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» Radiosudamericana
Fecha: 30/09/2025 18:15
Martes 30 de Septiembre de 2025 - Actualizada a las: 17:21hs. del 30-09-2025 LANUS Francisco Carlos Baran, de 47 años, sufrió una descompensación fatal luego de ser agredido por un cuidacoches al que se había negado a pagarle. Comerciantes de la zona ya lo habían denunciado por amenazas. Una fuerte conmoción se vive en Lanús Este tras la muerte de Francisco Carlos Baran, un comerciante de 47 años que falleció de un infarto en plena vía pública luego de una discusión con un cuidacoches que lo hostigaba desde hace tiempo. El hecho ocurrió el pasado sábado al mediodía en las inmediaciones de la Galería Central, ubicada sobre Avenida 9 de Julio al 1200, a solo una cuadra de la estación de tren del lado Este. Baran era dueño de una óptica dentro del paseo comercial y muy conocido en el barrio por su labor social, ya que había fundado la Agrupación de Protección al Diabético en Argentina (Aprodiab). Un conflicto repetido que terminó en tragedia Todo comenzó cuando el cuidacoches, identificado por los vecinos como “Cachito”, insistió en lavarle la camioneta a Baran, quien se negó. Horas más tarde, según testigos, el hombre se vengó arrojándole un vaso de agua en la cara mientras lo insultaba. “El cuidacoches salió y nosotros nos quedamos en la galería, sin pensar que él se había ido a encararlo”, relató Daniel Brianthe, amigo de la víctima y tatuador en la misma galería. Minutos después, Brianthe fue alertado por su esposa: Baran estaba tirado en la calle Margarita Weild, sin pulso. Un comerciante intentó realizarle maniobras de RCP durante 40 minutos hasta que llegó una ambulancia. Fue trasladado al Hospital Zonal General de Agudos Narciso López, donde finalmente se confirmó su fallecimiento por un infarto agudo de miocardio. “Era sabido que algo iba a pasar” Vecinos y comerciantes denunciaron que el cuidacoches ya había protagonizado múltiples episodios de violencia y amenazas en la zona. Incluso, Brianthe asegura haberlo denunciado previamente por decirle que le prendería fuego el auto. “Pasa por la galería gritando, amenazando… Y si te tiene que romper una vidriera, lo hace. Nadie hace nada”, expresó el tatuador. “Hay días que uno puede colaborar y otros que no. Y si le decís que no, te hace la vida imposible.” Pese a las reiteradas quejas, la policía nunca se presentó en el lugar, ni siquiera luego del fallecimiento de Baran. Al momento del infarto, el cuidacoches seguía en el sitio. “Yo no hice nada”, dijo alzando la mano, según testigos. La muerte de Francisco Baran genera dolor e indignación entre los vecinos, quienes reclaman acciones concretas para evitar más situaciones de violencia por parte de cuidacoches que actúan con total impunidad en el espacio público.
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