02/10/2025 11:24
02/10/2025 11:23
02/10/2025 11:23
02/10/2025 11:23
02/10/2025 11:23
02/10/2025 11:23
02/10/2025 11:23
02/10/2025 11:23
02/10/2025 11:23
02/10/2025 11:23
Concordia » Hora Digital
Fecha: 02/10/2025 10:03
El desplome del consumo de carne vacuna en Argentina se debe a la crisis económica que afecta los salarios, según comerciantes. La caída en las ventas se refleja en la preferencia por productos más económicos como el pollo y el cerdo. El consumo de carne vacuna en Argentina ha caído a niveles alarmantes debido a la crisis económica que golpea directamente los salarios de los consumidores. Los clientes buscan alternativas más económicas y en muchos casos optan por la carne picada para diversificar su dieta a un costo accesible. Según el empresario Alberto Samid, por primera vez en la historia se está vendiendo más pollo que carne de vaca, como resultado de un cambio forzado de hábitos alimenticios. Samid señaló que el problema no radica en el precio de la carne en sí, sino en la falta de poder adquisitivo de la población debido a los salarios insuficientes. Esta tendencia a la baja en el consumo se ve reflejada incluso en los mercados que ofrecen descuentos, como la Cuenta DNI de la provincia de Buenos Aires. La realidad es desoladora para el comercio minorista, que observa cómo mes a mes las ventas disminuyen. Además, la situación económica lleva a las familias a buscar alternativas más económicas como la carne de pollo y cerdo en lugar de la carne vacuna. En las carnicerías, se observa que la carne picada es el producto que se vende con mayor regularidad, ya que es una opción asequible para "sobrevivir" día a día. Incluso este recurso se vuelve inalcanzable para algunos jubilados a mitad de mes, cuando ya no cuentan con más dinero para comprar alimentos. El presidente de la Cámara de Matarifes, Leonardo Rafael, destacó el desfase de precios en comparación con el mercado internacional, señalando que en Argentina la carne se paga más cara que en otros países. Esta distorsión se atribuye al estado de la moneda local y a la incertidumbre económica que afecta drásticamente el poder adquisitivo de los consumidores. En este contexto, los comerciantes del sector son pesimistas sobre el futuro, ya que además de la caída en el consumo, el stock ganadero del país también está en retroceso. La falta de inversión en el sector agropecuario y la falta de políticas que impulsen la producción agravan la crisis en el mercado de la carne. En resumen, la crisis en el consumo de carne en Argentina es un reflejo de la crisis económica que impacta directamente en los salarios de los ciudadanos. La falta de poder adquisitivo lleva a la población a buscar alternativas más económicas, afectando no solo a los comerciantes del sector, sino también a toda la cadena productiva de la carne en el país.
Ver noticia original