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» Clarin
Fecha: 03/10/2025 08:42
Tu vecina lo toma. En las redes, lo recomiendan. Tu cuñada te dijo que le "curó" la constipación. Tomar suplementos de magnesio está de moda. Pero, ¿es necesario? ¿para quiénes? ¿tiene efectos adversos? Vayamos a la evidencia. Magnesio, un mineral esencial Arranquemos por el principio: el magnesio es un mineral esencial que participa en más de 300 reacciones químicas del organismo. Un adulto tiene 25 gramos de magnesio en el cuerpo. La mitad, en los huesos. Apenas menos del 1% del total está en la sangre, y estos niveles se mantienen bajo estricto control en gran medida por el riñón. ¿Qué funciones cumple? Muchas. Las principales son que ayuda a que los músculos y nervios funcionen correctamente, a producir energía, a mantener los huesos fuertes, favorece el control de la presión arterial y el azúcar en sangre, a mantener un ritmo cardíaco estable y saludable y fortalece las defensas. Pero además, es necesario para la formación de proteínas y el ADN, el elemento esencial de los genes. ¿Me falta magnesio? Te lo habrás preguntado ante el bombardeo de gente que te sugiere que lo pruebes. Pero evaluar el nivel del magnesio es difícil porque, como te adelantaba, la mayor parte se encuentra dentro de las células o en el hueso. El método más comúnmente usado y fácilmente disponible para evaluarlo es la medición de la concentración en sangre, pero no siempre refleja la realidad. Suscribite a Buena Vida Cada quince días, Florencia Cunzolo te cuenta lo último para cuidar tu salud y sentirte bien. Registrate acá. El cuerpo regula eficazmente los niveles de magnesio en la sangre. Si los niveles aumentan, los riñones eliminan el exceso de magnesio en la orina. En cambio, si disminuyen, retienen más magnesio, los huesos liberan el mineral en la circulación y aumenta la absorción intestinal del magnesio de la dieta. La deficiencia pocas veces da síntomas en personas sanas, ya que los riñones disminuyen la excreción urinaria de este mineral cuando el organismo posee niveles bajos. Sin embargo, la ingesta habitualmente baja o las pérdidas excesivas de magnesio debido a ciertas afecciones de salud, el alcoholismo o el uso de ciertos medicamentos, pueden provocar deficiencia de magnesio. Los primeros signos de deficiencia de magnesio incluyen pérdida de apetito, náuseas, vómitos, fatiga y debilidad. Una deficiencia grave de magnesio puede generar también niveles bajos de calcio o potasio. Hay personas en mayor riesgo de sufrir deficiencia, entre ellas quienes viven con enfermedades inflamatorias instestinales, como diarrea crónica y la malabsorción de grasas por enfermedad de Crohn, enfermedad celíaca, con diabetes tipo 2, aquellas que tienen dependencia del alcohol, con problemas de paratiroides o renales, y también los adultos mayores. Dónde se encuentra el magnesio Pese a que está de moda tomar suplementos, los alimentos son la principal fuente de magnesio. ¿Dónde lo encontrás en buena cantidad? En las verduras de hoja verde (como espinacas y acelga), en los frutos secos (como almendras y semillas de calabaza), chocolate negro (más de 60 % de cacao), legumbres (como los porotos feijao o negros), semillas de chía, cereales integrales. En este grupo de alimentos, las harinas refinadas al eliminar el germen y el salvado (la parte interna y externa del cereal, respectivamente) reducen considerablemente el contenido de magnesio. Además, el agua mineral y embotellada son fuentes de magnesio, pero la cantidad varía según la fuente y la marca. Cuándo usar suplementos La cantidad diaria recomendada de magnesio es 320 miligramos al día para mujeres y 420 para los hombres. Y no, no es difícil de obtener esa cantidad con una dieta saludable. Los suplementos de magnesio no son todos iguales. Están disponibles en diversas sales como citrato o cloruro. Es importante recordar que a menos que tengas una deficiencia de magnesio diagnosticada, sospechada, o una enfermedad con evidencia clara de beneficio, como preeclampsia (sulfato de magnesio) enfermedad de Crohn (gluconato de magnesio), insomnio (glicinato de magnesio), constipación (citrato de magnesio) fatiga y fibromialgia (malato de magnesio), no hay ninguna razón convincente para tomar rutinariamente un suplemento de magnesio. Ahora, si no comés suficientes alimentos de los que aportan magnesio, un suplemento puede ser una opción. Pero es importante consultar a un profesional de la salud antes de empezar a tomar suplementos, ya que se puede obtener el mineral a través de los alimentos y el exceso puede ser tóxico. Riesgos para la salud por el exceso de magnesio Demasiado magnesio de los alimentos no supone un riesgo para la salud en personas sanas porque, como te contaba, los riñones se encargan de eliminar las cantidades sobrantes a través de la orina. Pero dosis altas de suplementos de magnesio consumidas en forma crónica resultan en diarrea que puede ir acompañada de náuseas y dolor abdominales. Los síntomas de toxicidad de magnesio son hipotensión, náuseas, vómitos, enrojecimiento facial, dolor de cabeza, debilidad muscular, dificultad para respirar, depresión, latidos cardíacos irregulares. Algunos medicamentos, como por ejemplo los laxantes o antiácidos, contienen magnesio. Un consejo familiar Insisto: el magnesio presente en los alimentos suele ser la mejor opción. En caso que te hayan recomendado usar suplementos,consultalo con tu médico de confianza. Para resumir: la mayoría de las personas no tiene ningún problema sin prestar demasiada atención a sus niveles de magnesio. Si te preocupa el tema, hacé una consulta profesional. Pero no te sorprendas si recibís un consejo que te sonará familiar: elegí una alimentación sana y equilibrada que tu cuerpo se encargará del resto. *** ¿Te perdiste alguna cita al consultorio? Encontrá las últimas acá: ***
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