06/10/2025 16:47
06/10/2025 16:47
06/10/2025 16:46
06/10/2025 16:46
06/10/2025 16:46
06/10/2025 16:45
06/10/2025 16:45
06/10/2025 16:45
06/10/2025 16:44
06/10/2025 16:44
Buenos Aires » Infobae
Fecha: 06/10/2025 14:53
Dwayne Johnson, conocido mundialmente como The Rock, tuvo un fin de semana complicado con el estreno de The Smashing Machine, la biografía dirigida por Benny Safdie. La película, que relata la vida del luchador de MMA Mark Kerr, se estrenó en cines estadounidenses el pasado fin de semana y recaudó solo 6 millones de dólares, una cifra muy inferior al presupuesto de la producción, estimado en aproximadamente 54 millones de dólares, lo que representa el peor debut en taquilla de Johnson hasta la fecha. El principal competidor fue el fenómeno cultural de Taylor Swift, cuyo filme The Official Release Party of a Showgirl dominó la taquilla y relegó la cinta protagonizada por Johnson al tercer lugar, a pesar de que recibió críticas favorables. Un contexto de expectativas insatisfechas El estreno de The Smashing Machine venía precedido de altas expectativas debido a su paso por los festivales de Venecia y Toronto, donde la dirección de Safdie fue reconocida y la interpretación de Johnson fue resaltada por los especialistas. Sin embargo, los primeros resultados en taquilla planteaban desafíos: la película recaudó 850 mil dólares en funciones de preestreno, un número modesto considerando el lanzamiento en 3,345 salas en comparación con otras películas de Johnson. Una comparación relevante surge con la anterior película para adultos de Johnson, Pain & Gain (2013), que logró recaudar 20 millones de dólares en su primer fin de semana. El mayor reto para Johnson y Safdie fue la competencia directa con el filme de Taylor Swift, The Official Release Party of a Showgirl, que también se estrenó el mismo fin de semana. Esta producción logró recaudar 33 millones de dólares solo en Estados Unidos y 46 millones de dólares a nivel mundial, demostrando la habilidad de Swift para atraer al público joven y femenino. Además, el éxito de Swift limitó el acceso de The Smashing Machine a pantallas premium como IMAX y otras grandes salas, restringiendo su visibilidad ante los potenciales espectadores. Competencia intensa y repercusiones para la industria La complicada situación del filme de Johnson se vio agravada también por el éxito continuado de One Battle After Another, la nueva película de Paul Thomas Anderson, que después de dos semanas en cartel se ha convertido en la más taquillera de la carrera del director. Esta competencia directa por las salas más importantes, junto con la campaña de reestreno de Avatar: Way of Water, que sumó 350 mil dólares en funciones previas y ofreció una proyección especial de su próxima secuela, saturó la oferta de películas para la audiencia. En el ranking semanal, la película dirigida por Safdie logró superar apenas a opciones familiares y de animación como Gabby’s Dollhouse o a fenómenos como Demon Slayer: Infinity Castle. Aunque The Smashing Machine recibió críticas positivas y existen expectativas de nominaciones para Johnson, los resultados de taquilla evidencian una desconexión entre la crítica y la respuesta del público, en un entorno donde los grandes lanzamientos luchan por atraer a una audiencia cada vez más fragmentada y exigente. Consecuencias para la trayectoria de Dwayne Johnson y metas frustradas The Smashing Machine significaba para Johnson un regreso a papeles dramáticos y desafiantes, alejados de los géneros de acción o comedia ligera. El film, que explora la caída tanto psicológica como personal de un campeón, tenía el propósito de posicionar a Johnson en la próxima temporada de premios. Sin embargo, las condiciones del mercado reflejaron los riesgos de lanzar biografías para adultos en fines de semana dominados por fenómenos mediáticos. A diferencia de proyectos anteriores, el desempeño económico no acompañó los elogios de la crítica. Este revés obliga a los estudios y a figuras como Johnson a reconsiderar las estrategias para atraer al público, especialmente cuando estrenos como los de Taylor Swift pueden monopolizar la atención y afectar incluso los mercados tradicionalmente receptivos a las grandes estrellas de Hollywood. Este episodio ilustra la complejidad del negocio actual del cine, donde las preferencias del público pueden cambiar rápidamente y dejar de lado a figuras reconocidas del entretenimiento global.
Ver noticia original