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Valle María » Vallemarianoticias
Fecha: 26/09/2025 17:50
Central Puerto es adjudicataria de USD 300 millones de los USD 4.000 que prometió acelerar el BM. El destino de los dólares es para la importación de tecnología del gigante asiático. De los 4.000 milllones de dólares de crédito para la Argentina que prometió acelerar el Banco Mundial, la generadora Central Puerto de Nicky Caputo, primo del ministro de Economeia que negocia los préstamos, recibirá 300 millones para comprar las baterías gigantes que se instalarán en el área metropolitana, como paliativo ante la crisis energética generada por la decisión del gobierno de no terminar las obras proyectadas. Con un opaco sistema de licitaciones expré, Nicky Caputo logró posicionarse como el gran ganador de la licitación que habilitó finalmente la Secretaría de Energía. El primo del ministro se quedó con dos proyectos: el primero es para Central Costanera para el área de Edesur, por un almacenaje de energía eléctrica por 55 MW con un precio 10.161 USD/MW por mes. El segundo es para el área de Edenor, por 159 MW por 11.147 USD/MW por mes. Estas pilas gigantes despertaron muchas críticas en el sector. Lo llamativo es que fue desde la mismísima Central Puerto que reconocieron que la instalación de baterías es una solución menos “eficiente y estable” que sumar nueva potencia térmica. Nada de esto pareció incomodar al secretario de Finanzas, Pablo Quirno, que lo celebró en un tuit en el que llegó al extremo de considerar a estas pilas gigantes como “energías renovables”. Siguen los anuncios de más inversión y financiamiento al sector privado por parte de @IFC_LAC. En esta ocasión potencial financiamiento de hasta US$300 millones para energías renovables para Central Puerto. Argentina crea las condiciones para la inversión y desarrollo del… https://t.co/z7qKCwf27x — Pablo Quirno (@pabloquirno) September 25, 2025 El director de Asuntos Corporativos de Central Puerto, Adrián Salvatore, explicó en un encuentro del sector, que esta tecnología se utiliza en otras partes del mundo para estabilizar las redes pero en el caso argentino busca “darle a la ciudad de Buenos Aires un cubrimiento de pico de alta demanda por el verano”. Detalle no menor es que los equipos son fabricados en China. La operación pone sobre la mesa un juego geopolítico incómodo: El gobierno de Donald Trump, a través del Banco Mundial, terminaría financiando a un proveedor chino. El financiamiento, además, enfrenta otro desafío: los tiempos. En el mercado dudan de que el desembolso llegue antes del verano, cuando el sistema eléctrico suele crujir al límite. Y si se trata de un proveedor chino, el trámite se multiplica en revisiones. “Cuando la plata termina en empresas de Beijing, cada decisión pasa por veinte escritorios en el Banco Mundial”, confiesa un consultor que suele trabajar con multilaterales. Es un secreto a voces que el Banco Mundial responde en última instancia a los lineamientos del Tesoro norteamericano. Ahí aparece otro interrogante: ¿Qué pensará Scott Bessent de estar financiando a empresas chinas tras haber brindado un respaldo tan contundente a la Argentina?. En Washington la narrativa de los halcones republicanos es clara: no se puede sostener con dólares norteamericanos el avance de China en América Latina. El tablero energético ofrece otro capítulo de la misma película. El proyecto Argentina LNG, la gran apuesta de YPF para exportar gas licuado, también mira a Oriente. Según reveló el sitio Mosca, los barcos licuefactores que requiere el plan serán construidos por astilleros chinos. Son buques estratégicos: sin ellos, el gas no cruza el océano. El acuerdo de YPF con la empresa china Wison es para incorporar dos buques licuefactores flotantes (FLNG), con capacidad para producir 6 millones de toneladas de gas natural licuado por año cada uno. Otra dato que generó suspicacias es que la negociación avanzó por contratación directa, sin proceso licitatorio. Según palabras del propio presidente de YPF, Horacio Marín, la idea fue “acelerar los tiempos”. La vieja excusa. La Política On Line
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