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Parana » El Once Digital
Fecha: 07/10/2025 08:58
Cada vez más chicos son excluidos de grupos de WhatsApp o redes sociales en una práctica silenciosa que especialistas definen como bullying encubierto. Elonce reunió los testimonios de expertos que alertan: “Es un maltrato emocional que deja huellas profundas en la autoestima”. El bullying encubierto es una modalidad de acoso que se expande entre los adolescentes y que se manifiesta principalmente a través de los grupos de WhatsApp y redes sociales. A diferencia del acoso directo, esta forma de exclusión no implica insultos ni agresiones evidentes, sino el silencioso acto de dejar a alguien fuera: no incluirlo en chats, no mencionarlo en publicaciones o evitar su presencia en fotos grupales. Un caso reciente conocido como el de Camila —una adolescente de 13 años que fue eliminada del grupo principal de sus compañeras, llamado “Las Reinas”— visibilizó cómo estas prácticas pueden generar aislamiento y angustia en quienes las sufren. Tras quedar fuera del chat, dejó de ser invitada a cumpleaños, reuniones y actividades escolares. Lo que comenzó como una omisión virtual terminó afectando su vida cotidiana y su autoestima. Qué es el “bullying encubierto” Una exclusión silenciosa A diferencia del acoso tradicional, esta modalidad se manifiesta de forma sutil, pero no menos dañina. “El bullying encubierto es una forma de maltrato emocional que no siempre se detecta a simple vista, pero que deja huellas profundas en la autoestima y el sentido de pertenencia”, explicó el especialista Adrián Dall’Asta, creador de la Fundación Padres y autor de Adultescentes. ¿Y si el problema somos nosotros?. Según Dall’Asta, la práctica se expresa en la omisión sistemática: excluir a alguien de grupos, no mencionarlo, no etiquetarlo o ridiculizarlo mediante stickers o memes. “No siempre el acoso escolar es estridente. A veces actúa en silencio”, remarcó. Por su parte, la psicopedagoga María Zysman, fundadora de Libres de Bullying, advirtió que la naturalización de estas conductas entre adolescentes es cada vez más frecuente. “Cualquier cosa vale con tal de pertenecer. Se ríen del otro, se esconden, se suman al anonimato. Lo preocupante es que muchos adultos lo justifican con frases como ‘ahora es así’”, señaló. Qué es el “bullying encubierto” De los grupos de WhatsApp al “baneo” y la “cancelación” En los cursos escolares, los grupos de WhatsApp se han convertido en territorios de pertenencia o exclusión. “Los grupos deseados son donde todos quieren estar; los otros son el descarte. La decisión de incluir o no a alguien define quién tiene poder dentro del grupo”, detalló Zysman. El fenómeno se amplía con términos que los chicos manejan habitualmente: Baneo: expulsar o bloquear a alguien de un grupo o juego. Cancelación: atacar o excluir masivamente a una persona en redes. Ghosting: cortar la comunicación sin explicación. Doxing: difundir datos personales para humillar o intimidar. Trolling: enviar mensajes agresivos para molestar o generar conflicto. Estas prácticas, según los especialistas, reflejan dinámicas de poder y vulnerabilidad que impactan en el bienestar emocional de los adolescentes. Impacto y señales de alerta Un relevamiento de la Universidad Austral reveló que el 28% de las chicas entre 12 y 15 años fue excluida de grupos sociales sin explicación, y el 62% no se animó a contarlo por miedo a empeorar la situación. Los expertos recomiendan a los padres y docentes estar atentos a cambios repentinos en el ánimo, rechazo a reuniones, bajo rendimiento o frases como “me cambiaron de grupo” o “no me invitan”. “Lo que para un adulto puede parecer una tontería, para un adolescente puede ser el centro de su mundo emocional”, enfatizó Dall’Asta. La clave, coinciden los especialistas, está en no minimizar ni justificar, escuchar sin juzgar y actuar junto a la escuela para reconstruir los lazos dañados. “Los chicos no miden el daño que puede causar un sticker vergonzoso. Hay que enseñarles a reparar, a entender que lo digital también tiene consecuencias reales”, sostuvo Zysman. “Y los adultos debemos dar el ejemplo: en nuestros propios grupos también dejamos gente afuera”. El bullying encubierto plantea así un nuevo desafío para padres, docentes y comunidades escolares: detectar la exclusión digital antes de que se transforme en soledad y sufrimiento silencioso. (La Nación)
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