01/10/2025 08:07
01/10/2025 08:02
01/10/2025 08:02
01/10/2025 08:01
01/10/2025 08:01
01/10/2025 08:01
01/10/2025 08:00
01/10/2025 08:00
01/10/2025 07:59
01/10/2025 07:59
» El Ciudadano
Fecha: 01/10/2025 06:22
La concejala Norma López, del Bloque Justicia Social y presidenta de la Comisión de Producción y Promoción del Empleo, abrió la jornada resaltando que la misma se realiza a partir del trabajo conjunto con la Red Nacional de Alimentos Cooperativos, el Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, la Escuela Agrotécnica de Casilda de la UNR y la Cooperativa Germinar. Asimismo, hizo referencia al rol del Concejo como “facilitador” de la labor de los productores locales, y subrayó la incidencia de los consumidores, resaltando la relevancia del movimiento cooperativo en una provincia como Santa Fe, reconocida como capital del cooperativismo y el mutualismo. El vicepresidente de la comisión, Mariano Roca, concejal de Arriba Rosario, destacó al dar la bienvenida la presencia de todos los asistentes, especialmente de quienes no son de Rosario. Señaló que el propósito del encuentro era promover la escucha activa para enriquecer y aportar insumos a la tarea legislativa. Subrayó el orgullo de que Rosario sea una ciudad pionera en agroecología y soberanía alimentaria, remarcando que desde hace más de 25 años se trabaja en agricultura urbana, una verdadera política de Estado que la actual gestión sostiene. “Hoy el país necesita espacios de diálogo y debate”, afirmó Durante el debate y las exposiciones de expertos, técnicos y funcionarios, se planteó la conformación de una una red de legisladores y legisladoras para compartir experiencias, institucionalizarlas y avanzar en el acceso a la alimentación y la economía solidaria. Además, se destacaron como ejes fundamentales, la organización comunitaria, el protagonismo de las mujeres, la articulación entre Estado y organizaciones y que la producción local sustentable tenga su sello distintivo que refuerce la calidad y especificidad. Además, señalaron como desafíos, formar, sostener y expandir redes que multipliquen las experiencias y fomentar además, los circuitos de comercialización. Las Intervenciones: Oscar Minteguía, director de Vinculación e Integración Regional de la provincia de Buenos Aires del Ministerio de Infraestructura, destacó la importancia de la generación de riqueza de forma armoniosa, pues el alimento no es cualquier insumo. Marcó que es un tema transversal y política de Estado. Luis Caballero, magister en economía social y especialista en soberanía alimentaria, enfatizó que es central el compromiso de los estados locales frente a la crisis climática, más aún Rosario, con los antecedentes que tiene en el tema. Consignó que “no es necesario que la leche venga de General Rodríguez, cuando puede venir de la zona, como también el trigo o las verduras” y estimó que el desafío es lograr la redistribución, porque cuando no hay redistribución “nos quedamos corto” planteó. Consideró necesario la existencia de “muchos Mercados del Patio, uno en cada barrio, con pescadores artesanales, huerteros”. María Florencia Marcos, investigadora en centros de estudios urbanos del CONICET, destacó la relevancia de reflexionar sobre el valor de alimentar las ciudades y el rol que esta cuestión adquiere en las agendas gubernamentales, tanto a nivel local como nacional. Subrayó que la problemática alimentaria vinculada a la agroecología constituye un desafío social, especialmente en lo que respecta al acceso al alimento y que el debate no se limita a la disponibilidad, sino que involucra el modo en qué se produce, qué se consume y cómo se distribuye. Destacó que la incorporación de la agroecología en la agenda pública ha sido impulsada por el accionar de las organizaciones sociales. Antonio Lattuca, pionero de la Agricultura Urbana en Argentina, fundador del Centro de Estudios de Producción Agroecológica. Además fue coordinador del Programa de Agricultura Urbana de Rosario y Ciudadano Distinguido de la ciudad, destacó como antecedente el modelo de los parques huerta de Rosario, respecto a los cuales, propuso declarar patrimonio de la ciudad junto a todos los espacios donde se está haciendo agroecología. Además, avanzar en la reconversión de los agricultores urbanos, brindando acompañamiento legal, técnico y económico. También hizo hincapié en la necesidad de incorporar maquinaria para el procesamiento de alimentos, y en la creación de condiciones que permitan reflotar la agricultura urbana y sostenible. Finalmente, valoró las iniciativas