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  • Mató a su pareja, quiso asesinar a su hijastro y luego se quitó la vida

    » Elterritorio

    Fecha: 04/10/2025 07:13

    El femicida ultimó de un balazo a su pareja, en Villa Barreyro II de Oberá. Antes quiso matar a su hijastro, pero el muchacho logró correr. Luego el agresor se suicidó. sábado 04 de octubre de 2025 | 4:30hs. Gloria venía padeciendo años de constantes celos enfermizos por parte de García. “Ella estaba sola; él llegó y estacionó el auto frente a mi casa, fue donde estaba ella, le disparó y salió. Yo escuché el estruendo, salí a ver y le pregunté ‘pasó algo, vecino’, pero ni me contestó. Se subió a su auto y se fue. Se ve que vino sólo para matar a la mujer y que ya tenía la idea de quitarse la vida”. El crudo relato pertenece a un vecino de Gloria Soledad Yrepa (42), la mujer asesinada por su pareja, Daniel García (48), quien luego se suicidó. El hecho se registró el jueves, alrededor de las 20.30, en una propiedad ubicada en la intersección de calles Diógenes Riquelme y Urutaú, en Villa Barreyro II de Oberá. Yrepa era madre de dos hijos, un joven que lleva su apellido y una menor de 15, hija del femicida, la cual se encontraba participando de la Estudiantina. En tanto, Luciano Yrepa (23) declaró que antes de matar a su mamá, el asesino fue hasta su barbería ubicada en el mismo barrio y quiso matarlo, pero el muchacho logró correr y esquivó las balas. El accionar de García habría sido el desenlace de años de violencia y “celos enfermizos”, como graficó una amiga de la víctima. El crimen conmocionó a los habitantes del barrio, donde la pareja se instaló en 2010. La mujer era muy apreciada, apegada a sus hijos y trabajadora; al tiempo que el hombre no gozaba de buen concepto entre los habitantes del lugar. “El tipo era muy violento, siempre la maltrató. Tenía unos celos enfermizos, no le dejaba tener amistades ni quería que se junte con la familia. No sé por qué aguantaba ella, capaz tenía miedo. Ella decía que quería separarse, pero él no aceptaba”, lamentó la amiga. Premeditado Sobre los antecedentes del femicida, desde la Unidad Regional II de Policía informaron que, según registros de la Comisaría de la Mujer, en 2022 Yrepa denunció a su pareja por violencia de género. En consecuencia, oportunamente la Justicia dispuso la exclusión de hogar del agresor y la prohibición de acercamiento a 300 metros de la mujer. Posterior a eso, como graficó otra vecina, “iban y venían, pero siempre con problemas. Por eso él tenía una casita de madera en Barrio Aeroclub, donde iba cuando discutían”. Al momento del hecho, Gloria Soledad Yrepa estaba atendiendo su kiosco, ubicado frente a su casa. Estaba sola, circunstancia que aprovechó el femicida para ultimarla con un revólver calibre 32. La víctima padeció un disparo en el abdomen, pero no murió en el lugar. Vecinos llamaron a la policía y minutos más tarde fue trasladada en ambulancia al Hospital Samic, donde falleció. Pero el recorrido de violencia y sangre comenzó antes de matar a la mujer, ya que la primera parada de García fue en la barbería de su hijastro Luciano, en calle Pasaje Drake 675, donde sin mediar palabras disparó dos veces, aunque milagrosamente el joven esquivó a la muerte y escapó corriendo. Recién ayer por la tarde, todavía muy angustiado por la tragedia de su mamá, el muchacho radicó la formal denuncia sobre lo sucedido el jueves a la noche. Se especula que el femicida sabía que a esa hora su hija estaría con su colegio en la Estudiantina que se celebra en el Parque de las Naciones, por lo que aprovechó para perpetrar el hecho sin que lo viera. Búsqueda y hallazgo Con los primeros datos recogidos en el lugar donde el femicida ultimó a su pareja, los investigadores salieron tras los pasos de Daniel García, quien era conocido como “Porteño”, el cual se movilizaba en un Renault Clío. Con los datos del coche y las características del conductor, personal de diferentes dependencias tendieron un operativo cerrojo para dar con el implicado. Tampoco subestimaron la peligrosidad del mismo, ya que portaba el arma con el que había matado a su pareja. El jefe de la Unidad Regional II, comisario general Claudio Ludtke, y el juez de Instrucción Dos de Oberá, Horacio Alarcón, estuvieron en la escena del crimen y supervisaron las tareas de rigor. El caso dio un giro rotundo a las 22.20, cuando personal policial ubicó el auto del femicida por avenida Sapucay, a pocas cuadras de donde cometió el femicidio. García se hallaba en el interior del Clio