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» Diario Cordoba
Fecha: 03/10/2025 14:05
Los "casos puntuales", o mejor dicho las mujeres con nombre y apellidos que se han visto afectadas por el programa de detección precoz de cáncer de mama, se han sentado este jueves frente a la consejera de Salud y Consumo, Rocío Hernández. A primera hora de la mañana, han acudido a su cita con la consejera en la sede del Servicio Andaluz de Salud (SAS) de la mano de la Asociación de Mujeres contra el Cáncer de Mama (Amama), la entidad que denunció a principios de semana los fallos y retrasos que venían sucediendo desde hace años en el protocolo de cribado precoz del SAS tras los testimonios difundidos por la Cadena SER. "A mí nadie me dijo que podía tener cáncer, después de mi última mamografía con el cribado no me avisaron en meses y, cuando lo hicieron, no me informaron de que habían encontrado algo", recuerda Amparo Pérez, una paciente que, seis meses después de hacerse una mamografía fue informada de que tenía que someterse a una doble mastectomía y a un tratamiento de quimio y radio. En un primer momento, Hernández cifró en "dos o tres casos" los que podrían haber sufrido las graves consecuencias de esta "negligencia" que ha afectado a aquellas mujeres cuyos resultados fueron "no concluyentes", es decir, se sospechaba que pudiera existir un tumor. La asociación Amama, por su parte, asegura que solo en las últimas 72 horas ha recibido el testimonio de medio centenar de mujeres que aseguran que tras la mamografía, el SAS jamás les avisó del resultado de la prueba o lo hizo varios meses después. Estas mujeres, tras moverse por cuenta propia obtuvieron el diagnóstico que no les dio el cribado del SAS: tenían cáncer de mama. Durante la reunión mantenida este miércoles, tal como detalla la presidenta de Amama, Ángela Claverol, relata que, a pesar de las distancias y la frialdad, la consejera se ha disculpado personalmente con las afectadas, insistiendo en que iban a atajar la situación para dar con una solución. Amparo es una vecina de Pino Montano que, en junio de 2022, con 53 años se sometió a la prueba, un ritual que llevaba a cabo todos los años desde que fue madre a los 29. "Tengo las mamas poliquísticas desde que di de mamar a mi primer hijo y desde entonces, por prevención, me hago cada año la prueba", relata Amparo en una conversación con El Correo de Andalucía. "Todos los años, cuando me hacen la prueba, pregunto al equipo cuándo me dirán algo del resultado y, desde hace 10 años, siempre me dicen que si en 10 o 15 días no te han llamado por teléfono, estate tranquila porque entonces no es nada", explica. Siempre me dicen que si en 10 o 15 días no te han llamado por teléfono, estate tranquila porque entonces no es nada Amparo Pérez — Paciente oncológica Antiguamente, puntualiza Amparo, cuando el sistema no estaba digitalizado el margen de error era menor porque la usuaria iba a su centro de salud a recoger físicamente la mamografía, por lo que independientemente del diagnóstico se enteraba del resultado. Ahora todo el proceso pasa por una enorme base de datos y los resultados llegan por llamada o por carta. Según la Consejería, el sistema atiende anualmente a medio millón de mujeres y cada año detecta precozmente más de 2.000 casos de cáncer de mama. La asociación defiende que son "muchas" las mujeres que o bien nunca han obtenido respuesta o meses más tarde recibían notificaciones para nuevas pruebas, generando nerviosismo. 2.000 llamadas en siete días En un primer momento, la consejera de Salud se defendió ante lo ocurrido alegando que no se conocían los casos afectados, que no estaban localizados los expedientes que podrían haber sufrido los retrasos. Tres días después, la Consejería ha admitido "errores de comunicación" en su propio sistema de cribado y ha anunciado que se van a llamar desde este jueves y a lo largo de una semana a 2.000 mujeres que, en los últimos tres años, su mamografía en el cribado ha tenido resultados "no concluyentes". El SAS va a llamar a lo largo de una semana a 2.000 mujeres que, en los últimos tres años, su mamografía en el cribado ha tenido resultados "no concluyentes" "Muchas de esas mujeres están informadas ya y conocen su situación", sin embargo, según la Junta "no consta en las historias clínicas quiénes han sido informadas y quienes no", por ello, con tal de asegurarse, van a llamar a todas. De no saber nada a una doble mastectomía Ese "error de comunicación" que señala la consejera fue precisamente el motivo por el cual Amparo se enteró tarde de su diagnóstico. Cuando se realizó su última mamografía en mayo del 2022 nadie el SAS no se puso en contacto con ella durante los meses de verano y como Amparo no tenía síntomas de ningún tipo, se olvidó del tema. En septiembre recibió una llamada del SAS en la que se le solicitaba una ecografía. "Pregunté si me habían encontrado algo, pero me dijeron que no, que era un tema protocolario y que simplemente querían asegurarse", cuenta. Esta vecina, madre de dos hijos, insiste en que si ella hubiera sido correctamente informada sobre lo que le habían detectado habría movido cielo, mar y tierra para acelerar el proceso y someterse a las pruebas pertinentes. "Yo preguntaba mucho en San Lázaro, pero lo único que me decían es que querían completar el informe, no me comentaban que habían visto algo feo". Pregunté si me habían encontrado algo, pero me dijeron que no, que era un tema protocolario y que simplemente querían asegurarse Amparo Pérez — Paciente oncológica A las semanas le pidieron una resonancia y, a los días dos biopsias, una en cada pecho. Finalmente, un 4 de noviembre de 2022, Amparo se reunió con un cirujano. "Cuando el doctor me saludó recuerdo que lo primero que me dijo fue: ¿Sabes lo que tienes, verdad? Le dije que no tenía ni idea, que no sospechaba de nada porque no me notaba nada. Yo no fumaba, no bebía, corría todos los días y me encontraba estupendamente. El médico se sorprendió mucho de que yo no supiera nada", narra. Amparo tenía cáncer en ambas mamas y, tres meses más tarde, en febrero, se estaba sometiendo a una doble mastectomía en el Hospital Virgen Macarena. Tras la operación comenzó un proceso de quimioterapia cada 21 días durante seis meses, que combinó con 18 sesiones de inmunoterapia. Al finalizar el proceso, comenzó 25 sesiones de radioterapia. Finalmente, superó el cáncer y desde hace dos años se somete a revisiones cada cuatro meses. Ella, junto a muchas otras mujeres, es el rostro visible de la crisis que ha puesto en jaque el protocolo de cribado de la Junta de Andalucía.
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