11/10/2025 17:54
11/10/2025 17:54
11/10/2025 17:54
11/10/2025 17:54
11/10/2025 17:53
11/10/2025 17:53
11/10/2025 17:53
11/10/2025 17:53
11/10/2025 17:53
11/10/2025 17:52
Gualeguay » Debate Pregon
Fecha: 11/10/2025 15:05
Gualeguay se reunió nuevamente en las calles. Este viernes por la tarde, vecinas, amigos, familiares y organizaciones sociales marcharon para pedir justicia por Daiana Mendieta, la joven de Mansilla asesinada días pasados. Después de una dolorosa búsqueda que nos trae los peores recuerdos, su cuerpo fue hallado en un aljibe, a unos cinco kilómetros de la localidad de Gobernador Mansilla. Por el crimen está detenido Gustavo Brondino, de 55 años, único imputado en la causa que lleva adelante la Justicia. La concentración comenzó en la esquina del Jockey Club y, tras dar una vuelta completa alrededor de las calles que rodean la Plaza Constitución, concluyó frente al edificio de Tribunales. Allí, las y los participantes encendieron velas, colocaron carteles con consignas y leyeron mensajes que recordaron a Daiana y exigieron justicia. En medio del silencio y las lágrimas, antes de comenzar, una de sus amigas tomó la palabra y dijo simplemente: > “Daia era ruido … era sonrisa ... que se escuche”. A continuación, una vecina de Mansilla leyó un texto ante el acompañamiento atento de todas las personas presentes. El hallazgo y el terror. Un cuerpo, una mujer joven, la misma certeza de siempre. Nos siguen matando. Pero esta vez esta vez una de las nuestras. Si tocan a una, nos tocan a todas. En la plaza de Mansilla, nuestra única plaza hace 8 años atrás, salimos a pedir justicia por el femicidio de Micaela García. En ese mismo lugar de la plaza inauguramos un banco rojo en memoria de los femicidios de Vanessa Villalba y María Edith Morales en General Galarza y el asesinato de Ana Barbelli en Rosario del Tala. > Ese banco rojo era para solidarizarnos, para concientizarnos, para cuidarnos, para que nunca nos pase. Pero nos pasó y nos siguen matando y nos pasó. > Nunca, nunca jamás imaginamos que en ese mismo banco rojo en el cual Daiana se sentó varias veces hoy tendría que llevar también su nombre. Y esta vez mataron a una de las nuestras. Nos pasó a nosotros, a los mansillenses. A nuestra vecina, a nuestra amiga, a nuestra alumna, a nuestra hermana, a nuestra compañera. > No nos vamos a callar. No nos callamos antes, no nos vamos a callar menos ahora. Porque si nos tocan a una, nos tocan a todas. No vamos a parar hasta ver en la cárcel a las personas responsables por la muerte de Daiana. No vamos a parar hasta pedir emergencia en violencia de género porque nos siguen matando. Si nos matan a una, nos matan a todas. > Nos queremos vivas, nos queremos libres, nos queremos sin miedo. Justicia por Daiana. Luego fue el turno de una profesora de Daiana, quien leyó un texto que escribió especialmente para recordarla. Esto que voy a leer es algo muy particular de ella. Los medios nos estaban pidiendo detalles de Daiana y acá van unos detalles de ella. Para quienes querían saber detalles de Daiana, cebaba los mates más ricos del aula. Los compartía con todos mientras que no les desmoronaran la montañita de yerba que cuidadosamente había hecho. Hablaba sonriendo con la sonrisa más linda que te puedas imaginar. > Escribía muy bien y no me refiero solo a su redacción, sino al contenido de sus escritos y a la forma en que elegía cada palabra para expresarse. Tenía una voz muy fuerte y se escuchaba desde el aula del fondo. Eso a veces nos enojaba, pero muchas otras veces nos hacía reír. Tenía una letra hermosa y era muy cuidadosa con sus cosas. Bailaba cada vez que podía y nos contaba historias hermosas. Amaba la vida y la vivía intensamente. > El día viernes 3 de octubre una persona decidió borrar esa sonrisa, apagar esa voz, derribar de un golpe el destino de Daiana, esconder su cuerpo e irse a su casa. Mientras tanto en el pueblo el pedido de aparición se empezó a hacer más grande. Nos faltaba Daiana y nada nos iba a detener hasta encontrarla. Su voz se empezó a multiplicar en sus amigas y en su familia que la buscaron incasables. Tres días después supimos la noticia más fuerte. > La angustia y la bronca invadió los cuerpos. Salimos a pedir justicia con lágrimas en los ojos y el alma rota, pero llenos de fuerza y con el puño en alto. Hoy vinimos a replicar este pedido de justicia para que el castigo hacia el femicida sea ejemplar, para que se cumpla el NiUnaMenos, para no tener que llorar a nuestras alumnas, hijas, hermanas o amigas nunca más. Aunque nos llamen locas o exageradas, seguiremos gritando por las que ya no tienen voz. > Por María, por Mica, por Daia, por todas que nos quitaron. Ni una menos, vivas nos queremos. El cierre fue en silencio, con velas encendidas frente a los Tribunales y un único reclamo que se repitió en cada pancarta y en cada voz: “Justicia por Daiana Mendieta”. Otra vez la comunidad de Gualeguay se encuentra unida para exigir un freno a la violencia de género. Estamos hartos de contar estas historias, de ver los mismos desenlaces una y otra vez, de enumerar chicas muertas que nunca pero nunca pueden convertirse en una cifra, y mucho menos, en un espectáculo.
Ver noticia original