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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 07/10/2025 20:51
Germán Pezzella ahondó en la importancia de los clubes y su rol social dentro de la sociedad (Fundación River) En el Congreso “Gol Iberoamérica”, organizado en las instalaciones de River Plate este lunes 6 y martes 7 de octubre, Germán Pezzella expuso ante dirigentes de distintos clubes de la región su perspectiva sobre la importancia de las instituciones dentro de la sociedad. A sus 34 años, el defensor campeón del mundo con la selección argentina en Qatar 2022 fue protagonista de la charla titulada “El futbolista como agente de cambio”, y relató cómo el fútbol y las entidades sociales configuran valores y vínculos capaces de marcar vidas mucho más allá de lo que suele visibilizarse. “Era venir a vivir en el club, venir a estudiar en el Colegio River y venir a jugar acá. Pero en el momento que entrás acá, decís: ‘No, quiero más, quiero jugar ahí adentro’”, recordó Pezzella sobre sus inicios, en una descripción en la que el deseo personal se fusiona con la comunidad que crea el club. Su etapa formativa dentro del Millonario lo obligó a mudar su vida y redefinir la normalidad de la adolescencia. Jugar al fútbol profesional esquiva rutinas familiares, celebraciones y pequeños rituales cotidianos. Durante la charla, en la que estuvo invitado Infobae, el futbolista esbozó: “El club nos dio de comer, nos dio educación, nos dio unos valores que después nos marcan para toda la vida. Entonces, abarca mucho más que el haber dejado mi ciudad, porque fue un sueño profesional”, sostuvo. Pezzella, además de lucir la camiseta de River, defendió los colores de Real Betis y Fiorentina, y se consagró en dos Copa América, la Finalissima y el Mundial de 2022 con la albiceleste. Sin desconocer el sacrificio personal, su testimonio permitió dimensionar a los clubes deportivos como factor clave de movilidad, integración social y construcción de identidad. Según relató ante el congreso, las enseñanzas que recibió durante su paso por River Plate exceden lo estrictamente deportivo. “Profesionalmente siempre nos inculcaron que, en la victoria o una derrota, había un escudo a respetar, y que ese escudo implicaba respeto hacia los rivales, hacia sus compañeros, hacia tus coordinadores, hacia tu gente. No solo se traslada a la cancha, sino también para la vida en general”, destacó. A la hora de hablar de las lesiones dentro del ámbito deportivo (actualmente se encuentra en plena recuperación de una rotura de ligamento cruzado), relató: “Yo tuve dos lesiones importantes en mi carrera. La primera me sucedió a los 20, 21 años, después de jugar diez partidos seguidos en Primera, que estaba, quizá, en mi mejor momento anímico... Me viene esta lesión en la rodilla, que me agarró con un montón de miedo, de inseguridades, porque no estaba preparado, no sabía de qué se trataba la recuperación. Y uno se empieza a hacer un montón de preguntas en su cabeza. ‘Recién arranco, ¿cómo me voy a recuperar? ¿Esto me va a traer consecuencias a futuro? ¿Qué tipo de carrera voy a hacer?’”. Varios años más tarde, una rotura ligamentaria lo obliga a encarar el proceso de recuperación desde otro lugar vital. La experiencia acumulada le permite buscar utilidad al tiempo fuera de las canchas y redefinir el tipo de ayuda que ofrece a sus compañeros. “Esta lesión me agarra en una situación totalmente diferente, por haber ya transitado gran parte de mi carrera y porque también me agarra con muchas más herramientas para afrontarla. Son meses largos, complicados, en los que te encontrás entrenando solo, que tus compañeros salen a entrenar, salen a jugar, y vos no podés ayudarlos. Pero también entendí, con la experiencia, de que puedo ayudarlos desde otro lado, no adentro de la cancha, pero quizá, dentro del vestuario, en el día a día, en los momentos previos a los partidos”, explicó. El ejemplo social de los futbolistas Germán Pezzella, en el cierre del congreso Gol Iberoamérica, junto a un dirigente del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, Clara D'Onofrio e Ignacio Villaroel (Fundación River) Si bien ciertas figuras del deporte intentan desligarse de la presión pública, Pezzella reconoce el peso social de la figura del futbolista. “Es un tema importante, porque he escuchado muchas veces a gente decir que no quiere o no pretende ser ejemplo de nada. Pero al final también hay que hacerse cargo del lugar que ocupamos, de la cantidad de gente que nos presta atención a nosotros y que podemos influenciar a la gente para un lado o para el otro”, reflexionó. Para el defensor, la referencia no solo tiene alcance hacia las camadas juveniles que admiran a los jugadores por logros deportivos, sino también en la construcción de modelos propios de esfuerzo, vulnerabilidad y superación. “Hay muchos chicos que están creciendo y que nos miran por la Selección, por River, o porque simplemente aman el fútbol. Y ahí creo que es un poco donde nosotros, los futbolistas, tenemos que dar un paso adelante en desmitificar, quizá, la figura del futbolista, porque a veces parece como que si fuéramos robots, como si fuéramos superhombres, y somos gente totalmente normal que tiene los mismos problemas que cualquier otro”, remarcó. Su vida después del fútbol El fútbol profesional suele asociarse con trayectorias efímeras y la ansiedad ante el retiro. La voz de Pezzella aporta una mirada transparente sobre el proceso de redefinir expectativas y construir un futuro más allá de la camiseta y los éxitos en las canchas: “El fútbol es gran