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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 25/09/2025 18:32
La distancia entre el lugar donde las vieron por última vez y la casa donde aparecieron muertas Para Lara Gutiérrez (15), Brenda del Castillo (20) y Morena Verdi (20) el horror comenzó en la noche del pasado viernes, cuando se subieron engañadas a una camioneta Chevrolet Tracker blanca con patente adulterada que -se suponía- iba a llevarlas desde La Matanza, provincia de Buenos Aires, hasta una fiesta en el Bajo Flores, Ciudad de Buenos Aires. Nunca llegaron al destino que les habrían prometido. Pero tampoco a sus casas al día siguiente, lo que motivó que sus familiares hicieran una denuncia por desaparición ante la policía local. Ese sábado, comenzó el caso para la Justicia. Entre el 20 y el 23 de septiembre, el fiscal Gastón Duplaá de la UFI Nº2 de La Matanza ordenó diferentes diligencias para hallar rastros de las jóvenes desaparecidas. Tomaron testimonios de la zona de La Tablada, donde las vieron por última vez, y analizaron imágenes de las cámaras de seguridad con la esperanza de encontrar alguna pista que oriente a los investigadores. En las primeras 48 horas no hubo grandes avances. Mientras tanto, la familia y los amigos de las chicas reclamaban que las encuentren y se manifestaban en las calles con carteles en los que le pedían a Morena, Lara y Brenda que volvieran. Para ese momento, las tres ya estaban muertas, pero nadie lo sabía. Dos pistas claves permitieron esclarecer el hecho. Una fueron las imágenes de las cámaras del municipio bonaerense, que grabaron el último video con vida de las jóvenes. En la grabación, se las ve subirse a la camioneta blanca en cuestión. En consecuencia, el vehículo fue identificado como sospechoso. Y a partir de entonces, el fiscal, con colaboración de las fuerzas bonaerenses y porteñas, comenzó a rastrear el trayecto que hizo luego de que las chicas se subieran en la rotonda de La Tablada. Esta reconstrucción permitió determinar que la Chevrolet había cruzado la autopista General Paz. El lugar donde está la casa del horror La segunda pista llegó poco después: una antena de telefonía recibió el impacto de uno de los celulares de la víctima, el de Lara, la menor. La señal vino de una zona precisa de Florencio Varela, en la zona sur del Conurbano y a 33 kilómetros de donde las jóvenes desaparecieron. En la madrugada del miércoles, agentes de la DDI de La Matanza llevaron a cabo un allanamiento en una vivienda localizada entre las calles Río Jáchal y Chañar, localidad de Villa Vatteone. Al ingresar a la casa, los efectivos y detectives olieron un “fuerte olor a cloro” y vieron a dos sospechosos infraganti que limpiaban paredes y pisos con lavandina. Ambos, un hombre y una mujer de 18 y 19 años, quedaron detenidos. Cuando los agentes se adentraron en la casa, descubrieron un patio desordenado y con tierra removida. Allí se encontraron con la macabra escena: tres cuerpos descuartizados y enterrados, que horas más tarde confirmaron que eran los de Brenda, Lara y Morena. Triple crimen narco en Florencio Varela: imágenes del interior de la casa donde hallaron los cuerpos de Brenda, Morena y Lara El fiscal supo que los dos apresados no eran los únicos detrás de la maniobra. Y tras otras tareas, identificó a una pareja de sospechosos en un hotel de alojamiento cerca del domicilio del horror. En ese lugar detuvo a una mujer y a un hombre peruano, a quien las autoridades definieron como un narco que opera en la villa 1-11-14 de CABA. Para este momento, la investigación inicial ya había tomado un giro. Las hipótesis que daban vueltas al principio de la causa ya se habían descartado y la sospecha ahora era una y de gran impacto: las chicas habían sido víctimas de una venganza narco. La línea investigativa se reforzó aún más con los resultados de las autopsias que se conocieron luego, que determinaron que las víctimas fueron torturadas antes de morir. Un detalle macabro: lo transmitieron en vivo en una cuenta de Instagram con unos pocos seguidores, que serían miembros de un clan narco. A Lara Gutiérrez, de 15 años, le amputaron los cinco dedos de la mano izquierda antes de matarla. Sobre las heridas, presentaba quemaduras que aparentan ser de cigarrillos. También tenía un corte que le amputó de manera parcial la oreja izquierda y otro en el cuello que le seccionó la arteria carótida. Su muerte se produjo, luego de haber sido torturada, aproximadamente a las 3 del sábado, antes de que denunciaran su desaparición. Brenda del Castillo presentaba una fractura de cráneo, que le provocó la muerte, aplastamiento macizo facial y heridas punzocortantes en el cuello. Además, tenía un corte transversal que le abrió el abdomen de punta a punta, que le fue producido una vez que ya había muerto. Morena Verdi, por su parte, tenía una luxación cervical y varios golpes en el rostro. De acuerdo a la reconstrucción de los investigadores, las chicas fueron víctimas de una venganza narco luego de que en una oportunidad anterior una de ellas le robara droga a un miembro del clan. Las torturas transmitidas en vivo habrían sido un mensaje para el resto de los integrantes de la organización. Según dijo el propio ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, en ese vivo uno de los narcotraficantes habría dicho “esto pasa si me robas droga”. El narco peruano que habría ordenado la ejecución sería un hombre conocido como “Pequeño J”, quien es buscado intensamente por las autoridades. La hipótesis es que contrató sicarios para llevar a cabo el crimen premeditado, tras el supuesto robo de dinero y cocaína. Por ahora, son 4 los detenidos por el crimen: Miguel Ángel Villanueva Silva, de 27 años y de nacionalidad peruana, Iara Daniela Ibarra, de 19,Andrés Maximiliano Parra, de 18, y Magalí Celeste González Guerrero, de 28, estos tres últimos argentinos. Están imputados por homicidio agravado.
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