %, lo que significa un incremento de diez puntos en apenas cinco años. Este aumento no solo refleja el calentamiento global y sus efectos directos sobre ecosistemas sensibles, sino también cómo este fenómeno potencia otras amenazas que actúan en conjunto. Entre las consecuencias más visibles aparecen los cambios en patrones climáticos, el aumento de eventos extremos y la modificación de hábitats naturales. Estas alteraciones generan condiciones favorables para la expansión de especies invasoras y patógenos, que encuentran nuevos territorios donde establecerse. “Predecir y prevenir estos impactos en cascada es crucial, no solo para los ecosistemas, sino también para la salud humana”, advirtió la UICN en el informe. Una década que marca un punto de inflexión Solo el 50 por ciento de los sitios naturales cuenta con protección y gestión adecuadas, lo que limita su capacidad de adaptación ante amenazas crecientes (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) El estudio confirma que la salud ecológica de estos sitios entró en una etapa delicada. La proporción de lugares con una perspectiva de conservación positiva se redujo de forma constante en la última década. En 2020, el 62 % de los sitios presentaba una valoración favorable, mientras que en 2025 esa cifra descendió al 57 %. La caída resulta especialmente pronunciada en los espacios reconocidos por su alto valor de biodiversidad, que suelen ser más sensibles a alteraciones externas. La UICN advierte que esta tendencia es una señal clara de que las estrategias actuales no bastan para revertir el deterioro. Después del cambio climático, las especies exóticas invasoras representan la segunda amenaza más extendida, ya que afectan al 30 % de los sitios. Estas especies suelen alterar cadenas tróficas, desplazar a la fauna autóctona y modificar funciones ecológicas clave. El fenómeno se ve agravado por el cambio climático, que favorece la expansión de muchas de ellas hacia regiones donde antes no podían sobrevivir. La Gran Barrera de Coral sufre su blanqueamiento “más extenso” jamás registrado por el cambio climático (Photo by DAVID GRAY / AFP) Además, se destaca la relación estrecha entre la invasión biológica y la propagación de enfermedades emergentes, como la quitridiomicosis en anfibios, la gripe aviar en aves silvestres o el virus Ébola en mamíferos africanos. Estas patologías generan impactos en cascada que pueden alterar profundamente ecosistemas completos y aumentar riesgos para las poblaciones humanas cercanas. El turismo insostenible aparece como la tercera amenaza más extendida. El incremento de visitantes en zonas sensibles genera presión sobre hábitats frágiles, residuos no tratados, erosión y perturbaciones en la fauna. Aunque el turismo bien gestionado puede convertirse en un aliado de la conservación, cuando no existen controles ni planificación adecuada contribuye a amplificar problemas existentes. Grethel Aguilar, directora general de la UICN, explicó el alcance de esta situación: “Proteger el Patrimonio Mundial no es solo salvaguardar lugares emblemáticos, sino proteger los cimientos mismos de la vida, la cultura y la identidad de las personas en todo el mundo. Debemos unirnos alrededor de una acción más comprometida sobre el terreno y una mayor inversión para garantizar que estos tesoros irremplazables perduren, para la naturaleza, para las personas y para las generaciones venideras”. Su llamado sintetiza el tono del informe: se trata de una advertencia clara, pero también de una invitación a actuar con decisión. La proporción de lugares con una conservación positiva cayó del 62 al 57 por ciento en cinco años, con un impacto mayor en zonas de alta biodiversidad - REUTERS Luces de esperanza Aunque el panorama general resulta preocupante, el informe también presenta ejemplos alentadores que demuestran que la intervención focalizada y la colaboración local pueden cambiar tendencias negativas. Trece sitios mejoraron sus perspectivas de conservación entre 2020 y 2025. Entre ellos destacan cuatro parques de África central y occidental: la Reserva de Fauna de Dja en Camerún, los Parques Nacionales de Salonga y Garamba en la República Democrática del Congo y el Parque Nacional de Niokolo-Koba en Senegal. Estos lugares pasaron de la categoría de “preocupación crítica” a “preocupación significativa”. Los avances se vinculan directamente con el fortalecimiento de las medidas contra la caza furtiva, la participación activa de comunidades locales y la estabilización de poblaciones de especies clave. Estos casos ilustran cómo la combinación de estrategias de seguridad, gobernanza participativa y restauración ecológica puede mejorar la resiliencia de ecosistemas amenazados. Deforestación en la Amazonía, la selva tropical más grande del mundo. Hasta más de 100 hectáreas de extensión tienen las marcas de deforestación en parques naturales como La Macarena, Chiribiquete, Tinigua y la Reserva Nacional Natural Nukak - crédito Colprensa Tim Badman, jefe del programa de Patrimonio Mundial de la UICN, sintetizó este diagnóstico al señalar: “El panorama que observamos después de una década muestra que se necesita un nuevo enfoque para cambiar el rumbo del Patrimonio Mundial y ampliar el pequeño número de éxitos al gran número de sitios que lo necesitan”. La frase evidencia que los ejemplos positivos existen, pero aún representan una minoría frente