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  • Un caso grave de antisemitismo: cuando la educación falló

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 29/09/2025 14:45

    Manifestantes a favor de Israel en la New York University, en la ciudad de Nueva York, el 22 de abril del 2024. . (AP foto/Mary Altaffer) En un importante artículo, la Antidifamation League (ADL) explica claramente que el antisemitismo no solo consiste en menospreciar y atacar a la comunidad judía. Es síntoma de problemas más amplios en la sociedad. Las personas que sostienen ideologías de odio contra el pueblo judío suelen tener creencias perjudiciales sobre otros grupos marginados. Así, el antisemitismo no solo afecta a las personas judías, individual o colectivamente, sino que, como ideología basada en el odio y los prejuicios, ataca el tejido de las sociedades. El video, “acertadamente denunciado” en las redes sociales por Dani Lerer, que nos muestra la deplorable conducta de alumnos de la Escuela Humanos de la localidad de Canning, en la provincia de Buenos Aires, en su viaje de egresados cantando a risa plena: “Vamos a quemar judíos”, con la complicidad del guía de la empresa de turismo Baxtter y de adultos responsables en esa excursión, es muestra cabal de los peligros a los que la sociedad argentina, como en la mayoría de los países, sobre todo Europa, se enfrenta. Escucharemos a muchos decir que se trata de un hecho aislado, un grupo pequeño en miles. Un viaje en un universo enorme, Se engañan. Jóvenes, guías, padres cantando alegre y convencidamente palabras que remiten a la peor de las experiencias de la humanidad como fue el Holocausto, las prácticas del nazismo y la tragedia del pueblo judío, indican claramente la falla de la educación. Siempre me he pronunciado en contra de los certificados de buena conducta y libres de discriminación o embajadores de paz que extienden organizaciones de la sociedad civil, premiando a otras o a estamentos públicos. Son solo expresiones de deseos, imposibles de controlar en el tiempo y sin garantía de cumplimiento. Y quien las posee no dejan de mostrarla como un salvoconducto de pureza cuando fallan en su actuación. La Escuela Humanos, de Canning, muestra categóricamente deficiencias en sus formas y en la transmisión de contenidos. No basta con las buenas intenciones. El grado de ignorancia, de laxitud, de los límites y odio en la conducta de los jóvenes alumnos, deja ver a las claras que los valores y principios que se declaran desde la institución no impactaron en ellos. Y ello es responsabilidad del educador. Él no ser antisemita, el no permitirse enarbolar las banderas del odio exige ante todo una férrea convicción en los derechos humanos, en la apuesta a la convivencia, en la cultura del encuentro, en el respeto irrestricto a la diversidad. Ser antisemita y ser buena persona con lo que ello implica no es compatible, no van de la mano. Son opuestos. Lo dicho, lo acontecido, nos muestra la fragilidad de la sociedad. Al rol irremplazable de la escuela se lo acompaña con la educación permanente en la casa, en la contención familiar. Sabemos, todos los datos lo demuestran, que vivimos un tiempo de inmediatez inusual, donde los deseos, parecerían que solo se pueden cumplir con likes y corazones en las redes sociales, la identidad y razón de ser parecería encontrarse en la cantidad de seguidores. Lo virtual ocupa el lugar de lo trascendental del afecto, el encuentro, la contención. Con su frialdad y lejanía ocupa el espacio total. Y el tiempo es efímero, el vacío exige la legitimación permanente, continua. La conversación, la profundización del vínculo, la lectura y estudio, dejó paso al breve título. Cuanto menos palabras mejor, a mayor agresividad mayor valor. Cuanto más descalifico, más me fortalezco. La realidad dejó de ser la que la relación personal puede construir y generar para dejar lugar a imágenes y contenidos que muchas veces alguien, un anónimo y sin responsabilidad, pero con intencionalidad, sube, y cuenta. No hay análisis. En ese mundo, el antisemitismo y la discriminación en general gana cada día más lugar. Se imponen sanciones. La ley antidiscriminatoria debe llegar a todos y en su máximo rigor. La escuela debe rever sus contenidos, sus formas y qué docentes la llevan a cabo. La empresa Baxtter que por años trabaja con jóvenes, debe ser absolutamente responsable del personal que contrata, capacitarlos y exigirles un compromiso ético. Está obligada a ello, al igual que todos sus pares. No podemos mentirnos, quedarnos en el asombro, en el comentario entre buenos vecinos sobre la barbaridad que se cometió solo permitirá que estos hechos se repitan. Seguramente sucedieron ya, solo que no fueron viralizados, y no nos hemos enterado. Simplemente, ver los insultos antisemitas en las redes, no dicen que esto es así. Hay herramientas y recursos, pero por sí solas no alcanzan. El país adhiere a la declaración definición de antisemitismo de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA), la provincia de Buenos Aires también. Tenemos la ley antidiscriminatoria que debe ser ampliada y mejorada. Existen instituciones y organizaciones específicas que trabajan día a día en la lucha contara el antisemitismo toda forma de discriminación: DAIA, EL Museo del Holocausto, Centro Simón WISENTHAL, El Foro Argentino contra el Antisemitismo, B’nai B’rith, el Congreso Judío LATINOAMERICANO, JAER, el Observatorio de la Lucha Contra el Antisemitismo de la Facultad de Derecho, entre muchas otras de relevancia. Debemos repudiar con toda nuestra fuerza y ser cada uno un militante activo contra el antisemitismo. Judíos y no judíos. La indiferencia jamás es el camino, el silencio menos aún. Estamos transitando días de suma significación en el pueblo judío, son los días de las Altas Fiestas, entre el Rosh Hashaná, (Año Nuevo) e Yom Kipur, el Día del Perdón. Sin fechas sagradas del pueblo judío y lo son para todos. Es tiempo de pensar, reflexionar, revisar nuestras acciones y por sobre todo renovar el compromiso heredado por generaciones y asumido por cada uno en la construcción de un mundo mejor, en libertad, donde cada día dignifiquemos la vida. Erradicar el antisemitismo es obligación de todos.

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