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» Diario Cordoba
Fecha: 06/10/2025 09:42
-¿Qué supone para usted un nuevo mandato en la asociación? -Lo primero es agradecimiento a los socios porque confían en mí, pero yo ya les he dicho que yo quiero que este sea mi último mandato. Los mandatos duraban dos años y ahora mismo estamos ya rondando los 50 socios, entre Rejas y Balcones y Patios. Es un grupo reducido, no es una asociación grande y no hay un afán por estar en el cargo, entonces este año decidimos modificar los estatutos y actualizarlos y ya los mandatos van a ser de cinco años. En este mandato voy a ser el primero que cumpla los cinco años, pero yo ya les he dicho que se vayan preparando y que alguien coja el relevo. -¿Qué papel juega hoy en día la asociación? -Yo creo que estamos haciendo una labor buena. Estamos colaborando siempre con el Ayuntamiento, con la ciudad y, sobre todo, luchando por proteger a los que cuidan los patios, que al final es el alma de la fiesta y para lo que nació esta asociación, para tener un interlocutor válido entre los propietarios y las instituciones. Entonces, nosotros creemos que hacemos una buena labor de información y de colaborar en todo lo que podemos. Ese es mi afán y por eso continúo. Porque a mí, sinceramente, me quita muchísimo tiempo de mi vida familiar y de mi vida laboral y me da más sofocones que alegrías, lo que pasa es que esto de los patios es como un veneno que, cuando lo tienes en la sangre, no hay quien te lo quite. -¿Cuál es el mayor logro que han alcanzado? -Nuestra asociación nace en el 96 porque el Ayuntamiento iba por libre, solo había otra asociación que velaba por conservar los edificios, pero es que el problema de los patios de Córdoba es que si no hay gente viviendo en ellos es un edificio más como puede haber en cualquier sitio, en cualquier ciudad del Mediterráneo. El hecho de que en Córdoba sean tan singular es por la vida que ha habido siempre en ellos. Al principio fue muy duro porque las instituciones no estaban acostumbradas a que les llevaran la contraria, ni a que les dijeran que estaban haciendo las cosas mal, pero yo creo que hemos conseguido muchísimas cosas. Entre ellas, que valoren a los cuidadores, solicitar que el Ayuntamiento se pusiera manos a la obra para la declaración de la Unesco y luchar por que esto se consiguiera, ese fue el culmen de todo el trabajo, aunque yo siempre digo que lo más importante es que sigamos manteniendo la línea de cuidar al cuidador, porque es la única manera de mantener esta fiesta. Si no quieren abrir sus casas, no hay fiesta. Entonces nosotros siempre estamos luchando por conseguir que las condiciones sean las más favorables para los cuidadores para que tengan ganas de volver a presentarse año tras año. -¿Qué objetivos tiene para el mandato? -Intentar atraer a más gente y buscar un relevo generacional, que haya personas nuevas que quieran cuidar sus casas y luego enseñarlas y abrirlas al público, que es lo difícil. Este año, por ejemplo, hemos conseguido que tres casas nuevas se abran, se han hecho socios, los hemos ayudado en todo lo que nos han pedido. De hecho, este año se han sumado cinco o seis nuevos socios y prácticamente el 80% de los patios que participan en la fiesta son ya parte de la asociación. Y ahora nuestra previsión, por lo que llevamos años luchando, pero que no hay manera y no sabemos ya cómo tirar, es el problema que tenemos con las becas de nuestros hijos. El tema de que participemos en el concurso, como supone un accésit, una ayuda al mantenimiento del patio, repercute en la declaración de Hacienda y en las becas. Si tú ganas un premio de 1..700 euros te quitan la beca de tu hijo. Entonces, es incomprensible que estemos luchando por un relevo generacional y a nuestros hijos se los condene por participar. Luego no quieren saber nada del patio porque para ellos ha sido una pérdida económica. La última reunión la tuvimos con un diputado de Izquierda Unida que nos dijo que iba a hablar con el ministro de Educación, pero hasta ahora no tenemos noticias de que se vaya a solucionar. También hemos propuesto varias ideas para la conservación de las casas de vecinos, para rehabilitarlas y que las ocupe la gente joven, con alquileres baratos, porque hay muchas casas abandonadas en el casco, pero es solo una idea que llevamos planteando mucho tiempo y que ojalá la tomen las instituciones. -También se busca potenciar los Patios en Navidad... -Sí, hemos estado colaborando con el Ayuntamiento para mejorar la Navidad en los Patios. Se han creado unas bases, que están ahora mismo en Intervención. La Navidad en los Patios se celebraba desde la antigüedad, pero nosotros lo pusimos en valor desde el año 2005 y de manera natural. Empezamos tres patios nada más y poco a poco fue aumentando el número de participantes. Este año se cumplen 20 años de la primera vez que se abrieron y no hemos recibido nunca ninguna compensación económica más allá de las macetas y los productos para los visitantes. Entonces se va a crear un accésit pero, como toda las cosas administrativas, tiene que pasar por Intervención. Para este año está previsto, pero no sabemos aún cómo va a ir ni lo que se va a cobrar porque está en manos de los técnicos. -¿Qué opina sobre la masificación de la fiesta? -La masificación es normal cuando hay algo atractivo, porque todo el mundo quiere verlo. A nosotros nos gusta que venga la gente a verlos, pero es verdad que hay que cuidar la manera de verlos. En eso ha ayudado mucho la figura de los controladores porque hay mucha más fluidez en la visita, la gente lo disfruta mejor y nosotros hemos ganado en calidad de visitas, aunque se haga un poco más de cola. Además, el problema solo está en puntos muy localizados, porque se ha hecho muchísima publicidad y se ha vendido como que es el único sitio donde hay patios, pero hay muchísimos barrios donde la visita es fluidísima, comodísima y donde hay patios maravillosos. Hay que convencer a la gente de que tiene que moverse, que el casco histórico es muy grande y que es muy disfrutable. -¿Hay que adelantar el festival? -Algunas veces se ha adelantado la floración, pero otras se ha retrasado. Entonces, el problema no es por el tiempo, el problema es que adelantar la fecha supone una complicación tan grande que yo creo que no merece la pena. Esto no deja de ser un concurso y además está hecho con mucha intención para que la gente se esfuerce y esté lo más bonito posible. Eso sí, hay que ayudar a los patios a que se conserven durante todo el año, que no sea un decorado de mayo y que cuando llegue la fiesta no sea tan costoso arreglarlo y prepararlo, porque esto lo sabemos nada más que nosotros, los sufrimientos que da un patio. Queremos que se valore y luchar porque las instituciones y las empresas que se benefician de que estas casas, que son privadas, se abran al público y atraigan gente, se den cuenta que tienen que colaborar, por mucho que aseguren que no ganan nada, porque con las colas que hay no se puede decir que no hay negocio en los hoteles y en los restaurantes.
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