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  • María Corina Machado: “El régimen de Maduro nos declaró una guerra, y con la ciudadanía y el apoyo de los demócratas del mundo la vamos a ganar”

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 11/10/2025 16:35

    María Corina Machado dialogó con Infobae un día después de haber recibido el Premio Nobel de la Paz “Todavía estoy en shock”. Pasaron poco más de 24 “horas de locura” desde que recibió el Premio Nobel de la Paz y María Corina Machado todavía se muestra conmovida. Desde su clandestinidad, condición que no le impidió en el último año seguir haciendo frente a la tiranía de Nicolás Maduro, la líder opositora venezolana dialogó con Infobae en medio de su extensa agenda. Tal como lo aclaró el viernes, la líder de Vente Venezuela aseguró que el premio trasciende lo personal y que corresponde a cada uno de los venezolanos que llevan más de dos décadas sufriendo la opresión del régimen chavista: “Es un reconocimiento a millones y millones de venezolanos que durante veintiséis años han arriesgado su libertad y su vida”. Contó que, tras recibir la impactante noticia, pensó en quienes “murieron en este camino”, en los asesinados, los “que fueron obligados a dejar su país”, y en quienes “ahora están presos o escondidos”. Consideró, además, que el Nobel “es un impulso monumental a la causa venezolana en el momento crucial”. Asimismo, reconoció el liderazgo del presidente Donald Trump, a quien también dedicó el galardón y con quien se comunicó el mismo viernes. Machado afirmó que reconocer el rol del jefe de Estado norteamericano por la paz de Venezuela “es un acto de justicia”. En el marco de la creciente tensión en el Caribe por las acciones militares de Estados Unidos contra el narcotráfico, la líder venezolana aseguró que Maduro, a quien la justicia norteamericana acusa de liderar el cártel de los Soles, tiene una sola opción: “Acepta los términos de una transición negociada a la democracia o se va sin negociación”. Machado reiteró que “Venezuela pronto será libre”, y aclaró que “el camino a la paz es la libertad y el camino a la libertad es la fuerza”. “El régimen nos declaró una guerra que nosotros no queríamos, y con los instrumentos de la ciudadanía y con el apoyo de los genuinos demócratas del mundo la vamos a ganar”, concluyó. El momento en que el Comité Noruego llama a María Corina Machado para anunciarle que ganó el Premio Nobel de la Paz -María Corina, antes que nada felicitaciones por este reconocimiento. ¿Qué representa este premio para usted, para la causa venezolana? ¿Y qué fue lo primero que se le vino a la cabeza cuando terminó esa llamada que todos vimos en la que le anunciaban que era la ganadora? -En primer lugar, esto es un impulso monumental para la causa venezolana en el momento crucial, definitivo. Siento que es un reconocimiento a millones y millones de venezolanos que durante veintiséis años han arriesgado su libertad, su patrimonio, su vida, sus familias. He estado pensando en cada uno de ellos. Muchos que murieron en este camino, que los asesinaron, que los obligaron a dejar su país, que ahora están presos o escondidos. He estado conversando en estas horas de locura con algunos de los familiares que me han hecho llegar mensajes, porque nuestros héroes se han enterado. Es de cada venezolano que no se ha rendido, que no se ha callado, que cuando nos decían que todo era imposible, decíamos: “Nosotros hacemos posible lo imposible”. Es de esos venezolanos que actúan con integridad, con nobleza, con generosidad, con valentía, con disciplina, con inteligencia. Yo me siento tan orgullosa de ser parte de este movimiento. Yo soy una más, una de millones, y todos los días le doy gracias a Dios por estar aquí y ahora. -¿Considera que este reconocimiento llegó en el momento justo? -La única explicación es esa: la mano de Dios. ¿Cómo puede ser un momento tan único, tan oportuno, tan necesario? Porque ha sido además como una inyección de confianza, de energía. Creo que además le da una enorme trascendencia a esta lucha, porque yo creo que lo que está ocurriendo en Venezuela va mucho más allá de los venezolanos. Lo hemos hablado muchas veces. O sea, es montar una estructura que ha utilizado a Venezuela como el hub, como el centro de una dinámica mafiosa, criminal, terrorista, pero que la lucha en sí mismo es una lucha tan ciudadana, tan de la gente, que al lograr nuestro propósito, que está cerca, yo creo que esto será un éxito para la humanidad. Donde triunfa el