comunitarias que sustentan la producción agrícola, en las que el consumidor asume un compromiso previo de sostener y adquirir lo producido por el agricultor, reconociendo esta modalidad como parte de un movimiento global. Además, subrayó la importancia de garantizar que los productos cumplan con normativas vigentes, promoviendo certificaciones institucionales que respalden su calidad. Luciana Bassi, Coordinadora General de la Secretaría de Desarrollo Económico y Empleo de la Municipalidad de Rosario, señaló la importancia de visibilizar el marco normativo vigente y las dinámicas de trabajo que se desarrollan cotidianamente desde el área; mencionó las ordenanzas que orientan las acciones institucionales y valoró la construcción colectiva de una mesa de trabajo. Destacó además que se avanza en una estrategia de comunicación orientada a fortalecer el vínculo con la ciudadanía, entendiendo que uno de los principales desafíos es educar y concientizar a los consumidores. Entre las iniciativas destacadas, anunció el próximo lanzamiento del sistema de garantías participativas, una herramienta construida colectivamente por profesionales y técnicos, adaptada a las condiciones reales de la producción local en Rosario. Este sello permitirá al productor diferenciar sus productos y al consumidor contar con una garantía de calidad y valor, superadora de los estándares tradicionales. Raúl Terrile, coordinador e integrante del Programa Sustentable de Alimentos. Definió a la agroecología como una práctica que no sólo implica la producción de alimentos, sino también la generación de servicios ambientales. En ese marco, señaló la necesidad de fortalecer el marco normativo, promover el arraigo de los productores mediante políticas de acceso a la vivienda, garantizar la tenencia segura del suelo, mejorar caminos e infraestructura, y acercar los alimentos a los circuitos de comercialización. Al referirse a la experiencia de las ferias, celebró los 23 años de la primera edición y destacó que actualmente existen más de 40 puntos activos, además de espacios permanentes en distintos mercados de la ciudad. Consideró que el fortalecimiento de las redes entre consumidores y productores constituye uno de los principales desafíos actuales y remarcó la importancia de contar con un sello de calidad en el ámbito de las ferias, y señaló que el Sistema de Garantías Participativas representa una herramienta clave en ese sentido, al permitir validar colectivamente la calidad y el valor de los productos agroecológicos. Rita Coli, secretaria general del Sindicato de Amas de Casa, hizo referencia a lo que hacemos todos los días hace más de 40 años, mencionó la integración a la red de consumidores y a cooperativas y aludió a una etapa, en los ’90, con una ley de defensa del consumidor basada en lo individual, para una década después pasar a lo colectivo, a una mirada social. Particularizó en la creación del Programa “Valorar”, con 5.000 defensores del consumo en todo el país y la importancia de “recuperar saberes a la hora de resolver la cuestión alimentaria en cada hogar”. Planteó que el consumo debería ser comunitario y pidió garantizar que las redes de consumo existan. Juan Marcos Aviano, titular del Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria (Cesyac), consignó que la entidad realiza un informe mensual sobre lo que cuesta la canasta y destacó que en el pasado mes de agosto el costo total fue de 1.750.000 pesos, y de ellos más de 600.000 pesos son para alimentos, entre lácteos, carnes, verduras, y bebidas no alcohólicas. Acotó que cuando hicimos el primer informe, en julio del 2010, el costo era de 4.370 pesos. Planteó dos ejes respecto al consumidor buscar precio y calidad y la importancia de la información y la accesibilidad. Referenció que no es lo mismo un precio en el Mercado del Patio que en las ferias barriales. En una nueva intervención la concejala López, presentó un proyecto de ordenanza sobre la temática de la agroecología y la producción de alimentos, sobre el que marcó el rol del desarrollo con inclusión. En esa normativa se pretenden incluir cinturón verde, mercados, ferias, la mirada ambiental. De igual modo hizo referencia a poner en valor a las cooperativas, poner todas estas cuestiones en una mesa. Mariano Romero, concejal de Justicia Social, planteó las distintas experiencias del Movimiento Evita, por ejemplo una parcela en el marco del Parque Huerta La Tablada. También recordó que iniciaron producciones en el predio que era del Centro Educativo Latinoamericano en avenida Uriburu y bulevar