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Concepcion del Uruguay » BabelDigital
Fecha: 09/10/2025 23:30
El femicidio de Daiana Mendieta, la joven de 22 años que vivía en Gobernador Mansilla, volvió a poner en debate la violencia de género y la ausencia de políticas de protección efectivas. En este contexto, BABEL dialogó con Daniela Morales, docente y militante del peronismo, con base en el feminismo popular y oriunda de Gualeguay, quien integró la cuadrilla de búsqueda de Micaela García en 2017. Morales sostuvo que los femicidios “no surgen de la nada” y advirtió que “desde 2023 el Estado se retiró del acompañamiento a quienes menos posibilidades tienen, siendo las mujeres las primeras en sufrir los recortes”. Morales señaló que la eliminación de programas y estructuras vinculadas a la Educación Sexual Integral y al acompañamiento de víctimas “debilita las herramientas de prevención y contención”. -¿Qué reflexión nos podes compartir al respecto del reciente femicidio de Mansilla? -El femicidio de Daiana Mendieta es una constante que se repite en nuestra sociedad, lamentablemente estos casos demuestran que las mujeres no estamos exentas de sufrir la violencia de género; por más que vivamos en ciudades pequeñas o grandes. El entramado de la cultura machista está tan hondo en nuestra comunidad, que todas somos posibles víctimas de este sistema perverso en donde ser mujer puede costarte la vida. -A casi diez años del surgimiento exponencial del feminismo ¿qué se consiguió y sigue vigente? -Los movimientos sociales tienen avances y retrocesos. Por eso, el feminismo llama olas a esos tiempos de crecimiento, conquistas y participación masiva en la lucha por la equidad de género. Desde 2015, el movimiento feminista no solo se expandió, sino que logró crear una red sólida desde la base, que se entreteje en miles de grupos a lo largo y ancho del país. Estos espacios intercambian no solo información, sino también acciones concretas para combatir este flagelo social. Logramos avances importantes en materia de legislación, como por ejemplo la Ley de Protección Integral, que si bien fue sancionada en 2009, comenzó a aplicarse y difundirse gracias a la militancia feminista. También la Ley Micaela, la Ley de Educación Sexual Integral, la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, la formación de agentes de acompañamiento para mujeres que sufren violencia y la creación de hogares para víctimas. Sin embargo, nada de eso es suficiente si no contamos con la participación de toda la sociedad, y de las instituciones públicas y privadas, para construir un nuevo modelo de comunidad donde las mujeres no tengamos que vivir con miedo. -¿Creés que en los últimos dos años, con el cambio de gobierno a nivel nacional y provincial, Entre Ríos retrocedió en materia de igualdad entre hombres y mujeres? ¿Por qué? ¿Podés darnos algunos ejemplos? -El Estado, como institución ordenadora de la sociedad, crea sentido y valores a través de la aplicación de políticas públicas. Desde 2023, tanto el Estado provincial como el nacional se han retirado del acompañamiento a quienes menos posibilidades tienen, y son las mujeres quienes primero sufren el recorte en la promoción de derechos. Los casos de violencia física y los femicidios no surgen de la nada: tienen su raíz en un contexto social. Para puntualizar, las coordinaciones de ESI en las departamentales escolares fueron desmanteladas; los programas de acompañamiento a víctimas se redujeron a simples carteles de prevención, y la línea de ayuda para casos específicos de violencia fue integrada a los canales de reclamos por servicios públicos.
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