civismo sobre la barbarie, donde triunfa la justicia sobre el crimen, donde triunfa el orden sobre el caos, donde triunfa el bien sobre el mal. Entonces, yo creo que lo que estamos viendo es una dinámica histórica realmente. Y te repito, me siento conmovida, honrada y super agradecida de ser parte de este enorme movimiento. -Ayer el presidente Trump comentó que hablaron y agradeció que le dedicaras el premio. ¿Por qué se lo dedicó y qué se puede saber de la charla que mantuvieron? -En primer lugar, yo le dediqué el premio a todos los venezolanos, es de los venezolanos, y al presidente Trump, por un acto simple de justicia. No solamente porque todo hay que reconocerlo, que en pocos meses de gobierno se han prevenido o resuelto conflictos muy complejos, pero sobre todo por el rol que tiene de liderazgo en la resolución del conflicto en Venezuela. Es un acto de justicia, absolutamente. María Corina Machado aseguró que el dictador Maduro debe decidir su abandona el poder a través de una transición negociada o sin negociación -Desde el retorno de Trump a la Casa Blanca, Estados Unidos duplicó la recompensa por Maduro, incluyó al cártel de los Soles en su lista de organizaciones narcoterroristas, y posteriormente inició acciones militares en el Caribe. ¿Cómo ve esta lucha de Washington contra el narco, y cómo ve al chavismo? Desde afuera se ve mucho nerviosismo y paranoia. -En primer lugar, tenemos años los venezolanos demandando al mundo que asuman que nosotros no estamos enfrentando una dictadura más. Esto no es una dictadura convencional, latinoamericana, jerárquica. Esto es una dinámica absolutamente criminal que ha ido mutando y haciéndose más complejo y más peligroso, no solamente para Venezuela, sino para todo el hemisferio. Ya nadie duda que Venezuela se ha convertido en el canal más importante del narcotráfico, donde el veinticuatro por ciento de la cocaína mundial, dicho por el FBI, pasa por Venezuela. Algunos lo niegan, los cómplices del régimen. Eso es su narrativa, pero ahí está la evidencia. Nadie duda que desde Miraflores se dirige el Tren de Aragua, que ha cometido crímenes desde Canadá hasta Santiago de Chile. Denunciado en la Corte Penal Internacional por el gobierno chileno, implicando directamente a Diosdado Cabello. Nadie duda que en Venezuela hay un cártel que no es que se ha infiltrado, como en otros países, en las instituciones del Estado. Se apoderó del Estado, y utiliza todo, los puertos, los aeropuertos, los vehículos, los aviones, las aduanas, los pasaportes... Todo. Los recursos de Venezuela… ¿Para qué? Obviamente para hacer ellos más y más dinero, para ampliar sus actividades, pero para desestabilizar toda la región mientras tortura y persigue a los venezolanos. Y para debilitar las instituciones democráticas de los Estados Unidos. Han convertido a Venezuela en el santuario donde han confluido, convergido agentes cubanos, chinos, iraníes, de Hezbollah, de Hamas, de los carteles, etcétera. Ya nadie puede negar que Venezuela es el hub del crimen de las Américas y que representa una amenaza para Argentina, para Brasil, para Colombia, para Centroamérica, para el Caribe y para Estados Unidos. Nosotros, desde Venezuela, hemos hecho todo. Hemos recorrido todos los caminos. Caminos cívicos de protestas, y nos han disparado, y nos han torturado y nos han asesinado muchachos. Ganamos elecciones, demostramos nuestra victoria y cometen fraude y se quedan a la fuerza. De diálogos y negociaciones, los hemos recorrido todos. Maduro se compromete y todo lo viola. Al final, hay que entender que lo único que debilita a una estructura criminal es cortarle las fuentes de financiamiento. Se las tienes que cortar. ¿Y de qué vive el chavismo hoy? Ya no les queda nada. No tienen gente, no tienen legitimidad. Ni siquiera las Fuerzas Armadas y los policías están con ellos. Es un país donde el noventa por ciento, incluyendo policías y militares, queremos que se vayan ya. ¿Pero qué les queda? La represión brutal. Finalmente, hemos visto cómo ese abordaje, aplicando la ley, el law enforcement, es lo que se ha impuesto. Y eso es lo que nosotros habíamos pedido desde hace años. ¿Cuál es el efecto? Ya lo estamos viendo: el régimen cada vez más fracturado, dividido, se traicionan, se delatan, ninguno confía en el otro, y evidentemente cada día son más y más los que se dan cuenta que esto se acabó. Maduro tiene una opción: acepta los términos de una transición negociada a la democracia o se va sin negociación. Tú me dirás cuál es mejor para él. -¿Todavía