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Parana » Informe Digital
Fecha: 25/09/2025 15:38
Tras la decisión del Gobierno de restablecer el régimen original de retenciones —luego de que se alcanzara el cupo de US$7000 millones sin derechos de exportación para los granos mediante la registración de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE)— el sector rural reclamó que ese alivio fiscal quedó fuera del alcance del primer eslabón de la cadena: los productores. La medida para los granos tenía vigencia hasta el 31 de octubre próximo o hasta el agotamiento de los US$7000 millones, lo que ocurriera primero. Esta mañana, el vocero presidencial, Manuel Adorni, informó que el esquema de derechos de exportación a cero para las exportaciones de carnes avícola y bovina continuará sin cupo hasta el 31 de octubre próximo. El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolas Pino, se mostró cauto al hacer un balance general de la medida, aunque subrayó la forma “inédita” en que se registraron las operaciones en 72 horas, y especialmente ayer por la tarde, cuando en menos de tres horas se anotaron por US$4000 millones antes de completarse el total. “Hay que tener fundamento. Ahora, con las declaraciones juradas hechas habrá que verlas y estudiarlas. Los exportadores que liquidaron tanto, tanto, tanto en estos tres días, queremos saber adónde fue y a cuánto vendieron. Hay que fijarse nada más en el Siogranos a ver quiénes fueron los productores reales, los números de CUIT de clientes, que vendieron y qué volumen, es fácil”, dijo el dirigente a LA NACION. Nicolás Pino, presidente de SRA, dijo que “llama la atención que se haya juntado en 48 horas y donde la gran mayor del saldo que faltaba que eran casi US$4000 millones estuvo ayer en tres horas”Nicolás Suárez Para Pino, lo que sucedió fue que desde el sector exportador se detectó la oportunidad y se registraron declaraciones de manera inusitada. “La plata se iba a juntar, pero lo que llama la atención es la velocidad con que se juntó. No el monto en sí, porque se iba a juntar seguro porque los granos estaban. Hay granos en poder de productores, hay granos en los acopios y hay granos en la exportación. Entonces, ¿el dinero se iba a juntar? Sí, seguro. Llama la atención que se haya juntado en 48 horas y donde la mayor parte del saldo que faltaba, que eran casi US$4000 millones, estuvo ayer en tres horas”, describió. “No sé si hay cosas extrañas, no tengo ni idea. Pero hay que evaluar con números e información concreta, a la cual tenemos acceso, porque uno tiene acceso al mercado a ver cómo se hicieron las operatorias. Muchas veces se toman compromisos a futuro, pero uno asume el compromiso, se da vuelta y tiene que salir a buscar la mercadería, es así, no va a cambiar. Hay que esperar hasta el mediodía ver cómo fue la operatoria”, insistió. En ese marco, el dirigente rural pidió analizar más allá del hecho puntual y medir los efectos de la medida en el sector productivo, y especialmente en los productores. “¿Cómo vamos a poder vender a futuro con las retenciones de vuelta? Bueno, hay un precio de venta que se hizo en estas 48, 72 horas. Ese precio de venta puede ser un radar para nosotros y si un productor tiene su soja y la quiere vender la semana que viene, ¿cuánto le ofrecen? Ahora hay un precio de referencia porque en estas 48, 72 horas se realizaron operaciones con la ventana sin Derechos de Exportación y el exportador pudo vender a un valor, pero se debe tener en cuenta ese precio de referencia”. Según Pino, el beneficio solo alcanzó al productor que logró vender, por lo que sería importante conocer “qué porcentaje de productores accedieron al beneficio de poder comercializar dentro de esta ventana sin retenciones”. “A partir de esa información, vamos a saber qué porcentaje de productores tuvieron la posibilidad de vender sin retenciones. Ahora, miremos para adelante. El mercado, la producción vio con buenos ojos esta medida del Gobierno que después de muchos años poder trabajar con retenciones cero. Sigamos trabajando e intercambiando ideas con las autoridades para apuntar a que esto que ocurrió esta semana pueda efectivizarse lo antes posible para siempre”, remarcó. En la misma línea, Andrea Sarnari, titular de la Federación Agraria Argentina (FAA), recordó que cuando el lunes pasado se anunció la medida transitoria de retenciones, la entidad advirtió que había sido dispuesta “no pensando en el sector productivo, ni incentivando a la producción agropecuaria, sino que es una medida de corte netamente económico y por las necesidades del país”. Andrea Sarnari, presidenta de Federación Agraria ArgentinaNicolás Suárez “Perjudican al sector porque siguen generando imprevisibilidad. No nos dan a los productores esa potestad de poder decidir