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» El Ciudadano
Fecha: 01/10/2025 07:39
Acindar, la planta siderúrgica de Villa Constitución propiedad del grupo indio Arcelor Mittal, volvió a paralizar su producción de acero esta semana. La medida responde a una combinación letal: el desplome de la demanda interna y el creciente ingreso de importaciones chinas y brasileñas que, según la UOM, están reemplazando a la producción nacional. La decisión tiene un fuerte impacto social: la empresa suspendió al 90% de sus más de 900 empleados hasta fin de año. Los trabajadores cobrarán entre el 75% y el 80% de sus salarios, agudizando la crisis en la ciudad santafesina. La crisis se gestó en los últimos 20 meses. El parate en la construcción fue clave para que la demanda de acero se derrumbara a la mitad, pasando de 1,2 millones de toneladas en 2023 a una proyección de solo 600 mil para este año. Las suspensiones temporarias en la planta se han vuelto recurrentes desde febrero de 2024. El impacto no es solo en los puestos de trabajo de Acindar. El aglomerado San Nicolás – Villa Constitución ya refleja la crisis, mostrando un 9,3% de desempleo en el segundo trimestre de 2025, la tasa más alta de la provincia y la tercera a nivel nacional. Acindar es solo un síntoma de un problema más profundo en Santa Fe. Varias empresas emblemáticas de la provincia atraviesan graves dificultades: Paralización o reconversión: Celulosa Argentina, Algodonera Avellaneda, Sancor, Vicentín, Frigorífico Euro y Vassalli, entre otras. Problemas financieros: Biocerés, vinculada al sector agroindustrial, entró en cesación de pagos en julio. El panorama se confirma con las cifras de la Federación Industrial de Santa Fe: la actividad industrial de la provincia cayó un 5,2% interanual en julio. El nivel de producción actual se ubica un 10,2% por debajo del registro de 2022.
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