está abierta esa ventana? -Se puede ir ya, ahorita, mientras estamos hablando. -¿Su salida es un hecho? ¿Está cerca? -No tengo ninguna duda que Venezuela será libre. Y obviamente no voy a especular sobre los días. Los venezolanos hemos aprendido a vivir un día a la vez. Pero yo sí quiero asegurar algo, porque el régimen ha pasado por muchas etapas de negación, de arrastrarse frente a Estados Unidos y otros actores mientras públicamente los insultan. Ahora están en una fase donde lo único que les queda es decir que una vez que se vaya Maduro, porque ya entienden que es inevitable que se vaya Maduro, en Venezuela lo que va a venir es el caos. Y aquí hay que pararlos en seco, tanto a ellos como a sus cómplices dentro y fuera del país. Venezuela es un caos hoy. ¿Qué más caos puede haber en un país donde el treinta por ciento de la población huye? Donde no hay ni agua en los hospitales, donde nuestros niños van solamente dos días a la semana a las escuelas públicas porque no les pagan a los maestros. A donde tiene que ser a punta de tortura y terror mantener a la población en sus hogares. Donde se lleva preso a un maestro porque denuncia que no le alcanza el salario ni para llegar a su trabajo. O se llevan presos a unos economistas porque denuncian los niveles de inflación. ¿De qué me están hablando? Caos es hoy. Y después hablan que si Libia, que si Afganistán, que si las experiencias en Irak... Párense ahí. Estamos hablando de una sociedad que yo me atrevo a decir es la sociedad más cohesionada de América Latina y, cuidado, del mundo. En Venezuela no hay problemas ni diferencias religiosas. Somos profundamente cristianos y católicos. En Venezuela no hay diferencias raciales, no hay diferencias entre regiones del país, no hay diferencias políticas ni sociales. Ni siquiera hoy ya estamos divididos en los que están afuera y los que estamos adentro. Estamos todos unidos y queremos lo mismo y sabemos lo que tenemos que hacer. Y la clave de la estabilidad en la transición es la gente, incluyendo policías, militares, empleados públicos. Tenemos listo todo lo que tenemos que hacer en las primeras cien horas y en los primeros cien días. Y tenemos identificado, esto es muy importante, dónde están los grupos potencialmente que buscarán desestabilizar. Sabemos dónde están, quiénes los integran, dónde se ubican y sabemos cómo los vamos a abordar y eventualmente neutralizar. María Corina Machado aseguró que la caída del dictador Maduro es inevitable (EFE/ Prensa Miraflores) -Hace unos días dijo que si le llegara a pasar algo, la instrucción es que la libertad no se negocia. Todos hemos visto constantes amenazas por parte del régimen. Sin embargo, la percepción generalizada es que cualquier acción contra su persona sería cruzar una línea roja. ¿Cómo vive esta situación? -Yo vivo como todos los venezolanos, un día a la vez. Por supuesto, tengo plena conciencia de los riesgos que enfrentamos todos los venezolanos. ¡Todos! Yo me levanto pensando en nuestros presos políticos, me acuesto pensando en los que están escondidos igual que yo o pasando tanto trabajo fuera de su país, separados de sus familias. Lo que viven mis hijos todos los días, mi mamá, mis hermanas, mi esposo… Inventan rumores de que me agarraron, de que me capturaron. Todos los días llegan estos rumores, son muy crueles. Pero al mismo tiempo, esto nos ha dado una fortaleza, sobre todo espiritual. Yo siento que como sociedad, espiritualmente hemos crecido mucho, y estoy absolutamente convencida de que Venezuela será libre pronto. -Más allá de las recientes acciones de Estados Unidos, en los últimos meses varios países de la región, como Argentina, Paraguay, Panamá, República Dominicana, entre otros, también incluyeron al cártel de los Soles como entidad terrorista. ¿Cómo es la coordinación actual con los países de la región en esta lucha por la libertad de Venezuela? -Creo que está pasando algo muy poderoso en América Latina. Yo sé que mucha gente tiende a ser pesimista, yo soy todo lo contrario. Yo creo que como sociedad, como región, hemos aprendido muchísimo de qué ideas funcionan y qué no, y cuáles son los valores que hacen que una sociedad se levante y prospere. Del fracaso monumental del socialismo, del chavismo, del crimen en Venezuela, y lo que provocó con nuestra tristísima diáspora, porque obligaron, forzaron a millones a dejarlo todo. Pero también ha servido para sensibilizar a muchos latinoamericanos y entender que es una misma causa. Lo que ocurre en Venezuela tiene que ver