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Paraná » 9digital
Fecha: 09/10/2025 12:27
La magnitud de la crisis financiera se refleja en cómo el calendario se ha acortado: la “fecha clave” que esperan todos los operadores: ya nadie tiene el foco en el 26 de octubre -el domingo de la elección legislativa-, que a esta altura quedó muy lejano. En cambio, el nuevo “día D” es el martes 14, cuando se produzca el encuentro entre Javier Milei y Donald Trump. Esa mayor sensación de urgencia está dada por la velocidad en la que las reservas del Tesoro vienen cayendo en su desigual batalla para defender el tipo de cambio en $1.430. Tras una nueva jornada de venta por unos u$s320 millones, ya prácticamente se agotó el stock que había dejado el “tax holiday” de la soja. Las estimaciones del mercado indican que apenas quedan unos u$s360 millones. Eso implica que al Tesoro le alcanzaría para seguir interviniendo solamente un día, o con suerte dos. Después de eso, el dólar seguirá su marcha hasta tocar el techo de la banda de flotación, que hoy se ubica en $1.484,65. Todos los indicadores de alarma se están encendiendo, por ejemplo en la suba de las tasas de interés, porque el Banco Central, ante el temor de que una mayor liquidez agrave la demanda de dólares, mantiene su dura política de encajes al 53% con control diario sobre los bancos. Tasas descontroladas Esto llevó a un nuevo salto de las tasas de interés para las operaciones donde se transa liquidez de cortísimo plazo. La “caución” llegó al 45% después de haber cerrado la semana pasada en 21%. Y la operatoria “repo” entre bancos tuvo un costo más alto aun, de 69%. Esa iliquidez, lejos de ser un fenómeno sólo bancario, está afectando a la economía real, donde se notan los típicos problemas de la cadena de pagos, con empresas en problemas para saldar sus obligaciones y un aumento de cheques rechazados. En el mercado de capitales, se escuchan advertencias sobre cómo “se rompió la curva en pesos”. Es decir, el desplome en los precios de los bonos, que reflejan una alta expectativa devaluatoria. Así, las tasas para los títulos con vencimiento en febrero superan el 5,5% efectivo mensual. Y la Lecap que paga en enero 2027 refleja un dólar implícito de $2.815. Ante esta situación, se torna incierta la licitación de títulos del Tesoro del miércoles próximo, cuando venzan $3,6 billones en manos de los privados. Si la situación no cambia, le resultará difícil a Caputo obtener la renovación de ese vencimiento, a no ser que ofrezca tasas muy elevadas o que el grueso de la colocación sea en títulos atados al dólar. Se acaba el tiempo y los dólares Lo cierto es que la estrategia financiera del gobierno está en un punto límite, con un Tesoro que -tras sacrificar ingresos fiscales equivalentes a u$s1.500 millones por las “retenciones cero”- vuelve a perder la pulseada con el mercado. Y este drenaje de dólares de Caputo ocurre a pesar de la ayuda del BCRA, que otra vez tuvo una fuerte intervención en el mercado del dólar futuro -puso contratos por unos u$s1.150 millones-, aun cuando en los últimos días había intentado disminuir su exposición por la vía de vender bonos “dólar linked” que tenía en su cartera. Esa venta fue equivalente a u$s1.700 millones, en bonos que, según los más críticos, se vendieron “a precio de remate”. Por suerte para Toto Caputo, este viernes no habrá mercados por el corrimiento del feriado del 12 de octubre. De todas maneras, el tic tac genera nerviosismo: hay un hervidero de versiones que recorren las mesas de dinero y las redes sociales, donde se mencionan todas las posibilidades, desde una dolarización completa de la economía argentina hasta que no habrá ninguna ayuda financiera del Tesoro estadounidense y todo se limitará a gestos políticos. Para empeorar la situación, el Tesoro, que posiblemente se quede sin dólares el próximo lunes, tiene que cancelar obligaciones con organismos internacionales por más de u$s300 millones después del miércoles 15. En síntesis, la semana próxima encontrará al Tesoro no solamente sin dólares para intervenir en el mercado cambiario, sino que, además, estará en riesgo de entrar en default con organismos de crédito. Si antes de eso no se produce un anuncio que cambie drásticamente las expectativas, será inevitable que el tipo de cambio dé el saltito de 3,8% que lo separa del techo de la banda. A partir de ahí, el Banco Central está obligado a vender todo lo que le pidan. Es decir, se volvería a la situación “pre efecto Scott Bessent” del mes pasado, cuando el BCRA sacrificó reservas por u$s1.100 millones en apenas tres días. Fuente: iProfesional
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