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» Elterritorio
Fecha: 28/09/2025 11:19
Roxana Rivas, abogada querellante en el expediente, remarcó que centrar la pesquisa en un único sospechoso hizo que en su momento no se indagaran en otras líneas investigativas domingo 28 de septiembre de 2025 | 6:05hs. Lucía era oriunda de la localidad de Capioví y estudiaba la carrera de comunicación social. Fotos: archivo el territorio Cada 6 de abril, el pedido de justicia por el femicidio de Lucía Maidana, se exclama fuertemente. No solo dentro de la comunidad educativa de la Universidad Nacional de Misiones -donde la joven estudiaba Comunicación Social-, sino de toda una comunidad que, a doce años del cruento asesinato, ve como la causa sigue sin tener detenidos ni sospechosos en la mira de la Justicia. Y si bien en 2018, mediante cotejos de ADN, se logró establecer que quien mató a Lucía también agredió sexualmente a otras jóvenes estudiantes de la misma ciudad, la identidad del femicida sigue siendo una verdadera incognita. El femicida intentó borrar huellas con un incendio que afectó el departamento. En relación a este caso, para saber en qué estado se encuentra actualmente la pesquisa, El Territorio entrevistó a la abogada Roxana Rivas, quien desde 2014 representa a la familia Maidana como querellante particular en la investigación. Y que es llevada adelante por el Juzgado de Instrucción Uno de Posadas. A más de una década de lo ocurrido con Lucía, hoy en día, ¿en qué punto se encuentra la investigación? La investigación está parada desde mediados del año pasado, sin que haya habido ningún acto procesal que permita avanzar en la investigación. Lo último que se hizo fue pedir informes entre ellos al 911 de la Policía, pidiendo que indiquen existencia y ubicación de cámaras de seguridad en la ciudad en el año de la muerte de Lucía. ¿Qué sensación le genera a usted como querellante el paso del tiempo y que el expediente siga sin detenidos? Lo cierto es que no hay siquiera una hipótesis que se esté siguiendo, por lo que es difícil detectar alguna línea de investigación clara. Con el paso del tiempo la sensación que me queda es que sólo por alguna casualidad, vinculada a la muestra de ADN que consta en la causa del asesino, se podrá encontrar al responsable, pero no se observa que haya sospecha si quiera de quien podría ser. ¿Qué fue lo último más sustancioso o esperanzador que mostró el expediente durante los últimos años? El gran hallazgo en la causa fue las coincidencias entre el ADN encontrado en el cuerpo de Lucía con las que se extrajeron de otras víctimas de violación, esto implicó asumir que nos encontrábamos frente a un violador serial, que llegó al femicidio en el caso de Lucía, lo que daba cuenta de su peligrosidad. En su momento esto significó un gran movimiento, no obstante, al no existir un sospechoso con nombre y apellido esto se diluyó. Nosotros ni la sociedad en general supo de la existencia de algún caso nuevo los últimos cinco o seis años, pero desconozco si esto obedece a una decisión judicial o bien este sujeto dejó de atacar a mujeres durante este tiempo. ¿Quién creen que asesinó a Lucía? ¿Podría definirme qué tipo de perfil se tiene sobre el asesino y por qué cree que es tan difícil llegar hasta a él? Como decía, no hay sospechoso con nombre y apellido, tampoco en el expediente se ha hecho un perfilamiento del posible asesino, por lo pronto no está en ningún registro de ADN, lo que puede significar que no tiene antecedentes en abusos registrados, es decir nunca se hizo una denuncia en la que se lo identificara. Sería interesante analizar el posible perfil, lo mas probable es que sea una persona del circulo en el que todas las víctimas se movían, es decir el universitario, posiblemente conocido por ellas, en tanto pareciera que fueron seleccionadas por algunas características similares, como también fueron similares las modalidades de agresión. Criminales como éste pueden ser personas que fuera del acto lleven una vida absolutamente “normal” fuera de cualquier mirada sospechosa, y por eso se vuelve tan difícil encontrarlo. Considera que hubo falta de rigurosidad en algunos puntos de la recolección de pruebas o ¿qué falencias detectó a lo largo de la instrucción del caso? Si, el caso de Lucía fue de una violencia extrema, en la escena del crimen circularon muchas personas, en ese momento ni siquiera se entendía ni pensaba en el concepto de femicidio. Nosotros nos constituimos en querellantes casi dos años después de su muerte con muy pocas posibilidades de operar sobre lo ya hecho. Desde el primer momento estuvieron muy concentrados en el único imputado y no se abrieron otras líneas de investigación. La instrucción tuvo muchos funcionarios a cargo, sin una línea clara y el paso del tiempo va diluyendo todo. En la actualidad, o en el último tiempo, ¿se han podido incorporar nuevos testimonios o posibles líneas investigativas que puedan reencausar la pesquisa? No, salvo los cruces de informes con otros casos que se hace con la comparación de ADN, no hubo avances. Que reflexión le deja el caso y qué mensaje se le puede dejar a la sociedad en un caso que pareciera podría derivar en la impunidad total. En principio entender el rol de la Justicia en casos como este. Estamos ante un hecho consumado, que no pudo prevenirse, porque el criminal tiene características particulares, estamos ante un violador -asesino que eligió a sus víctimas sin vinculo previo-, y aclaro esto porque hubo mucha resistencia de parte de la instrucción en un primer momento de calificarlo como femicidio porque entendían que esto solo se daba en el vínculo de pareja. Entonces, es importante que el trabajo que la Justicia realice sea profesional, sin sesgos, sin prejuicios y constante. Muchas cosas se crearon después de este femicidio en ese ámbito, pero aún a mí en lo personal me da la sensación de que no se asume el rol que tiene la Justicia, que es explicar a la sociedad que están haciendo para encontrar al femicida de Lucía que además ha violado a más de dos chicas, y que convive impunemente en nuestra ciudad. Es importante también que sean interpelados en este sentido. Las víctimas y sus familias viven sus propios procesos, la familia de Lucia ya la perdió, pero las demás, todas siguen en peligro mientras ni siquiera tengamos una idea de quién puede ser este criminal. Compartí esta nota:
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