con un disparo en el lado derecho de la cabeza, pero aún tenía signos vitales. Por ello fue trasladado en ambulancia hasta el hospital, pero la lesión resultó irreversible y pasada la medianoche se confirmó su deceso. Del interior del coche secuestraron un revólver calibre 32 con varias balas en el tambor y una vaina servida. El juez dispuso que ambos cadáveres sean trasladados a la morgue judicial de Posadas para las correspondientes autopsias. Asimismo, los hijos de la pareja recibieron contención del gabinete interdisciplinario de la Unidad Regional II y asistencia del área social de la Municipalidad de Oberá. Con el conocido desenlace, la causa penal se cerrará como femicidio seguido de suicidio. Ocho femicidios en apenas diez meses En lo que va del año se contabilizan ocho muertes violentas de mujeres por razones de género en Misiones, y si a esa cifra se suman los femicidios vinculados, el saldo se eleva a 12 víctimas en 10 meses En enero, la primera vida arrancada fue la de Amanda Müller, de 70 años. Müller fue brutalmente asesinada en el interior de su casa, en Santa Ana, y de acuerdo a los resultados de la autopsia, tenía golpes en la cabeza y fue apuñalada por la espalda, lo que le produjo la perforación del pulmón. Isaías Sebastián K. (30), exintegrante del Servicio Penitenciario Provincial (SPP), quedó detenido como principal sospechoso. El segundo femicidio se produjo a fines de febrero en Posadas. Fue hallada sin vida la preceptora Soledad Machuca, en su domicilio del barrio Nosiglia. En un principio se investigó como muerte dudosa, a instancias de la declaración de su pareja, Gustavo Rodríguez, pero estudios forenses confirmaron traumatismo craneoencefálico y la causa se recaratuló como femicidio. En mayo, la comunidad mbya guaraní Yryapú de Puerto Iguazú quedó sacudida por el brutal crimen de Juana Maciel, apuñalada 27 veces. Una de las lesiones alcanzó un pulmón y resultó mortal. Fue detenido su expareja, Ismael Centurión, imputado por por femicidio. La investigación determinó que Juana fue atacada a metros de su tekoá y su cuerpo lo encontró su hermana. Resultó clave el aporte de una vecina, que confirmó haber visto la secuencia protagonizada por el sospechoso. Ese mismo mes fue reportada como desaparecida Mirta Rodríguez, de 45 años, y dos meses después fueron hallados sus restos en un yerbal de Colonia Pindaytí, en Salto Encantado. La Justicia imputó por femicidio a su expareja, un tarefero de la zona, que sería la última persona que estuvo con Rodríguez. La causa sigue en trámite. El mes de julio sumó otro caso, el de Claudia Soledad Batista, madre de cinco hijos, asesinada en su vivienda del barrio La Tablada de San José. La mujer presentaba múltiples heridas en cabeza y hombros provocadas con un machete, que fue secuestrado en la escena. Su expareja quedó detenida como principal sospechoso. El mes pasado, Marisa Cuñha fue asesinada a balazos en San Vicente. Su concubino, Marcelo Da Rosa, estuvo prófugo durante horas, hasta que fue detenido y permanece privado de la libertad, imputado por el femicidio. Tanto vecinos como familiares declararon que la mujer había sufrido episodios previos de violencia y amenazas en manos del criminal. El 4 de septiembre Cuñha recibió dos disparos en el cuerpo y fue su hijo mayor quien la encontró tendida en el suelo. Ese mismo mes, otro femicidio golpeó a la localidad de Puerto Esperanza. Irene Elvira Medina, una enfermera de 61 años, fue asesinada y su cuerpo descartado en un terreno baldío del barrio Villa Nueva. Por el crimen quedó detenido Andrés Darío Garcete (45), hijo del propietario de la vivienda donde la mujer trabajaba. Se supo que la denuncia fue realizada por la hija de la víctima, luego de que su madre saliera hacia su trabajo y no regresara, ni se comunicara. Tras la búsqueda inicial y un primer contacto policial con el acusado y empleador de Medina, notaron que presentaba rasguños en el rostro, y, además, ofreció un testimonio poco convincente. Finalmente, minutos después encontraron el cuerpo de la mujer en un baldío lindero a la propiedad. La lista trágica se cerró este jueves por la noche, en Oberá, con el femicidio de Gloria Soledad Yrepa, asesinada de un disparo en su vivienda del barrio Villa Barreyro II. Su pareja, Daniel García, quien había sido denunciado previamente por violencia de género, fue encontrado minutos después con un disparo en la cabeza, en un intento de quitarse la vida, aunque murió horas después en el Hospital Samic.

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