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» Comercio y Justicia
Fecha: 26/09/2025 06:41
Por Javier De Pascuale La sorpresiva decisión del gobierno nacional de dar por finalizada la rebaja temporal de retenciones a las exportaciones de granos, tras agotarse el cupo de 7.000 millones de dólares en apenas dos días, desató una ola de indignación entre los productores cordobeses. En una entrevista realizada en la mañana del jueves, Vanesa Padulles, presidenta de Coninagro Córdoba, expresó el malestar del sector: “Nos sentimos manoseados por una medida recaudatoria que benefició a pocos”. La polémica obligó al vocero presidencial Manuel Adorni a precisar en su cuenta de X que “el esquema de retenciones cero para la exportación de carnes avícolas y bovinas continúa sin cupo hasta el 31 de octubre próximo”, una suerte de “precio consuelo” para aquellos chacareros que combinan producción de granos con ganadería. El pasado lunes, el gobierno de Javier Milei había implementado, mediante el Decreto 525/2025, una reducción temporal de retenciones para exportaciones agrícolas, con un cupo de 7.000 millones de dólares o hasta el 31 de octubre. La medida se cerró abruptamente el miércoles por la noche al alcanzarse el cupo, generando sorpresa y críticas. “Fue una sorpresa total. A las 10 de la noche ya estaba todo cumplimentado. Esto suma imprevisibilidad y desconfianza”, señaló Padulles, destacando la falta de comunicación previa y la rapidez con que se ejecutó el cierre. Padulles explicó que los pequeños y medianos productores, núcleo de las cooperativas de Coninagro, apenas pudieron aprovechar la medida. “Somos conservadores, cuidadosos. No tenemos la ingeniería comercial de las grandes exportadoras para reaccionar en dos días”, afirmó. Consultada sobre cuántos productores cordobeses ella estimaba que habían logrado aprovechar la “ventana de oportunidad” abierta por la rebaja temporal de las retenciones, la dirigente agropecuaria estimó que menos del 10% de los productores lograron vender bajo el esquema de retenciones reducidas, mientras que las grandes cerealeras, con capacidad para declarar ventas anticipadas, con las que acapararon los beneficios. “Las exportadoras llenaron las declaraciones juradas y ahora comprarán la mercadería al precio anterior”, detalló. La continuación del beneficio de retenciones cero para carnes avícolas y bovinas, anunciada por Adorni, busca calmar las críticas del sector, pero no aborda directamente el reclamo de los productores de granos, que representan una parte significativa de la economía cordobesa. Córdoba, que aporta el 28% de la recaudación nacional por retenciones y produce 35 millones de toneladas con un valor bruto de US$11.085 millones, sigue exigiendo la eliminación total de los derechos de exportación. “Necesitamos previsibilidad para planificar. Las inversiones en el campo son de largo plazo, con ciclos biológicos que no se ajustan a medidas efímeras”, explicó Padulles, refiriéndose a los plazos de siembra, cosecha y ganadería. La dirigente criticó el carácter recaudatorio de la medida para granos, que calificó como “disfrazada de alivio” al sector. “No fue una política productiva, sino recaudatoria. Nos molesta que nos usen políticamente”, afirmó, en alusión al contexto electoral, con comicios a 30 días. La percepción de que el gobierno utiliza al campo como moneda de cambio se intensificó tras el anuncio de Adorni, que, aunque bien recibido para el sector cárnico, no compensa la frustración de los productores de granos. “Nos meten en contiendas electorales, pero nuestra realidad no cambia”, agregó Padulles. El malestar trasciende a Coninagro. Figuras como Nicolás Pino, presidente de la Sociedad Rural, también expresaron su descontento. Un titular de La Política Online resumía el clima: “Furia del campo por el pacto Caputo-cerealeras: se llevaron 2000 millones de dólares”. Padulles señaló que las exportadoras, ante rumores de presión internacional –como un comentario del secretario del Tesoro de EE.UU. instando a mantener las retenciones–, reaccionaron rápidamente para maximizar beneficios. No obstante, el campo seguirá aportando su “granito de arena” al desarrollo nacional, aclaró: “Si producimos con este yunque impositivo, imaginen nuestro potencial sin él”, reflexionó, destacando la competitividad del agro argentino. A pesar de la extensión del beneficio para carnes, el sector sigue reclamando estabilidad. Padulles subrayó el rol del campo en la economía nacional: “Estamos orgullosos de que nuestra producción haya evitado una corrida inflacionaria. Pero no somos los beneficiados de medidas oportunistas y cortoplacistas”. La eliminación total de retenciones, según la dirigente, es clave para garantizar rentabilidad, inversión y empleo. La entrevista revela una profunda desconfianza hacia las políticas gubernamentales, agravada por la percepción de un trato desigual entre subsectores. Mientras el anuncio de Adorni intenta apaciguar al sector cárnico, los productores de granos, especialmente en Córdoba, sienten que la promesa de alivio fiscal fue un “espejito de colores”. “Queremos que nos llamen las cosas por su nombre y que no nos manoseen”, concluyó Padulles, dejando un mensaje claro al gobierno: el campo exige previsibilidad y políticas que realmente impulsen la producción.
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