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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 05/10/2025 16:32
Aunque parezca un Ferrari Purosangue, no lo es. Se trata de una marca asiática que emula ese concepto a un costo mucho menor La tendencia parece ser la misma que se vio con el cambio de los teléfonos celulares que ocurrió hace poco más de 10 años. El mercado estaba plagado de dispositivos en los que había una pantalla, pero más de la mitad de la superficie estaba ocupada por muchos botones muy pequeños. Hasta que un día llegó el más famoso smartphone que era toda una gran pantalla táctil y cambió las reglas para todos. El mercado del automóvil está actualmente transitando un camino similar porque la gente consume eso, quiere lo tecnológico, y por más que se compren un auto que no tiene la mejor tecnología, si tiene una pantalla pasa a ser un auto tecnológico. “Hay una generación de consumidores que todavía preferimos las teclas, el ruido que se siente al presionarlas o al girar el comando del aire, por ejemplo. Para mí es parte de la experiencia del uso del automóvil”, empezó comentando el diseñador argentino Juan Manuel Díaz, un profesional de jerarquía en el mundo del automóvil en Europa que trabajó en los departamentos de diseños de Alfa Romeo y Audi. Entre sus hitos están el diseño del Alfa Romeo Mito y del Audi RSQ e-tron del Rally Dakar. Juan Manuel Díaz vive en Alemania, es consultor de automotrices globales y tiene una mirada particular de los autos actuales El cambio del concepto de automóvil, sin embargo, va más allá de la tecnología o las pantallas que se puedan encontrar a bordo. Hay un cambio de forma y de tipo de vehículo. El sedán dio lugar al SUV como parte de una aspiración a tener vehículos más llamativos. El auto común quedó chico, y este nuevo tipo de conceptos, aunque sean del segmento más chico, los B-SUV, representan algo superior por el sólo hecho de ser más altos. “Estéticamente los autos son cada vez más feos y todos parecidos. Hay pocos autos lindos en la actualidad. Pero la gente no compra el auto por el diseño, los compra por las luces y por las pantallas. La nueva experiencia de uso es ahora la conectividad, la vinculación del auto con el teléfono. Hoy la gente quiere entrar al auto, apoyar el teléfono, conectarlo al auto y que mientras lo usa se vaya cargando sin tener que conectar un cable”, asegura Díaz desde Alemania, su país actual de residencia. Las pantallas prevalecen en el interior de los autos actuales. Es el elemento que más llama la atención de los usuarios. REUTERS/Go Nakamura La llegada de los autos chinos con diseños que muchas veces tienen similitudes con modelos de marcas conocidas no pasa desapercibida. Mientras la industria tradicional parece haber hecho el trabajo grueso de crear formas icónicas, los nuevos fabricantes asiáticos toman esas ideas y le agregan tecnología accesoria a la del funcionamiento motriz del vehículo. “El nuevo consumidor elige que el auto se parezca a algo. No importa si la marca es conocida o es una marca rara. Lo importante es que aparente un determinado status alto. Que se parezca a un Porsche o a un Range Rover, y aunque cueste un 20% de lo que cuestan esos autos, eso no importa. Es la época de las pantallas, ya va a pasar”, aseguró el diseñador argentino. Los autos del futuro quizás no tengan vidrios y en lugar de pantallas tengan hologramas. Depende la demanda de los consumidores Sin embargo, ante esta avanzada de la tecnología vinculada al infoentretenimiento, hay marcas que decidieron regresar a botones físicos incluso por cuestiones de seguridad. Dos de esas marcas, casualmente, son Alfa Romeo y Volkswagen, que ya anunciaron la desaparición de ciertos comandos como las balizas, el sonido y la climatización por medio de botones hápticos que requieren a los conductores retirar la vista del parabrisas para accionarlos, y regresar a mandos convencionales que se pueden activar sin poner en peligro la seguridad en la vía pública. “Ya llegarán los hologramas o los comandos por voz generalizados para más funciones, y entonces los tableros serán cada vez más simples, y hasta quizás algún día desaparezcan, aunque esto último lo veo más difícil, porque los autos tienen cada vez más airbags que ocupan ese espacio en el habitáculo. Es un momento desafiante, y para los diseñadores es incluso divertido”, señaló finalmente Díaz.
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