a la magnitud de los desafíos globales. Otro punto clave del informe es la gestión. Solo la mitad de los sitios naturales del Patrimonio Mundial dispone de protección y manejo adecuados, mientras que uno de cada siete enfrenta un alto riesgo por falta de financiación sostenible. Esta carencia limita la capacidad de reacción ante amenazas crecientes. La UICN insiste en que una gestión eficaz resulta “esencial” para garantizar la resiliencia de estos espacios y preservar su valor universal. La falta de recursos no solo compromete la conservación, también afecta la posibilidad de implementar medidas preventivas frente a fenómenos como las enfermedades emergentes. En este contexto, la colaboración internacional y la inversión dirigida adquieren un rol estratégico. Gobiernos, donantes y socios internacionales tienen en sus manos la posibilidad de reforzar los mecanismos de protección y asegurar que los sitios naturales más emblemáticos puedan resistir las presiones actuales y futuras. El informe subraya que intensificar la cooperación y asegurar fuentes de financiación estables son pasos indispensables para revertir la tendencia negativa. Una vista desde un dron muestra las lenguas del glaciar Gries en un cálido día de verano, en medio del cambio climático, en Obergoms, Suiza September 11, 2025. REUTERS/Denis Balibouse La información reunida en esta evaluación no se limita a registrar amenazas. También permite entender cómo estas interactúan entre sí y cómo las condiciones climáticas, biológicas y sociales generan efectos combinados. Esta visión sistémica es fundamental para diseñar respuestas más efectivas. La expansión de especies invasoras, por ejemplo, no puede abordarse de manera aislada si el cambio climático continúa abriendo nuevas rutas para su avance. Del mismo modo, las enfermedades emergentes requieren vigilancia y protocolos de respuesta coordinados a escala internacional. El estudio destaca que anticipar los impactos en cascada es crucial. Identificar patrones, fortalecer la ciencia aplicada y promover la cooperación transfronteriza pueden marcar la diferencia entre ecosistemas que logran adaptarse y otros que colapsan. Los próximos años serán determinantes para definir cuál de estos escenarios prevalecerá. Según la UICN, el cambio climático también se asocia con el aumento de la frecuencia y gravedad de los incendios, como lo demuestran algunos sitios que sufrieron incendios sin precedentes en 2019-2020, como las selvas tropicales de Gondwana (Australia) y el Área de Conservación del Pantanal (Brasil). En algunos casos, la combinación del cambio climático, el aumento de los incendios y la consiguiente propagación de especies exóticas invasoras ya está alterando los ecosistemas de estos sitios. Un nuevo informe de la UICN revela tendencias globales de conservación tras una década de evaluaciones en más de 270 sitios naturales emblemáticos (Europa Press) “En el lago Kluane, ubicado en el sitio de Patrimonio Mundial Kluane/Wrangell-St. Elias/Bahía de los Glaciares/Tatshenshini-Alsek (Canadá/EE. UU.), el rápido derretimiento del glaciar Kaskawulsh ha alterado el caudal del río, agotando las poblaciones de peces. Según un estudio de 2019 coescrito por la UICN, se prevé que los glaciares desaparezcan por completo de casi la mitad de los sitios de Patrimonio Mundial para 2100 si las emisiones continúan como hasta ahora”, detallaron. A nivel global, el Patrimonio Mundial natural actúa como un termómetro del estado de los ecosistemas. Su deterioro refleja procesos más amplios que también afectan territorios fuera de estas áreas protegidas. Por eso, los autores del informe insisten en que proteger estos sitios no es solo preservar paisajes espectaculares, sino defender sistemas que sostienen la vida, la cultura y la economía de comunidades enteras. “Los sitios de Patrimonio Mundial Natural suelen abarcar áreas muy extensas: los 241 sitios declarados Patrimonio Mundial por sus valores naturales representan el 8% de la superficie total de las más de 230.000 áreas protegidas del mundo. Entre los grandes sitios con valor natural se incluyen lugares emblemáticos como las Islas Galápagos en Ecuador, el Parque Nacional de Yellowstone en EEUU y el Delta del Okavango en Botsuana”, sostuvieron los expertos en el estudio. El turismo insostenible se consolida como la tercera amenaza más extendida, incrementando la presión sobre ecosistemas frágiles y especies vulnerables (REUTERS/Esa Alexander) La publicación de la cuarta edición de “Perspectiva del Patrimonio Mundial” llega en un momento en que las crisis ambientales se intensifican. Las cifras sobre amenazas crecientes, combinadas con la reducción de perspectivas positivas, marcan un punto de inflexión. Al mismo tiempo, los ejemplos de éxito muestran que revertir tendencias es posible si existe compromiso político, inversión sostenida y participación activa de la sociedad. Los próximos pasos dependerán de decisiones concretas: mejorar la financiación, fortalecer capacidades locales, integrar el conocimiento científico en la gestión y anticipar riesgos emergentes. El futuro de estos sitios dependerá de la rapidez y la determinación con que se apliquen estas medidas. De su conservación no depende solo un título honorífico, sino la integridad de ecosistemas esenciales para el equilibrio del planeta.

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