parte de mi identidad. Cuando era chico la pelota era todo para mí, era lo único que necesitaba desde que era chico para poder estar bien. Y después se convirtió en un círculo de vida, porque el fútbol me ha llevado para un montón de lugares y he vivido experiencias que de otra manera no sé si hubiese vivido”. El paso de los años habilita preguntas por caminos futuros y nuevos sentidos. Pezzella no oculta la incertidumbre ni descarta alternativas fuera del universo del fútbol, aunque reconoce la vitalidad del deporte para su desarrollo personal. “Uno llega a una edad en que empieza a pensar en el post retiro, de qué lado le gustaría estar. Porque hoy en día a mí me gusta mucho el fútbol como deporte en sí, más allá de practicarlo. Y después, obviamente, me voy preparando, voy trabajando en mí para saber en qué área me gustaría participar. O capaz que llega un momento en que uno dice: ‘Prefiero estar afuera y dedicarme a otra cosa’. Pero sí que el fútbol es gran parte de quién soy. Me ha enseñado un montón de cosas”, narró. “Me ha pasado en algunos momentos cuando éramos chicos, de perder un partido y de tener vergüenza cuando salís a la calle. Cuando van pasando los años, empezás a ir entendiendo de que sos mucho más que un jugador de fútbol, y empezás a disociar el futbolista de la persona, y podés darle espacio. Pero sí que el fútbol a mí me marcó desde chico y totalmente fue mi vida”, añadió. El éxito y el valor de los vínculos fuera del campo Germán Pezzella brindó una charla ante dirigentes en el evento Gol Iberoamérica (Fundación River) Lejos de circunscribir el éxito a lo deportivo, Pezzella reivindica los lazos personales como núcleo del sentido de la carrera profesional: “Yo, personalmente, me considero exitoso cuando veo a la gente que tengo al lado mío. Cuando veo a mi familia, a mis amigos, que son mis amigos de toda la vida. Y es ahí donde yo siempre siento realmente fuerte...”. Para el jugador, el reconocimiento social y los trofeos conviven con gestos de gratitud hacia quienes impulsaron su carrera desde el anonimato: “Está bueno, muchas veces, separar una cosa de la otra”, compartió ante el congreso. “Se tocó el tema de la Copa del Mundo, y me ha pasado mucho que me dicen ‘¿qué problema podés tener?’. Para nosotros eso es el éxito máximo, que ni siquiera soñamos, porque es tan grande que ni siquiera uno lo ve viable. Nos pasó y es el éxito más grande de mi vida. Pero ahí es donde vos disociás al futbolista de la persona, y empezás a ver también con los años y empezás a darte cuenta de que el éxito como tal está en las relaciones, sobre todo, en poder entrar a un club y poder estrechar la mano de una persona que me ayudó a hacerlo cuando yo era chico y poder compartir unos mates con él y hablar de la vida. Después, obviamente, a nivel deportivo, yo siempre quiero ganar lo que se juegue, quiero ganarlo, quiero ganar los trofeos, el fútbol, todo eso. Pero está bueno muchas veces separar una cosa de la otra", remató. Su rol dentro del vestuario En cuanto a su rol dentro de los planteles, Pezzella describe la importancia de los referentes y el acompañamiento a las nuevas generaciones: “Quizá los chicos que hemos vivido más años de carrera, que hemos vivido situaciones muy diferentes, nos sale de manera natural el acercarnos, sobre todo a los chicos más chicos que están haciendo sus primeros entrenamientos, sus primeros partidos en la Primera, porque estuvimos en ese lugar y sabemos quizá lo que significa que de repente llegue alguien dentro del plantel y te dé la confianza y libertad para que vos puedas nada más que hacer lo tuyo”. “Es difícil entrar a un plantel donde ves gente que hace algunos años la veías por tele, y lo que intentamos siempre es romper esa pared, que si necesitan algo o les pasa algo, pueden llamarnos, pueden comentarlo y nosotros podemos estar ahí para ayudarlos. Sobre todo para que puedan expresarlo”, explicó. La importancia de los clubes sociales y el impacto en la comunidad En el eje social de su presentación, Pezzella brindó ejemplos concretos del valor que tienen los clubes en la vida comunitaria, mucho más ante emergencias o crisis socioeconómicas. El defensor se refirió al rol que desempeñó el club millonario en su ciudad natal, Bahía Blanca, durante una grave inundación. “Socialmente creo que los clubes tienen un rol importantísimo. Todos saben lo que se vivió en Bahía hace unos meses con la inundación y lo que hizo el club para ayudar a la ciudad, fue muy fuerte. Y siguió yendo, y no la dejó ahí en el olvido. Les dijeron a los bahienses: ‘Estamos acá para ustedes y no nos olvidamos de que hay ciertas necesidades y los necesitamos ayudar’”. “Entonces, el ver en la gente esa cara de ilusión y que diga ‘ustedes se acordaron de nosotros’, creo que es un impacto más grande, porque a la gente, me lo han dicho en primera persona cuando he estado en Bahía, le da aliento, la sensación de decir: ‘Se puede salir, podemos salir adelante, porque hay gente que está pendiente de nosotros y está queriendo echarnos una mano’”, compartió en el foro. Esa experiencia personal lo llevó a reclamar un compromiso aún más activo de todas las instituciones deportivas: “Es muy importante y tendría que ser aún más, tendría que ser algo más en conjunto de todos los clubes, desde algo mucho más natural”. La dimensión social, el traspaso de valores y la construcción de identidad, según Germán Pezzella, superan el resultado deportivo y asignan a los clubes y a sus referentes la función de ser catalizadores de cambio.
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