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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 09/10/2025 19:01
El análisis de isótopos en uñas de los pies habilita nuevas estrategias para la detección de la exposición al gas radón (Imagen Ilustrativa Infobae) Un avance científico reciente indica que las uñas de los pies pueden convertirse en una herramienta clave para detectar la exposición prolongada al gas radón, un carcinógeno ambiental invisible que representa una amenaza importante para la salud pública en muchos países Este hallazgo, liderado por un equipo interdisciplinario de la Universidad de Calgary, en Canadá, y publicado en Environment International, podría transformar la forma en que se identifica el riesgo de cáncer de pulmón, según sus autores, especialmente en personas que nunca han fumado o dejaron de hacerlo hace años. El radón es un gas radiactivo, incoloro e inodoro, que se libera de manera natural en el suelo y puede acumularse en espacios interiores mal ventilados. Su presencia es especialmente problemática en regiones con alta concentración geológica de uranio y en edificios con materiales de construcción específicos o deficiente ventilación, sobre todo en regiones frías donde las diferencias de presión favorecen el ingreso desde el suelo. De acuerdo con el estudio, la inhalación de radón es la segunda causa principal de cáncer de pulmón después del tabaquismo y se estima que es responsable de entre el 3% y el 14% de todos los casos de esta enfermedad. En Canadá, donde se realizó el estudio mencionado, al menos 1.000 personas mueren cada año por cáncer de pulmón relacionado con el radón, y uno de cada cinco diagnósticos ocurre en personas que nunca han fumado tabaco. El gas radón es un carcinógeno invisible que puede acumularse en viviendas mal ventiladas durante décadas (Imagen Ilustrativa Infobae) El desafío para la salud pública radica en que la exposición al radón suele pasar desapercibida. A diferencia del tabaquismo, que puede documentarse mediante el historial clínico del paciente, la exposición al radón depende de factores como la geología local, los materiales de construcción y los hábitos de vida, lo que dificulta su autoinforme y seguimiento. Los métodos tradicionales para estimar la exposición individual al radón, como la medición de emisiones alfa en objetos domésticos o el análisis de aire interior, resultan poco prácticos, no permiten una evaluación retrospectiva personalizada y requieren acceso a los lugares donde la persona ha vivido o trabajado durante décadas. Esta carencia de herramientas ha dejado fuera de los programas de cribado a cerca del 40% de los pacientes canadienses con cáncer de pulmón, quienes no cumplen con los criterios basados en el tabaquismo, dijeron los autores. Uñas de los pies como biomarcador de exposición al gas radón En este contexto, el equipo dirigido por Aaron Goodarzi y Michael Wieser de la Universidad de Calgary propuso un enfoque innovador: analizar los isótopos de plomo radiactivo (210 Pb), producto de la desintegración del radón, en recortes de uñas de los pies. Investigadores de la Universidad de Calgary proponen nuevas herramientas para la prevención del cáncer de pulmón no relacionado con el tabaquismo (Imagen ilustrativa Infobae) Science Alert indicó que, según la explicación de Goodarzi, tras inhalar radón, el cuerpo transforma este gas en plomo radiactivo, que se almacena en tejidos de lenta descomposición como la piel, el cabello y las uñas. Wieser añadió que el análisis de estos isótopos en las uñas permite cuantificar la exposición al radón a lo largo de la vida de una persona. El estudio, publicado en Environment International, evaluó 39 muestras de uñas de los pies de adultos expuestos a diferentes niveles de radón en sus viviendas principales. Los resultados mostraron que quienes habían inhalado concentraciones elevadas de radón durante una media de 26,5 años presentaban 0,298 femtogramos de 210 Pb por nanogramo de plomo estable en sus uñas, frente a solo 0,075 femtogramos en el grupo de baja exposición. Esta diferencia del 397% constituye una señal robusta de que el historial de exposición al radón queda registrado en las uñas de los pies. Además, el marcador persistió hasta seis años después de que los participantes hubieran reducido la exposición al radón en sus hogares, lo que sugiere que el método puede reflejar exposiciones pasadas incluso tras la mitigación. El procedimiento empleado, basado en espectrometría de masas con dilución isotópica (IDMS), permite obtener resultados fiables en cuestión de minutos y podría adaptarse para el procesamiento automatizado de muestras. A diferencia de otros tejidos, las uñas de los pies presentan ventajas notables: su recolección es sencilla y no invasiva, no requieren condiciones de almacenamiento especiales y están menos expuestas a contaminantes externos que el cabello o las uñas de las manos. Además, la mayoría de las personas pueden proporcionar este tipo de muestra, lo que facilita su aplicación a gran escala. Implicaciones para la prevención y el diagnóstico temprano El radón es responsable de una fracción significativa de los casos de cáncer de pulmón en personas que nunca han fumado (Imagen Ilustrativa Infobae) El potencial de este método va más allá de la simple detección, consideraron los autores del estudio. Según ese trabajo, la medición de 210 Pb en las uñas de los pies podría integrarse en los programas de cribado de cáncer de pulmón, permitiendo identificar a personas en riesgo que actualmente quedan fuera de los criterios tradicionales. Aaron Goodarzi subrayó que estos datos “constituirán la evidencia que podría llevar a la inclusión de más pacientes, cuyo cáncer de pulmón no es causado por el humo del tabaco, en la detección y el diagnóstico temprano, que podrían salvar vidas”. El método también podría contribuir a la medicina personalizada, al ofrecer umbrales de acción adaptados al historial real de exposición de cada individuo, en lugar de depender de directrices universales. No obstante, los autores reconocen que el trabajo se encuentra en una fase de prueba de concepto y que es necesario validar el método en una población más amplia y diversa. Actualmente, se desarrolla en Canadá un ensayo de validación que busca reclutar a 10.000 residentes para analizar la relación entre los niveles de radón en sus hogares y la presencia de 210 Pb en sus uñas de los pies. La identificación de plomo radiactivo en recortes de uñas de los pies facilita el seguimiento retrospectivo de exposiciones ambientales prolongadas (Imagen Ilustrativa Infobae) El estudio original también advierte que no se incluyeron fumadores activos, solo exfumadores, y que será importante controlar variables como la densidad ósea y la posible deposición directa de productos de desintegración del radón en la superficie de las uñas. Si los ensayos de validación confirman la eficacia de este enfoque, la posibilidad de conocer la exposición al radón desde etapas tempranas de la vida podría permitir intervenciones preventivas más oportunas y personalizadas, con el potencial de reducir la incidencia y mortalidad del cáncer de pulmón asociado a este gas.
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