Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Tercera parte: Daños generados por las areneras de arena de sílice

    Gualeguaychu » Reporte2820

    Fecha: 03/10/2025 06:04

    Escribe Ricardo Luciano para R2820. Los pasivos ambientales se definen como deudas u obligaciones que las empresas adquieren al causar daños al medio ambiente y a la sociedad a través de sus actividades económicas, dejando a su paso destrucción en los ecosistemas irreparables. En la 1º parte me referí a dos daños que generan las areneras de sílice como lo son la Huella de carbono y la Huella hídrica; en la 2º en el daño que provocan en el ecosistema Delta. En esta oportunidad continuaré con el daño / pasivo ambiental que produce el accionar de las plantas de lavado de arena de sílice en el Ecosistema Delta El desafío ambiental El desafío ambiental a mi modo de ver está enmarcado hoy en el “Desafío a la supervivencia y conservación del medioambiente”, el Antropoceno, actual era geológica para muchos científicos, trae sin duda, las consecuencias degradantes del medioambiente debido a la desidia primero de los gobiernos, y luego de las personas responsables ya sean físicas o jurídicas, el generar bienes y servicios que tienen potencial degradador del medioambiente en su forma de producción donde, en algunos casos, no realizan las acciones necesarias para neutralizar los efectos nocivos de los desechos que generan en su fabricación, en las personas comunes por la desaprensión y falta de conciencia ambiental, donde en el devenir diario de su vida generan deshechos de todo tipo, sólo sí sé toma conciencia del daño que se genera se podrá, en parte, detener la irreversible degradación ambiental que estamos padeciendo. Como ejemplo, digo: se estima que una sola pila de mercurio puede contaminar hasta 600,000 litros de agua, lo que equivale a la cantidad de agua que consume una persona en toda su vida. Por otro lado, una pila alcalina puede contaminar hasta 168,000 litros de agua. Vamos al tema que nos ocupa, el Ecosistema Delta está formado por una variedad de ríos, arroyos, bañados, humedales que serían las partes más bajas, y la parte más alta se compone de albardones, pajonales, montes y demás, la fauna y flora que conviven en el ecosistema delta es variada. La vegetación del delta del Paraná es sumamente diversa y se encuentra adaptada a las condiciones de humedad y fluctuaciones del nivel del agua. Una de las especies más emblemáticas es el sauce criollo el ceibo, aliso de río, el laurel de río, el sauce criollo. En cuanto a la vegetación acuática, el lirio amarillo. También es posible encontrar totoras y juncos que forman densas y extensas áreas de vegetación en las orillas de los ríos y arroyos. Otra especie destacada es el yacaré overo, un reptil que habita en los cursos de agua del delta. Estos yacarés pueden alcanzar tamaños impresionantes y son una atracción turística importante en la región. Además de los lobitos de río y los yacarés, en el delta del Paraná también se pueden encontrar aves como el martinete, la espátula rosada y el pato picazo. En cuanto a los peces, el delta del Paraná es conocido por su gran diversidad. Algunas especies destacadas son el dorado, el surubí y la tararira. Estos peces son muy apreciados por los pescadores deportivos y atraen a visitantes de todo el entorno. En el Delta del Paraná, habitan en la superficie diversas especies de animales, entre los cuales se destacan: Nutrias, carpinchos, lobito de río, ciervo de los pantanos, coipo, gato montés, murciélagos, las aves que podemos destacar son Pava del monte común, el biguá, chajá, caraos, diversas especies de patos y garzas. Reptiles y anfibios como culebras, tortuga de arroyo, ranas criollas etc. Peces: pejerrey, bagre, y dorado son algunos de los peces más abundantes en la región. Todo se encuentra en lo que se ve en los denominados Campos Bajos del sur de nuestra provincia. El extraer sistemáticamente arena de la parte superficial de ese ecosistema sin que se produzca una reparación de esa extracción, sin duda, genera la pérdida de todo ese ecosistema. Muchos desinformados o mal intencionados dirán -la naturaleza se encarga de repararlo- falso, esa zona se generó en miles de años de sedimentación por las recurrentes inundaciones, ergo, se necesitarían otros miles de años para que se regenere. El ecosistema Delta está formado por una rica y particular fauna y flora que, luego de millones de años de sabio trabajo de la naturaleza se fue aclimatando a una zona de origen aluvional que, por efecto de las inundaciones que se dan recurrentemente fueron depositando sus limos hasta crear lo que los lugareños denominan “Campos Bajos”, esta zona inundable en primera medida por el Río Paraná y, en segundo caso el Uruguay. Las partes más bajas y cercanas a estos Ríos se lo denomina humedales con un gran impacto en la regulación mundial del clima, los humedales son esenciales para la regulación de inundaciones, temperatura, lluvias, generan oxígeno que se dan en las zonas en que se encuentran además de contar con una rica flora y fauna particular de cada humedal. Su eliminación, que es una realidad que nos ocultan, además tienen protección Internacional, que hemos incorporado a través de leyes, ergo no cuidarlo significa no sólo incumplir innumerable normativa ambiental nacional, sino, además, un tratado internacional al cual hemos adherido. El Delta del Paraná en Argentina, que es no sólo a la parte insular, sino, también los humedales y las tierras que los circundan, lugar donde se encuentran las areneras de sílice ha sido designado como Sitio Ramsar. La Red de Sitios Ramsar nuclea a los humedales de nuestro país incluidos en la Lista de Humedales de Importancia Internacional de la Convención sobre los Humedales. La Convención sobre los Humedales, también conocida como Convención de Ramsar es un tratado internacional suscripto en 1971 en la ciudad iraní de Ramsar, aprobado por Argentina mediante Ley 23919 (t.o. Ley 25335). Su misión es la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales, nacionales y gracias a la cooperación internacional, como contribución al logro de un desarrollo sostenible en todo el mundo. Una de las principales herramientas de la Convención es la Lista de Humedales de Importancia Internacional (Sitios Ramsar), una red internacional de humedales importantes para la conservación de la biodiversidad y para el sustento de la vida humana debido a los componentes, procesos y beneficios / servicios de sus ecosistemas. El extraer de la parte superficial al equivalente de 6.500.000 metros cuadrados por uno de profundidad anualmente, y con miras a superarse, implica que sin prisa y sin pausa están haciendo desaparecer lo que la naturaleza generó en miles de años. Las empresas en sus Estudios de Impacto Ambiental (EsIA) informan que van a “Reparar” el daño que generan, a mi entender imposible, sólo reponiendo todo lo que extraen se puede reparar lo destruido, el reparar no significa como hacen en algunos casos el de plantar algunas especies arbóreas autóctonas y otras que no los son en las fosas que van dejando a su paso las areneras de sílice. Reparar significa remediar, subsanar, compensar, nada de eso sucede con el paso de las areneras, con el retiro de arena de sílice en miles de camiones mensuales se destruye un ecosistema, es básico, aquí todo resta, y la resta es la desaparición de todo un ecosistema. Las autoridades responsables del cuidado del medioambiente saben de todo esto, sólo se hacen los distraídos mirando para otro lado, la historia los recordará por eso, porque fueron cómplices en la destrucción del Ecosistema Delta.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por