Avellaneda, que hoy lo realiza la Municipalidad, y esos mismos productores se fueron luego a un campo de Soldini, desde donde también tuvieron que irse porque fue vendido. Precisó respecto a los Mercados Populares, que incluyen verdulería de productos agroecológicos. Julián Ferrero, concejal por Ciudad Futura, planteó que si bien la ciudad de Rosario cuenta con un marco normativo en materia agroecológica, el desafío actual radica en avanzar hacia la construcción de un sistema integral que fortalezca esta perspectiva. En su intervención, expresó su preocupación por el acceso a la tierra, y sostuvo que resulta imprescindible discutir, diseñar e implementar políticas públicas que permitan conectar de manera directa a consumidores con productores, promoviendo circuitos de comercio justo, formar técnicos con capacidades específicas para acompañar los procesos productivos y abordar la problemática del acceso al suelo. Afirmó que es prioritario construir un campo con campesinos y una agricultura con agricultores, reconociendo el protagonismo de quienes sostienen prácticas productivas con arraigo territorial y compromiso social. Julia Irigoitia, concejala del Bloque Justicialista y presidenta de la Comisión de Gobierno, señaló que el diseño normativo debe estar acompañado por herramientas que promuevan prácticas sostenibles y de cercanía, capaces de reforzar los vínculos entre quienes producen y quienes consumen de manera que esta alianza garantice la viabilidad de los sistemas agroalimentarios, fortalezca el entramado social y permita ofrecer productos de mayor calidad. El desafío, generar dinámicas de especialización dentro de las cadenas de valor, consumos urbanos distintivos, que requieren marcas legitimadoras y sellos de validación que respalden su origen y calidad. Además, planteó la necesidad de crecer genuinamente, generando opciones significativas de consumo y construyendo mercados propios, con capacidad de consolidar nichos urbanos diferenciados. Adrián Biyovich, presidente comunal de Luis Palacios, remarcó la necesidad de avanzar en la creación de una empresa pública de alimentos, concebida con un alto nivel de profesionalización y articulada con el sistema universitario. Esta iniciativa busca reducir costos, generar calidad y operar bajo criterios de eficiencia y productividad incorporando a los actores con conocimiento técnico y territorial, bajo la conducción del Estado, de modo de garantizar la producción de alimentos económicos y de calidad, con llegada directa a las familias. Destacó además la necesidad de articular e instrumentar políticas que eviten la superposición de programas locales, los cuales muchas veces no logran cumplir sus objetivos ni permiten alcanzar niveles óptimos de eficiencia y la construcción de una economía de escala en la producción de alimentos sostenibles, capaz de consolidar circuitos virtuosos entre producción, distribución y consumo. Bárbara Pérez, coordinadora general de Espacios Productivos de la Municipalidad de Rosario, destacó el alcance territorial de la política pública en agricultura urbana de la ciudad. Señaló que la gestión actual ha realizado una inversión significativa en sistemas de riego para los parques huerta, así como en la mejora del perímetro, la iluminación y la infraestructura de los espacios productivos. Destacó que el trabajo que se realiza es comunitario, articulado con huerteros y organizaciones vinculadas a comedores, grupos de mujeres y otras iniciativas sociales. Se brinda asesoramiento técnico, entrega de herramientas, y se promueve la capacitación continua mediante la incorporación de huerteros al equipo municipal, con el objetivo de multiplicar buenas prácticas. Se participa activamente en la Mesa de Estrategia Alimentaria, donde se pone en valor el trabajo realizado y se articulan acciones con todas las secretarías municipales. En materia de comercialización, se han ampliado los canales de venta a través de biomercados, puntos verdes y ferias autogestivas, con acompañamiento logístico. Martín Rancaño, secretario de Acción Social de la Asociación del Personal de la Universidad Tecnológica Nacional, reseñó lo realizado a partir de convenios con cooperativas de distintos lugares del país, Tierra del Fuego o Rosario, como ejemplos, para suministrar productos agroecológicos a los afiliados, entre otros motivos ante la reducción en un 40 por ciento de los haberes. Alcides Ghiglione, referente del Grupo Ecologista Génesis, narró la experiencia en Zavalla, donde hay 14 productores orgánicos y recordó una ordenanza del 2011, cuando