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Concepcion del Uruguay » La Calle
Fecha: 28/09/2025 16:48
Parte del sector agropecuario argentino expresó su frustración tras la rápida reimposición de las retenciones al campo, después de que se alcanzara en apenas tres días el cupo de US$7.000 millones establecido por el decreto 682/2025 del gobierno de Javier Milei. La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) anunció el miércoles por la noche el fin del régimen especial que eliminaba temporalmente los derechos de exportación, tras alcanzarse las registraciones previstas del complejo cerealero oleaginoso. De esa forma, el principal producto exportado por el país, la soja, vuelve a ser gravado con una tarifa del 26% cuando se venda al exterior. El cupo máximo de liquidación sin esa tarifa se alcanzó el mismo día en el que el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, afirmó que el Gobierno de Donald Trump estaba “trabajando con el Gobierno argentino para finalizar la suspensión de impuestos a productores de commodities que conviertan divisas”. Lo hizo justo mientras China aumentaba sus importaciones de soja argentina, y en medio de reclamos de productores estadounidenses por un acuerdo con Pekín, para que el gigante asiático vuelva a comprarle al país norteamericano. El lunes, en medio de una corrida contra el peso argentino, el presidente Javier Milei había decidido aplicar una rebaja a cero para las retenciones a las exportaciones de granos, así como a carnes avícolas y bovinas, con un tope de US$7.000 millones. La queja de la Sociedad Rural La Sociedad Rural de Rosario fue contundente en su queja, al considerar que el cupo se concentró en manos de un grupo reducido de grandes exportadores. En un comunicado oficial, la entidad de la ciudad que alberga el puerto más importante para las exportaciones sojeras de Argentina —principal complejo exportador del país— expresó que “la enorme mayoría de los productores primarios y medianos quedó al margen de este beneficio”. «En lugar de ser un ‘guiño al campo’, la medida generó desequilibrios, exclusión y malestar en quienes sostienen la producción día a día», señaló la Rural rosarina, que calificó la implementación como inequitativa. La organización remarcó que “las políticas públicas deben diseñarse con criterios de equidad y alcance real a toda la cadena agroproductiva, garantizando igualdad de oportunidades y evitando que los beneficios se concentre en unos pocos actores.” El malestar también se sintió entre productores individuales. Vanesa Padullés Igoillo, productora agropecuaria de Marcos Juárez, Córdoba, expresó su frustración con ironía: “Se terminó el encanto: la carroza vuelve a ser zapallo. Retenciones otra vez. Los productores ni la vimos”. La productora cordobesa estableció un paralelismo histórico, recordando que “hace 105 años mi cooperativa se formó porque visionarios productores se preocupaban por el monopolio de Bunge y el precio aplastante que les ponía del trigo… unidos se hacían más fuertes para negociar». Ciara pide eliminación permanente La Cámara de la Industria Aceitera Argentina (Ciara) adoptó un tono más conciliador, reconociendo el potencial demostrado pero reclamando la eliminación permanente de las retenciones. “El agro demuestra una vez más el enorme potencial que tiene si los gobiernos deciden eliminar retenciones”, señaló la entidad industrial. Ciara enfatizó que la medida demostró el potencial exportador del complejo agroindustrial y pidió “sigamos trabajando para alcanzar la eliminación permanente de las mismas y liberar así toda la fuerza productiva y exportadora del país”. Las Bolsas de Cereales y Comercio del país, si bien valoraron la medida como “un paso en la dirección correcta”, renovaron su reclamo para que la eliminación sea permanente y ofrezca previsibilidad a largo plazo al sector productivo. Distorsiones Por otro lado, el medio especializado AgroLatam alertó sobre las potenciales distorsiones generadas por esta ola de DJVE. “Muchas de las ventas declaradas aún no tienen respaldo físico en granos”, señalaron desde la publicación sectorial. Esta situación obligará a las compañías a salir a comprar soja en las próximas semanas, en un contexto de precios que ya comenzó a desinflarse, según AgroLatam. Lo que se proyecta es una “sequía comercial” con conflictos entre exportadores y productores sobre qué valor debería pagarse por los granos.
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