y planificar mejor. Claramente, no fuimos los beneficiarios de esa medida porque los productores pequeños y medianos ya no teníamos la cosecha del año pasado. Alguno que podía tener algún grano todavía reservado tampoco pudo ser beneficiario en tan corto tiempo”, dijo. “No se trata de una disputa entre sectores de la cadena, se trata de exigirle al Estado que determine medidas y políticas públicas que sean previsibles para todos. Necesitamos que la cadena también tenga claridad intracadena. No se trata de peleas de unos contra otros; lo que sí es claro es que la transferencia de recursos del sector primario hacia el sector exportador ha sido brutal en estos días”, indicó. Sarnari explicó que el beneficio de retenciones cero “no les pasó ni cerca por dos motivos: el primero es porque no estaba la última cosecha en sus manos, porque el productor vendió en ese momento para poder hacer frente a la cosecha pasada, pagar los insumos, alquileres, a los contratistas. “Además vivió durante este año con esa soja o con ese maíz o con ese girasol, que es nuestra nuestro principal ingreso. Ese productor ya no la tenía y aquel que tenía alguna reserva tampoco pudo en dos y tres días que duró la medida, buscar sus mejores opciones, como podría haber sido algún contrato futuro o podría haber sido de la cosecha pasada algún resto que hubiese quedado. La verdad que al pequeño y mediano productor no lo benefició y ni siquiera cerca de la tranquera le pasó”, enfatizó. “Entendemos que esto ha sido una medida de urgencia, de coyuntura económica, donde la Argentina necesitaba hacerse de los dólares de manera inmediata. Pero seguiremos trabajando con el Gobierno para planificar mejor y que la baja sea gradual, progresiva y pero que cada paso que se dé sea definitivo”, agregó. Pablo Ginestet, secretario de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), afirmó que desde el primer día se podía prever este desenlace. “Iba a terminar siendo un negocio para unos pocos que un beneficio fiscal para los productores, como se trató de vender. Ya lo vimos en varios de los programas anteriores de baja parcial o de incentivo a las exportaciones que se llevaron a cabo en los últimos años. Siempre, esta baja de impuestos por un corto periodo hace que se genere mucha oferta, un cuello de botella y que los precios que recibe el productor sea menor de lo que debería ser”, enfatizó. En este escenario, Ginestet dijo que “es una pena que haya sido implementado así de esta manera porque el Estado va a dejar de recaudar entre 1500 y 1700 millones de dólares que deberían haber ido a los bolsillos del productor” En este escenario, Ginestet dijo que “es una pena que haya sido implementado así de esta manera porque el Estado va a dejar de recaudar entre 1500 y 1700 millones de dólares que deberían haber ido a los bolsillos del productor”. “Lamentablemente, va a ser muy poco el beneficio que le va a llegar al productor. Así y todo, los exportadores ya han anotado y alcanzaron el cupo de los US$7000 millones en DJVE y ahora tienen que salir a comprar gran parte de la mercadería porque no la tienen todavía. Ahí estará la habilidad de los productores. Lo que vamos a recomendar desde Carbap es que el productor trate de retener la mercadería hasta que el mercado empiece a pagar lo más parecido a ese negocio sin retenciones que pudieron anotar los exportadores y en el cual obviamente va a haber una ganancia extraordinaria que debería haber ido para los productores y no quedarse en el sector exportador”, agregó. “Lo principal es que los exportadores van a tener que salir a comprar mucha mercadería todavía y que la tienen los productores; por eso los productores, por favor, defiendan su precio, peleen lo más cerca del valor FOB posible, que está alrededor de entre 370 y 380 dólares, que era la capacidad de pago que tenían los exportadores”, sostuvo. Por su parte, la Sociedad Rural de Rosario, en un comunicado, señaló que aunque la medida se presentó públicamente como una herramienta para incentivar la liquidación del sector agropecuario en su conjunto, la realidad fue otra: “El cupo se agotó en muy pocas horas, concentrándose en manos de un grupo reducido de grandes exportadores. La enorme mayoría de los productores primarios y medianos quedó al margen de este beneficio”, afirmaron desde la entidad. En ese sentido, añadieron que “en lugar de ser un guiño al campo, la medida generó desequilibrios, exclusión y malestar en quienes sostienen la producción día a día. Reafirmamos que las políticas públicas deben diseñarse con criterios de equidad y alcance real a toda la cadena agroproductiva, garantizando igualdad de oportunidades y evitando que los beneficios se concentren en unos pocos actores”, agregaron.
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