27/09/2025 03:34
27/09/2025 03:34
27/09/2025 03:33
27/09/2025 03:33
27/09/2025 03:32
27/09/2025 03:30
27/09/2025 03:29
27/09/2025 03:28
27/09/2025 03:27
27/09/2025 03:25
Concordia » Ciudadsatelite
Fecha: 27/09/2025 01:38
Un operativo en el barrio porteño de Villa Urquiza dejó al descubierto un impactante acopio de objetos confeccionados con animales en peligro de extinción. Pieles, tapados, cinturones y carteras elaborados con partes de al menos 227 ejemplares fueron secuestrados por la Policía Federal Argentina (PFA) y la Brigada de Control Ambiental, en el marco de una causa por tráfico ilegal de fauna. El hallazgo sorprendió incluso a los investigadores: se identificaron 11 pieles de yaguareté, especie considerada Monumento Natural Nacional, y 30 de gato montés, junto a restos de ocelotes, zorros, nutrias, aves exóticas y animales provenientes de otros continentes, como un leopardo, una cobra y ejemplares del Himalaya. El valor de mercado negro de las piezas supera los 600.000 dólares. Las imágenes difundidas muestran carteras confeccionadas con la cabeza completa de yacarés y tapados de yaguareté en los que incluso se usaron partes de los cráneos para diseñar las mangas. Una investigación en marcha El procedimiento, realizado el miércoles tras meses de pesquisa, se originó en la Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos contra el Medio Ambiente (Ufima), a cargo del fiscal Ramiro González, y quedó radicado en el Juzgado Federal N°6, subrogado por Daniel Rafecas. Hasta el momento, no se brindaron mayores precisiones sobre los imputados, aunque trascendió que el dueño del inmueble se encuentra en el exterior. La ley 22.421 de Protección de la Fauna prevé penas de hasta dos años de prisión por el comercio de especies prohibidas, aunque en el caso del yaguareté las sanciones pueden ser más severas. “Un ecocidio silencioso” Para especialistas, el decomiso marca un caso sin precedentes. “Es gigantesco, no sólo por la cantidad de piezas, sino por la destrucción de biodiversidad que representa. Cada cartera o tapado es la vida de un animal protegido”, remarcaron fuentes de la investigación. Gran parte de las especies halladas están amparadas por la Convención Cites, que prohíbe el comercio internacional de animales amenazados. Se sospecha que las piezas pudieron circular entre Europa y América, alimentando un mercado clandestino que combina moda y delito ambiental. Una fuente judicial lo resumió con crudeza: “Estamos frente a un ecocidio silencioso, en el que el negocio ilegal arrasa con especies únicas”.
Ver noticia original