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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 09/10/2025 08:46
Las frambuesas destacan como superalimento por su alto contenido de antioxidantes y fibra, según Cleveland Clinic (Sociedad de Comercio Exterior del Perú) Las frambuesas son consideradas como superalimento por su perfil nutricional y los beneficios destacados por especialistas de Cleveland Clinic. Conocidas por su sabor y versatilidad, concentran antioxidantes, fibra y vitaminas, lo que las ubica como una elección destacada en una dieta saludable. En el aspecto nutricional, las frambuesas se distinguen por su alta densidad de nutrientes y bajo aporte calórico. Según los especialistas de Cleveland Clinic, una taza de frambuesas crudas proporciona 32 miligramos de vitamina C (cubre el 36% del valor diario recomendado), 0,8 miligramos de manganeso (35%), ocho gramos de fibra (29%), 64 calorías, cinco gramos de azúcar, menos de un gramo de grasa, un miligramo de sodio y cero colesterol. Esta composición convierte a las frambuesas en una opción adecuada para preservar la salud cardiovascular y digestiva sin aportar excesivas calorías ni azúcares. Beneficios para la salud de las frambuesas Diversas investigaciones recientes vinculan el consumo regular de frambuesas con una gran variedad de beneficios para la salud. Destaca su capacidad para reducir la inflamación crónica, factor de riesgo en distintas enfermedades. Los polifenoles, como las antocianinas y los elagitaninos, contribuyen a este efecto. El consumo regular de frambuesas ayuda a reducir la inflamación crónica y protege contra el daño oxidativo celular (Imagen Ilustrativa Infobae) La nutricionista Sereen Zawahri Krasuna, RD, LD, de Cleveland Clinic, afirmó: “La inflamación forma parte de la curación, aunque persistir en el tiempo puede generar consecuencias graves para la salud”. Las antocianinas, responsables del color intenso de la frambuesa, y los elagitaninos, presentes sobre todo en las variedades negras, protegen las células del daño oxidativo. Otro beneficio significativo es el control de los niveles de azúcar en sangre. El elevado contenido de fibra y el bajo índice glucémico favorecen una digestión pausada y una sensación de saciedad prolongada, lo cual ayuda a evitar variaciones bruscas de glucosa. Además, las antocianinas pueden mejorar la utilización de insulina. Zawahri Krasuna destaca: “Nuevas investigaciones sugieren que beber té de hojas de frambuesa sería una forma sencilla y natural de contribuir al control de la glucosa después de ingerir azúcar”. En lo referente a la prevención del cáncer, estudios iniciales indican que el consumo de frambuesas negras podría desacelerar el desarrollo de tumores colorrectales. Pruebas con polvo de frambuesa negra liofilizado mostraron un crecimiento más lento de células tumorales, mayor apoptosis y menos formación de vasos sanguíneos que alimentan los tumores. Los especialistas de Cleveland Clinic aclaran que la investigación continúa, pero subrayan que una alimentación rica en vegetales contribuye a disminuir el riesgo general de cáncer. Las frambuesas contribuyen al control del azúcar en sangre gracias a su fibra y bajo índice glucémico (Imagen ilustrativa infobae) La protección cardiovascular es otro efecto relevante. Los antioxidantes presentes en las frambuesas, como la vitamina C, las antocianinas y los elagitaninos, se han relacionado con una reducción del colesterol y la presión arterial, así como con una menor acumulación de placa arterial. Estos efectos ayudan a minimizar el riesgo de enfermedades cardíacas. Las frambuesas también benefician a la salud cerebral. Las células del cerebro resultan especialmente vulnerables a la inflamación y al estrés oxidativo, procesos ligados a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson. Estudios en laboratorio evidencian que compuestos como las antocianinas y el ácido elágico, presentes en estas bayas, protegen la función cerebral. Quienes consumen más bayas muestran una mejor función cognitiva en edades avanzadas. Usos tradicionales y productos alternativos Históricamente, las frambuesas han servido para tratar afecciones digestivas y de la piel, aunque hoy su uso principal es alimentario. Existen productos alternativos, como el té de hojas, las cetonas y el aceite de semilla. El té de hojas de frambuesa se ha utilizado tradicionalmente en la regulación menstrual; las cetonas, promocionadas para la pérdida de peso, carecen de respaldo científico sobre su seguridad o eficacia. El té de hojas de frambuesa se emplea para regular el ciclo menstrual, pero su efectividad no está plenamente comprobada (Freepik) La dietista de Cleveland Clinic recomienda consultar siempre con un profesional de la salud antes de probar estos productos. El aceite de semilla de frambuesa roja, por su composición en vitaminas A, E y ácidos grasos esenciales, se aplica en el cuidado de la piel, pero su eficacia todavía requiere más investigación. Consejos para incorporar frambuesas a la dieta Para aprovechar todos los beneficios, los especialistas de Cleveland Clinic sugieren consumir frambuesas frescas o congeladas y sin azúcares añadidos. Los especialistas recomiendan consumir frambuesas frescas o congeladas y sin azúcares añadidos para aprovechar sus beneficios (Imagen Ilustrativa Infobae) Ambas opciones conservan un perfil nutricional similar, por lo que resultan accesibles todo el año. Se pueden incluir en batidos, avena, yogur, ensaladas, postres sin hornear, sándwiches de mantequilla de maní con mermelada o panqueques integrales. Para una conservación óptima, es recomendable elegir bayas firmes y de color intenso, evitar las que estén blandas o con moho, enjuagarlas justo antes de comerlas y congelar las que no se consuman de inmediato. Mantener una alimentación variada y equilibrada es fundamental, y las frambuesas representan una alternativa nutricional y sabrosa para favorecer el bienestar general.
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