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Fecha: 02/10/2025 01:32
En la provincia de Santa Fe se conformó recientemente la Cámara de Productores de Indumentaria, una iniciativa que busca nuclear a empresas y fabricantes textiles de la región. El presidente de la entidad, David Bargut, explicó en La Barra de Casal que la necesidad surgió ante la falta de instituciones activas que representaran al sector, ya que las cámaras anteriores en Rosario y Santa Fe habían quedado en desuso. La nueva cámara reúne actualmente a unas 35 firmas, con alrededor de 1.500 trabajadores directos e indirectos. El objetivo es unir fuerzas para afrontar los graves problemas que atraviesa la industria, entre ellos la caída del consumo, los altos costos de producción y la competencia desleal del mercado internacional. Bargut señaló que el sector de la indumentaria refleja la situación económica general del país: ventas en descenso y un consumo retraído. Según indicó, septiembre de 2025 presentó números más bajos que el mismo mes del año anterior, lo que calificó como un hecho “por demás de grave”. Si bien años atrás la inflación enmascaraba parte de la caída, hoy la baja es evidente. “Hace un año estábamos preocupados por el dólar y lo importado. Hoy lo que principalmente nos preocupa es que no hay consumo y no se ve capacidad de reacción”, afirmó. El dirigente remarcó que la ropa importada sigue presente en el mercado, aunque su impacto depende del nicho. Los rubros más afectados son los vinculados al fast fashion, prendas de bajo costo y corta duración que llegan desde Asia, especialmente China, India y Bangladesh. “Cualquiera puede comprar desde un celular en plataformas que facilitan el ingreso de mercadería. No estamos en contra de competir, pero queremos hacerlo con reglas igualitarias”, expresó Bargut. Uno de los puntos centrales que destacó el presidente de la Cámara es la distorsión entre el costo de producción y el precio final de la prenda. Según precisó, aproximadamente el 50% del precio está compuesto por impuestos y costos financieros. “La ropa en sí no es cara de fabricar. Lo que encarece son los impuestos, la financiación, los gastos fijos y el costo de estar en un shopping. Queremos que esta información se difunda más, porque muchas veces se culpa a los productores de fijar precios altos cuando en realidad el problema está en la carga tributaria y financiera”, explicó.
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