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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 29/09/2025 12:47
Jeremy Irons revela su secreto para envejecer con dignidad a los 77 años Jeremy Irons, a los 77 años, representa una de las trayectorias más emblemáticas y, a la vez, más personales de la interpretación británica. Con una carrera que abarca más de cinco décadas en teatro, cine y televisión, el actor no abandona su esencia ni ante el paso de los años ni ante las presiones de la industria. “Hay que mantener el interés y no mirar atrás. Nunca me he arrepentido de nada en la vida”, afirmó en una entrevista reciente con The Guardian, dejando ver una filosofía de vida donde prima la curiosidad y la serenidad ante lo vivido, sin espacio para los arrepentimientos. Nacido y criado en un pequeño pueblo de la Isla de Wight, en el Reino Unido, Jeremy Irons llegó al mundo del teatro casi por instinto. El joven Irons enfrentaba el miedo a la vida profesional adulta y el fantasma del fracaso económico, lo que lo llevó a responder a un simple anuncio en un diario local que ofrecía trabajo en un teatro. Aseguró que “prefería cualquier cosa menos una oficina”, y así empezó una carrera que marcaría generaciones dentro y fuera del Reino Unido. Trayectoria, personajes y reconocimiento internacional El actor británico destaca la importancia de la curiosidad y la serenidad ante el paso del tiempo (EFE/David Fernández/Archivo) A lo largo de su vida profesional, Jeremy Irons ha encarnado a algunos de los personajes más complejos y oscuros de la cultura popular. Desde Judas hasta Scar en El rey León, pasando por Humbert Humbert en Lolita o el papa Rodrigo Borgia en Los Borgia, sus interpretaciones han dejado huella en el cine, el teatro y la televisión. El actor ha sabido explorar la complejidad de la maldad y la ambigüedad moral en sus personajes, dotándolos de matices que desafían los estereotipos del villano convencional. El reconocimiento internacional llegó con fuerza gracias a su papel en El misterio Von Bülow, por el que obtuvo el Oscar, junto a una colección de galardones que respaldan la solidez de su carrera. Sin embargo, sus incursiones en televisión fueron contadas durante dos décadas y media: antes de “Los Borgia” de Showtime, Irons no había protagonizado una serie en 25 años. Por eso, su reciente participación en la nueva temporada de “The Morning Show” de AppleTV sorprendió tanto a la industria como a sus seguidores. Regreso sorpresivo a la televisión y visión del oficio Irons sorprende con su regreso a la televisión en la nueva temporada de 'The Morning Show' de AppleTV Tras años alejado de la pantalla chica, Jeremy Irons vuelve con fuerza con su papel en The Morning Show. Este regreso resulta significativo por lo escaso de sus intervenciones televisivas anteriores y por la recepción de los espectadores. La decisión de sumarse al elenco de una de las series más populares de la actualidad responde tanto a su búsqueda de nuevos desafíos como a un deseo de seguir activo en lo que considera su vocación: “mantener el interés” es, según Irons, clave para seguir creciendo. Carácter, polémicas y personalidad Con el paso del tiempo y la visibilidad de sus interpretaciones, Jeremy Irons ha ganado reputación tanto por su calidad artística como por su carácter controvertido. Algunas de sus declaraciones a los medios han generado titulares incendiarios y críticas, aunque quienes le han conocido de cerca destacan su generosidad fuera de cámaras. Su sinceridad hacia sí mismo la resume en una frase contundente: “tengo la tendencia natural de un dictador, pero ojalá benigno”. Más allá de su paso por los escenarios, Irons nunca abandonó su pasión por las antigüedades, con las que trabajó durante su juventud para costear su formación teatral. Su sensibilidad se manifiesta tanto en su aprecio por el arte y los objetos antiguos como en su profunda necesidad de naturaleza y arraigo a su tierra natal; el actor ha definido esa conexión como esencial para su bienestar: “Necesito la tierra, el jardín, necesito el clima de mi tierra”. Perspectiva sobre la vida urbana, el dinero y el aislamiento social Irons no es ajeno a los cambios sociales derivados de la urbanización y la lógica de mercado, aspectos que valora con escepticismo. “La vida urbana fomenta cierto comportamiento, uno que no me gusta. Cuanto más nos juntamos, más tendemos a aislarnos unos de otros. El dinero construye la pocilga y los cerdos tienen que vivir en ella. Pero gran parte del mundo ahora se gestiona así. Si algo va a generar dinero, está permitido”, explicó con una visión crítica sobre la sociedad contemporánea y el modo en que los intereses económicos han transformado la convivencia y los valores colectivos. Envejecimiento, cambios y aceptación Jeremy Irons revela su secreto para envejecer con dignidad: mantener el interés y no mirar atrás La relación de Jeremy Irons con el paso del tiempo se caracteriza por la aceptación y la búsqueda de sentido en cada etapa. Admitiendo que “me duele un poco más por las mañanas que antes”, Irons observa los cambios de su cuerpo y la evolución de su vínculo con su esposa con fascinación y apertura: “mi relación con mi esposa cambia a medida que envejecemos y eso me fascina. Vienen cosas maravillosas y buenas”. Al pensar en el futuro, confiesa que no le preocupa cómo será dentro de 10 años: “No creo que cuando envejezca, esté demacrado y apestando, me vaya a importar”. Para él, el secreto radica en “mantener el interés y no mirar atrás”, convencido de que “sé que algunas cosas podrían haber ido mejor, pero en aquel momento era lo mejor que podía hacer. Nunca me he arrepentido de nada en mi vida”. Así, la vida y carrera de Jeremy Irons reflejan una compleja mezcla de talento, honestidad brutal y una mirada singular hacia la vejez y la existencia, donde la curiosidad y la gratitud ocupan siempre el papel protagonista.
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