con ustedes en Argentina y lo que ocurre en Bolivia, con nosotros en Venezuela. Y así como liberaremos a Venezuela, tenemos que liberar juntos -y vamos a liberar juntos- a Cuba y a Nicaragua. Yo siento que hay un conjunto de líderes que han ido alzando sus voces. Lo hubo también en el pasado, hay que reconocerlo, pero en este momento son grandes amigos de nuestra causa. Desde luego, Javier Milei, Santiago Peña, Daniel Noboa, presidente Mulino... Son líderes que han estado en esta vanguardia y que han llamado las cosas por su nombre, a pesar de las consecuencias, porque estás enfrentando estructuras criminales. Entonces, yo sí siento que esta coalición que se ha configurado, que está operando en el Caribe, que incluye países europeos, como el Reino Unido, los Países Bajos y Francia, es histórica y única. Incluye además países caribeños que hasta ahora no se habían manifestado de forma tan clara sobre la importancia de la transición a la democracia en Venezuela. -¿Cree que una vez que Venezuela logre su libertad, lo propio podría ocurrir con Cuba y Nicaragua? -Es mi absoluto compromiso al pueblo cubano y al pueblo nicaragüense. Esta es la misma causa. Y así como ustedes nos han apoyado, nosotros vamos a estar con ustedes. Y no tengo duda que la salida de Maduro va a derivar en esas ondas expansivas de libertad y democracia en toda la región. María Corina Machado aseguró que "Venezuela pronto será libre" (EFE/Fernando Villar) -Ayer vimos que varios líderes internacionales la felicitaron, pero también hubo algunos que hicieron omisión, otros esbozaron críticas. La presidenta de México, por ejemplo, se limitó a responder “sin palabras”, cuando le preguntaron su opinión; Petro criticó una carta en la que pedís ayuda a Netanyahu y Macri en 2018. El arzobispo sudafricano Desmond Tutu, que también recibió el Premio Nobel de la Paz, dijo alguna vez: “Si eres neutral en situaciones de injusticia, entonces elegiste el lado del opresor”. Primero le preguntó cuál es su opinión respecto a la reacción de los mandatario que te mencioné, y segundo, ¿considera que ellos, y muchos otros del pasado, van a ser recordados así por su silencio ante los crímenes de lesa humanidad en Venezuela? -Nunca más oportuna esta expresión de Desmond Tutu, porque al final entre la opresión y la libertad tú no puedes estar en el medio. Entre la justicia y el crimen, tú no quieres ser equidistante. Entre la vida y la muerte no puedes ser indiferente. Entonces aquí hay solo dos posiciones: o estás con el pueblo de Venezuela, con la democracia, con la libertad, con los derechos humanos y la justicia, o estás con el Cartel de los Soles, Maduro y compañía, y el crimen mundial. Punto. Ser indiferente, callarte la boca, al final te hace cómplice. En este momento solo te diría que la historia va a juzgar implacablemente a los que hicieron lo correcto, a los que hicieron lo incorrecto y a los que no hicieron nada. Y yo siento que los pueblos los están juzgando ya. -El Vaticano, a través del secretario Pietro Parolin dijo que desea que este Premio Nobel permita “redescubrir” el camino de la democracia en Venezuela. ¿Ha tenido o tiene contacto con el papa León o con su su equipo diplomático? -Primero te digo que la democracia está en el ADN de los venezolanos. Generaciones que crecimos en democracia y que pensamos que la teníamos para siempre, que venía con el tetero, y aprendimos la lección más dura. Y es que la libertad hay que defenderla todos los días y que si la pierdes, conquistarla es muy doloroso, muy costoso. Entonces eso es lo primero. Lo segundo es que queremos paz, pero paz con libertad. Hemos aprendido que el camino a la paz es la libertad y el camino a la libertad es la fuerza; es la fuerza moral y la fuerza espiritual, y también la fuerza física. Hay que llamar las cosas por su nombre. El régimen nos declaró una guerra que nosotros no queríamos, nos la declaró y con los instrumentos de la ciudadanía y con el apoyo de los genuinos demócratas del mundo, la vamos a ganar, los vamos a derrotar y vamos a construir una nación que habrá aprendido para siempre lo que significa la responsabilidad de cada ciudadano en cuidar la democracia y en cuidar la libertad. -La última. Ayer el comité del Nobel reconoció que no sabe si va a poder recibir el premio en persona el próximo 10 de diciembre. ¿Confía en que va a poder estar en persona en ese entonces? -Eso solo lo sabe Dios. Yo tengo profunda confianza en los venezolanos y en Dios.

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