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» Corrientesaldia
Fecha: 13/10/2025 10:41
A tres días del trágico fallecimiento de Camila Soledad González, una joven de 29 años que cayó desde el sexto piso de un edificio ubicado sobre calle San Martín al 300 de la capital correntina, surgen cada vez más dudas sobre lo ocurrido y sobre la figura de su ex pareja, Lionel Luis C., un médico cirujano de 50 años que permanece detenido. La investigación busca determinar si se trató de un accidente, un suicidio o un femicidio, hipótesis que gana fuerza con el correr de las horas tras conocerse mensajes que la joven enviaba a sus amigas, donde relataba la relación “tortuosa y controladora” que mantenía con el hombre. Una convivencia que se volvió insostenible En mensajes a sus amistades, Camila describía un vínculo marcado por el control, los celos y las discusiones. “La relación se volvió súper tóxica, pero yo opté por no darle bolilla”, le escribió a una amiga desde Bahía Blanca, ciudad donde vivió el año pasado junto al médico. En otra conversación, la joven reveló: “Me vine a vivir con mi novio, pero como toda persona grande tiene sus mañas. Tuvimos peleas súper complicadas. Me quedo un año y me vuelvo sí o sí”. Esa convivencia terminó mucho antes de lo previsto. Según sus propias palabras, el hombre la controlaba mediante cámaras en la casa y revisaba todo lo que hacía: “Uff, si te digo… la relación se volvió súper tóxica en todos los sentidos. Imaginate que la casa estaba llena de cámaras y me controlaba”. Incluso había llegado a eliminar fotos de sus redes sociales por los permanentes reclamos de celos. “Yo ya entendí, no le sigo el juego, no le doy bola”, le decía resignada a sus amigas. El día de la tragedia Camila había intentado rehacer su vida. La relación con Lionel había terminado hacía meses y ella había empezado a salir con otro hombre. Sin embargo, el jueves por la noche, el médico se presentó en su departamento mientras cenaba con su nueva pareja, y se produjo una fuerte discusión. Luego se retiró, pero el conflicto no quedó allí. Al día siguiente, viernes, Camila cumplió con su rutina: llevó a su hijo de 10 años a fútbol por la mañana y había planificado reunirse con amigas por la tarde. Esos planes —registrados en su celular— hacen que la hipótesis de suicidio pierda fuerza. Horas más tarde, cayó desde unos 20 metros de altura, desde el balcón del sexto piso donde vivía. Su ex pareja fue quien se encontraba con ella en ese momento, y hoy es el principal sospechoso de la causa. Por el momento, la causa mantiene su carátula de “muerte dudosa”, aunque la autopsia, que se espera en los próximos días, será clave para determinar si Camila presentaba lesiones defensivas o signos compatibles con un forcejeo. La fiscalía interviniente continúa sumando testimonios de amigas, familiares y allegados, que coinciden en describir una relación marcada por la violencia psicológica, el control y los celos. Todos los testimonios complican la situación del médico detenido. Con información de diario Época
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