se logró que se impusiera la prohibición de las fumigaciones a menos de 800 metros del casco urbano, lo que “marcó un hito en el país”. Planteó que allí funciona un molino certificado como orgánico, donde se producen fideos, prepizzas o tapas de empanadas. Aludió a la necesidad de formación de técnicos y requirió trabajar en la información, para ejemplificar que una acelga comprada en un supermercado tiene 18 partes por millón de hierro y una agroecológica 1.800 partes por millón. Al intervenir nuevamente la concejala López planteó la necesidad de conformar una red de municipios sobre el tema, y sobre ello también expusieron concejalas y edilas electas de varias localidades, 3 de Febrero, General San Martín y Arrecifes, en la provincia de Buenos Aires. Mercedes Contreras, concejala electa del municipio de 3 de Febrero, calificó como enriquecedor el intercambio de experiencias desarrollado durante la jornada y destacó como relevante que la comunidad local ha sabido organizarse frente a iniciativas que priorizan exclusivamente el mercado inmobiliario y la proliferación de desarrollos en altura. Valoró la posibilidad de conocer políticas públicas implementadas en otras ciudades, señalando que estas experiencias demuestran que es posible avanzar en modelos alternativos de gestión urbana. Consideró fundamental tomar estas iniciativas como referencia y trabajar en su adaptación y réplica en el territorio y subrayó el rol central de la organización comunitaria y el liderazgo de las mujeres para fortalecer procesos de transformación social. Concejala del municipio de San Martín, expresó que desde la gestión local se trabaja activamente con comedores que incorporan espacios de huerta, así como con programas destinados a personas en situación de calle, entre ellos el Programa Abrigo. Señaló que estas iniciativas, nacidas a partir de unas semillas, hoy se consolidan como proyectos concretos de huerta y agricultura sostenible. Destacó que escuchar sobre las experiencias desarrolladas fortalece el intercambio entre territorios y permite seguir robusteciendo las políticas públicas locales vinculadas a la soberanía alimentaria y la producción agroecológica. Cecilia Contreras, concejala de Arrecifes y extensionista rural de la Agencia INTA local, destacó el trabajo sostenido que se realiza en el territorio, especialmente en el acompañamiento a ferias agroecológicas que promueven el diálogo directo y la cercanía entre productores y consumidores. Señaló que también se trabaja con pequeños productores dedicados a la agricultura extensiva, y remarcó la necesidad de implementar las ordenanzas vigentes que respaldan estas iniciativas. Propuso fortalecer las redes de articulación con los estados provinciales y locales, y profundizar el acompañamiento a los productores locales. Mariano Roca, concejal por Arriba Rosario, destacó que este tipo de encuentros constituyen insumos valiosos para la tarea legislativa, al permitir reafirmar conceptos y abrir nuevas perspectivas para el diseño de herramientas e iniciativas. Valoró la gestión que se lleva adelante en la ciudad, reflejada en las exposiciones de los equipos técnicos, y subrayó que desde el punto de vista presupuestario se ha sostenido una inversión razonable y eficiente para fortalecer y acompañar el programa, respaldado por la comunidad durante casi 25 años. Propuso ampliar la mirada y no solo pensar el rol del Estado, sino incorporar también el aporte del sector privado y de organizaciones sin fines de lucro, como las cooperativas. En ese sentido, mencionó la ordenanza que promueve la alianza entre restaurantes y huertas, como ejemplo de interrelación entre lo público y lo privado, y planteó la necesidad de generar mecanismos que permitan su involucramiento en el financiamiento de iniciativas de este tipo. Varinia Sánchez, educadora alimentaria, destacó la importancia de incorporar lo agroecológico como un componente fundamental en la construcción de salud, tanto en el ambiente como en el cuerpo de quienes consumen los alimentos. En su intervención, subrayó la necesidad de articular de manera eficiente la llegada de alimentos agroecológicos a merenderos, comedores y escuelas, espacios clave donde se configuran los patrones de sabor y textura que acompañan a las personas desde la infancia. Remarcó que una mirada integral sobre la alimentación permite reconocer un valor nutricional que supera ampliamente los estándares convencionales, y que debe ser promovido como parte de las políticas públicas de salud y soberanía alimentaria.
Ver noticia original