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» El Sur Diario
Fecha: 13/10/2025 12:30
“Si no hay salud mental, no hay salud”, afirma con convicción la psicóloga Patricia Tani, quien dialogó con la periodista y Locutora Nacional, Luna Vilar Guidi en su segmento "La otra cara de la Luna" en el programa Cámara Abierta de Sur Multimedios, en el marco del Día del Psicólogo y del Día Mundial de la Salud. Desde una mirada integral, Tani sostiene que no se puede pensar al ser humano como una suma de partes, sino como un todo que debe ser escuchado en sus distintas dimensiones: “La salud no puede dividirse entre cuerpo y mente. El cuerpo nos anticipa, nos habla. Hay que atenderlo y cuidarlo todos los días, incluso desde la prevención”. La profesional explica que muchas veces el cuerpo se convierte en el primer lenguaje del malestar: “A veces llega el dolor físico cuando no se puede poner en palabras el dolor anímico. El cuerpo expresa lo que la psique calla”. Por eso, insiste en la importancia de prestar atención a las señales antes de que se transformen en síntomas más profundos. La resistencia a pedir ayuda A lo largo de la charla, Tani reflexionó sobre las resistencias que todavía existen en torno a la salud mental. “Durante mucho tiempo se pensó que quien iba al psicólogo estaba loco. Ese mito aún deja huellas y genera miedo o vergüenza a pedir ayuda”, sostuvo. Para la psicóloga, el trabajo dentro del consultorio implica desarmar esas creencias y acompañar al paciente desde la confianza: “El que llega a terapia viene a confiar. El tratamiento no depende solo del profesional, sino del vínculo entre ambos. Se construye de a dos”. En esa misma línea, abordó otro de los grandes tabúes: el uso de medicación psiquiátrica. “La medicación no debe ser un tema de impacto o de vergüenza. Es una herramienta terapéutica, y en algunos casos necesaria. Lo importante es que sea bien indicada, acompañada y por tiempo determinado. No hay que demonizarla, así como nadie cuestiona un antibiótico para una enfermedad física”. Cuándo y cómo pedir ayuda Uno de los momentos más profundos de la entrevista fue cuando Tani habló del dolor emocional como una señal que no debe ser ignorada. “A veces el dolor nos ciega. No vemos, no escuchamos, no podemos hablar. Y ahí es donde aparece la importancia de los otros: una maestra, un amigo, alguien que diga ‘acá pasa algo’. Cuando eso se señala y se puede escuchar, empieza el trabajo terapéutico”. También resaltó la necesidad de que los adultos aprendan a detectar cuándo necesitan ayuda. “La demanda llega por distintas razones: por una recomendación, por curiosidad o porque algo duele. Lo importante es animarse a dar ese paso. Pedir ayuda no es signo de debilidad, sino de coraje”. El impacto de la pandemia Consultada sobre las consecuencias de la pandemia, Tani fue contundente: “La pandemia nos atravesó a todos en simultáneo y nos obligó a repensar el valor de la salud en sentido integral. Nos enfrentó al aislamiento, al miedo, al duelo, y también generó nuevas formas de vincularnos”. Durante ese período, la virtualidad se convirtió en una herramienta indispensable: “Al principio fue por necesidad, pero hoy sigue siendo una opción válida. Muchos pacientes prefieren la atención virtual por comodidad, por horarios o por distancia”. Sin embargo, la profesional advirtió que la pandemia también dejó una huella emocional profunda: “Hoy vemos cuadros de ansiedad y depresión en edades cada vez más tempranas. Antes se asociaban a adultos mayores, pero hoy los jóvenes también lo padecen. Falta de interés, dificultad para sostener un trabajo o para encontrar sentido son señales que escuchamos con frecuencia”. Infancias y tecnología Otro de los temas abordados fue el impacto de la tecnología en la salud psíquica, especialmente en niños y adolescentes. “No podemos negar los avances ni prohibir lo que ya forma parte de la realidad. La clave está en acompañar y regular”, explicó Tani. Para ella, la tecnología no es el problema, sino el exceso: “Todo lo que sobra, sea lo que sea, no es bueno. Por eso hay que negociar tiempos, combinar el uso del celular o la computadora con actividades deportivas, sociales o artísticas. Se trata de conjugar un poco de cada cosa”. Una invitación al cuidado colectivo Antes de finalizar la entrevista, Patricia Tani dejó un mensaje a la comunidad: “Deseo que la salud en Villa Constitución siga avanzando. Que no nos detengamos, que podamos ofrecer lo mejor a quienes nos necesiten. La salud es eso: estar a disposición del otro, acompañar, sostener y cuidar”. En tiempos donde el estrés, la ansiedad y la desconexión emocional parecen marcar el ritmo de la vida cotidiana, la reflexión de Tani invita a detenerse y mirar hacia adentro. Porque, como ella misma dice, “el cuerpo nos habla, y escucharlo a tiempo también es una forma de sanar”.
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